lunes, 31 de diciembre de 2012

Feliz Año Nuevo con la Reina de las Parrandas

13 ¡TOME LA PALABRA!

¿Quién recuerda las Parrandas santiagueras?

Los días entre Navidad y Año Nuevo en Santiago de las Vegas eran quizás los más alegres del año, con grandes bailes organizados por las sociedades, que atraían a una animada concurrencia de toda la provincia de La Habana. Como parte de la celebración, se coronaba a una Reina de las Parrandas, amigable competencia pueblerina que nos recuerda hoy un ameno artículo publicado en la Revista del C.I.R. en 1955, y que compartimos a continuación.

Aprovechamos para desearles a todos los miembros de nuestra comunidad en línea un feliz Año Nuevo 2013 lleno de paz, salud, y prosperidad, así como para instarlos a que adopten un solemne propósito para este nuevo año: contribuir, en la medida de lo posible, sus recuerdos y viejas fotografías de Santiago de las Vegas en su época de oro a esta gran historia municipal, única en toda Cuba, que entre todos estamos escribiendo.

*     *     *

Las Parrandas Santiagueras
por Ramoncito
Ya nos encontramos muy cerca de las grandes fiestas de diciembre. Varias muchachas se encuentran muy entusiasmadas aspirando ser la Reina de las Parrandas.

Una gran noticia para todos, ya se encuentran confeccionando las carrozas que representarán al barrio Norte y Sur, brindando mucha alegría el día 31, en el Baile de las Uvas y el día de Año Nuevo.

Pero vamos a la pregunta que se está haciendo todo Santiago: ¿Quién será la Reina de nuestras Parrandas?

El Centro de Instrucción y Recreo en una noche de Parrandas.
Ha surgido una bella candidata que viene del popular barrio de Mulgoba. Nos cuentan sus muchas amigas que no habrá otra reina más que ella, nos referimos a Esther Laffite, linda rubia que frecuenta mucho nuestras fiestas. La muchacha nos luce con grandes posibilidades, alrededor de Esther se reune una gran muchachada que le van a formar un fuerte Comité. Esperemos.

Otra candidata: Marta Barrionuevo, rubia de gran belleza, aspira ocupar el trono el día 25 de diciembre. Muchas oportunidades tiene Marta para hacer realidad sus sueños. Gran simpatía tiene en todos los círculos, y cuenta con grandes amistades que van a constituir rápidamente un Comité a su favor. Mucho cuidado con Marta.

Una candidata que viene por la segunda vuelta, Monina Marrodán, encantadora chiquilla que el año pasado perdió por puntos solamente. Las declaraciones de Monina son: Soy la reina de este año o me dejo de llamar Monina. Y cuando una mujer toma una decisión hay que tenerle miedo. 
Continúan las rubias imperando en este Reinado. Esta vez es Elsa Díaz, la Marilýn Monroe santiaguera. Hay un joven admirador de este manojo de gracia, que dice: Elsa Díaz será la reina, cueste lo que cueste. Cuidado con este Sansón.

1948: Carroza "El trineo invernal" frente al C.I.R.
Zita Carmona es otra fuerte aspirante. Esta linda trigueñita cuenta con muchas posibilidades. Un gran amigo de Zita nos dio para su publicación el lema que lleva ese grupo, y que dice así:
Aspiro a ese Reinado
y no hago propaganda,
pues de seguro seré
la Reina de las Parrandas.
Una modelo de modelo, Míriam Báez, la escultural trigueña que viene decidida a ganarse la corona. Todo el Reparto Lídice está dispuesto a disparar hasta el último cartucho por ella.



Las inscripciones oficiales quedan abiertas desde el día 15 de noviembre. Las mismas pueden hacerse con los señores Jovino Álvarez y  Ramón Rodríguez en el C.I.R. y Eduardo González y Leopoldo Velasco en el C.A.S.

En el próximo número daremos a conocer el resultado del primer escrutinio... ¡Hasta luego!
¿Recuerda usted quién fue la Reina de las Parrandas de 1955?

sábado, 29 de diciembre de 2012

Armando, "El Gran Bruto"

8 ¡TOME LA PALABRA!

por Adolfo Roger Balbi Barceló | Miami, Florida

"Los momentos que siempre recordaremos,
llegan de repente, sin hacer ruido"
—Craig Nova, novelista estadounidense
Prólogo

Al ver la primera foto de "El Patio Sevillano" publicada recientemente en este sitio, me vino a la mente la imagen de Armando García, cuyo segundo apellido era Méndez. Iba a escribir mis recuerdos de juventud sobre el famoso patio y su creador, cuando al siguiente día, sábado 24 de noviembre, Leonardo Gravier me sorprendió con su detallado artículo sobre este acontecimiento.

El Patio Sevillano del Club Atlético Santiago.
Armando García Méndez

A Armando lo conocí siendo yo niño. Fui su vecino en la cuadra donde vivíamos, calle 6 entre 5 y 7; su residencia estaba situada en la acera del frente a la mía.

Su familia estaba integrada por sus padres y seis hermanos. Su padre, de origen español, natural de Luarca en el Principado de Asturias, ejercía en Cuba como profesión la de escogedor de tabaco. Su nombre: José Ramón García Méndez, casado con María Bonifacia Méndez Baeza, la madre, oriunda de Santiago de las Vegas.

1952: Acto cívico en el C.A.S. A la derecha de pie con camisa de manga corta aparece Armando "El Gran Bruto", detrás del orador, Francisco (Panchito) Simón.
Sus hermanos eran cuatro varones y dos hembras. El mayor de los hermanos se llamaba Mario, seguido por  Fidencio, Javier y Evidio; sus hermanas, María del Carmen, llamada cariñosamente "Cuca" y Aleida, la menor de todos ellos.

Debo agregar, en esta corta historia familiar, que su hermano Evidio García Méndez tuvo un espacio en la residencia convertido en sala de peluquería, donde atendía a una numerosa clientela femenina, lo cual lo hizo muy conocido en el pueblo. Años más tarde se estableció en la calle 2 entre 9 y 11. Su ayudante lo era su esposa Matilde.

Continuando comentando sobre Armando, efectivamente, como explicó Leonardo, él se puso como sobrenombre "El Gran Bruto", cosa que en realidad no lo era, puesto que intelectualmente tenía todas las características de ser una persona inteligente y creadora. Bruto sí, considerando lo trabajador y luchador que era, sobre todo, haciendo trabajos fuertes.

Armando, como menciona Leonardo, fue empleado en el establecimiento de víveres llamado "La Complaciente" de Lisardo Fernández, respetado por éste por su eficaz y tenaz cumplimiento en su labor diaria.

En las tardes libres del trabajo cotidiano, se iba en su bicicleta, la que tenía un carro lateral donde cargaba sus herramientas, a trabajar en el jardín de los esposos Justo González y Luisa García Acosta, en el Reparto Ampliación de Mulgoba. Este matrimonio estaba vinculado con él pues eran concuño y cuñada de su hermano Mario. Además de la jardinería, Armando era muy capacitado para realizar labores de plomería y carpintería.

Armando realmente tenía una obsesión por la creación del Patio Sevillano; su esposa Ana Holmín Oliva así lo expresaba, y los allegados a él lo reafirmaban. Su tiempo de descanso se lo donaba a su obra, lo que le ganó la admiración de cuantos asistían a este lugar.

Su esposa Ana vivía frente a su casa, lo que motivo que se enamoraran y se casaran, de cuyo matrimonio tuvieron un niño al que nombraron igual a su padre, pero cariñosamente le decíamos "Armandito". Recuerdo que cuando tuve mi primer automóvil, 1950, yo le daba un corto paseo por el barrio a Armandito; éste, diariamente lo esperaba. Tanto él como su mamá Ana viven aún en la misma casa en Santiago de las Vegas. También lo está su hermana menor, Aleida.

Sobre los muñecos de trapo confeccionados con sacos inutilizados rellenos con paja, éstos los hacía en el patio de su casa, según me comentó su sobrino José "Billito" García, residente en España, para la "Quema de Judas", popular tradición que se efectuaba el Domingo de Resurrección en la esquina del Ayuntamiento (calles 11 y 6). El muñeco se rellenaba con pequeños cohetes pirotécnicos que al explotar hacían gran algarabía.

Armando, según cálculos estimados por su cuñada, Dalila Holmín Oliva de Acevedo (residentes ambos aquí en la ciudad de Miami), nació en Santiago de las Vegas el día 5 de junio de 1907 y falleció en la misma ciudad el 22 de noviembre de 1962 a la edad de 55 años, hace poco más de 50 años.

He aquí mi relato histórico de este santiaguero, Armando García Méndez, como muchos que tuvieron acciones creativas para el disfrute de sus conciudadanos.

Antes de terminar, debo mencionar que estoy a la espera de recibir, de parte de un familiar suyo, una foto donde se pueda apreciar mejor su imagen. Tan pronto esto sea, se publicará.

Miami, diciembre 15 de 2012

viernes, 28 de diciembre de 2012

Buscando santiagueros: Calixto Izquierdo

7 ¡TOME LA PALABRA!


Hoy retomamos la antigua sección "Buscando santiagueros" con la siguiente nota de nuestro amigo Mario García Romero:

Estimados santiagueros: Hay un coterráneo nuestro llamado CALIXTO IZQUIERDO, que debe andar alrededor de los 70, 72 años. Era muy conocido entre los asiduos al Centro de Instrucción y Recreo de Santiago de las Vegas, muy aficionado a los deportes, principalmente el Volley-Ball que se jugaba en el patio del Centro. Muy jovial, muy querido y amistoso entre sus coetáneos. Salió de Santiago en los primeros años de la década de los 60 rumbo a  EE.UU.  Si mal no recuerdo vivía en el Reparto Villanueva. Era de complexión fuerte pues creo que también hacia levantamiento de pesas. Es del grupo de Albertico Faya, Ariel Quesada, Pepito Morales, Chicho Cordoví y otros otrora jóvenes que ahora no recuerdo. Se le agradece a cualquiera que sepa de él se comunique con el Sr Andrés (Andresito ) Torres al  305-522-6841,  o a su e-mail: ipctrader@gmail.com; también al correo de  Santiagodelasvegasenlinea@gmail.com. Con agradecimiento de antemano,
Mario A. García Romero
muchomario1945@hotmail.com
Si usted puede ayudar a localizar a este santiaguero, le rogamos escriba a uno de los correos electrónicos más arriba. Gracias a todos por su participación en Santiago de las Vegas en Línea.

martes, 25 de diciembre de 2012

¡Feliz Navidad!

3 ¡TOME LA PALABRA!

por Mario A. García Romero | Miami, Florida

Nuestra patria querida Cuba ha sido muy pródiga en la música, tanto que hemos puesto a bailar a medio mundo con muchos ritmos diferentes. Creo no exagerar si dijera que de Oriente a Occidente no hay pueblo que no haya dado un cantante, un compositor, o un poeta, que haya contribuido a esa diversidad musical. Se le ha cantado a la patria, a los héroes, al amor, a la mujer, a la historia, a jornadas épicas. A la belleza de toda nuestra naturaleza, a costumbres centenarias y a todo lo imaginable. Por eso quiero destacar que también nuestro querido pueblo Santiago de Las Vegas ha hecho su aporte. Hace tiempo quería hablar algo de esto, por el amor intenso a esa música que tan dignamente nos ha representado por más de cien años, por eso quiero citar la obra que da título a este escrito.



Esta canción que nos habla de una época del año tan sensible como la Navidad, que para los cubanos siempre tuvo la gran importancia de reunir a la familia, a los vecinos, a los amigos, sin importar diferencias, lo mismo para cualquier religión, ya se sea agnóstico, o ateo, sin importar el estrato social y otros argumentos que solo hacen dividir. Su autor, Humberto Jauma Puñales, nació en Santiago de las Vegas el día 17 de diciembre de 1908. A los 15 años tocaba en el sexteto Sonora Santiaguera, integró como guitarrista el sexteto Mi Tienda, y más adelante el conjunto Azul Tropical como bajista. Salió hacia Ciudad de México a jugar baseball, pero como la música lo atraía  tanto, tocando el contrabajo tuvo la oportunidad de integrar varios grupos populares, entre ellos las orquestas de Álvaro Ruiz, Rafael Hernández, Gonzalo Curiel y Agustín Lara. En ese trabajo se dio a conocer como compositor y, por su amistad con “El Músico Poeta” (Agustín Lara) y la destacada cantante Eva Garza, quienes lo estimularon al ver su talento, se dedicó por completo a componer. Esta canción fue grabada en agosto de 1958, con el acompañamiento de la Sonora Matancera y la inconfundible voz de Celia Cruz, “La Guarachera de Cuba”, a dúo con el estelar “Flaco de Oro” (Celio González) . Además de este bolero con “La Sonora Matancera”, Celia le grabó el bolero “Cosas que pasan”, la guaracha “Madre Rumba”, también acompañada por Celio González;  y el guapachá  “No te rompas el cráneo”.

También con la Sonora Vicentico Valdés ("La Voz Elástica de Cuba") le cantó los boleros “Solo por rencor” (este número aparece inscripto junto a Rogelio Martínez hijo) y “Algo hay en ti”.

Bienvenido Granda ("El Bigote que Canta") le grabó  el son-montuno “Estás como mango” (letra de Severino Ramos); siguen las grabaciones con La Sonora Matancera en las voces de Nelson Pinedo (Col, El Almirante del Ritmo) con los boleros “Esas cositas” y “Ya es muy tarde”, y el pregón-chachachá “Sixto el Caramelero”; Alberto Pérez Sierra (Cub.) grabó la guaracha “Yo no sé qué me pasa”; Estanislao Sureda (Laíto) grabó “Este chachachá”; Carmen Delia Dipiní (P. Rico) grabó el bolero “Si no vuelves”; Bobby Capó (El Ruiseñor de Borinquen) grabó la guaracha “Ni novia ni luna”, (con letra de Severino Ramos) ; Celio González grabó los boleros “Cosas que pasan” y “Lo estoy notando”; y  el chachachá “No te quedes mirando”, además el mambo-guapacha “Mambo pa’que goce”. Otros importantes solistas y agrupaciones que grabaron su obra son: La Orquesta Aragón, “Noche y Día”, por el gran bolerista Fernando Álvarez; los boleros “Qué más da” y “Recordaré tu amor”; Roberto Faz y su Conjunto y Orlando Vallejo le grabaron separadamente “No importa Corazón”, también “Roberto Faz y su Conjunto” y “Caridad Cuervo”indistintamente le grabaron  la guaracha “Rumberito soy yo”, y el “Conjunto Casino” “Estás como mango”.

En datos tomados de la Sociedad de Autores Musicales de Cuba (a saber) aparecen muchos más números  pues su obra consta de decenas de composiciones, las cuales no he podido comprobar por mi mismo si fueron o no grabadas. De todos modos esta muestra  nos da una idea de la fecunda obra del autor santiaguero, que en unos días hubiera cumplido 104 años.

Murió en Santiago el día 22 de junio de 1971, muy enfermo de diabetes. No tuve trato con él pero sí lo ví muchas veces sentado en la puerta de su casa rasgueando su guitarra. No poseo foto de él, aunque he tratado de contactar con el Sr. Lincoln González, gran amigo santiaguero quien fue su vecino por muchos años y se preocupó por su bienestar, y es posible que por su profesión de fotógrafo le haya tomado alguna instantánea, lo cual sería de gran provecho para que los santiagueros y amigos interesados en la música cubana supieran cómo fue en vida. A Lincoln le agradezco eternamente su ayuda desinteresada, cuando el 22 de junio de 1992, acudió a un acto de recordación a nuestro compositor  y tomó algunas fotos de familiares y amigos que asistieron al mismo. Con mucho esfuerzo, se logró poner una modesta tarja de madera y una fina lámina de bronce, en recordación del lugar donde vivió sus últimos días, en la calle 6 entre 11 y 13, por la misma acera del Ayuntamiento Municipal, a la izquierda de lo que fue la Estación de Policía. Posteriormente se mejoró la tarja haciendo la base que queda incrustada en la pared  con una gruesa lámina de bronce, también muy resistente a la lluvia, pero desdichadamente, sin saber el porqué, desapareció. Entre las cosas de Humberto Jauma que recuerdo nítidamente hay un pregón-beguine “En El Manzanero” (así aparece inscrito el 24 de abril de 1959), que cantaba magistralmente nuestro fallecido trovador Raúl Zequeira, al que le debemos una crónica, al igual que a otras importantes figuras de la música que nacieron y vivieron en nuestra localidad. Esta idea me rondaba hacía tiempo, cuando un comentario de Giselle Balido, escritora y periodista santiaguera, me motivó a pensar y a escribir sobre un santiaguero ilustre. Pienso que si su padre estuviera con nosotros materialmente, enseguida me felicitaría por este trabajo, sin ser yo ni escritor ni periodista, pero que pretende dar a conocer y recordar a un compositor santiaguero, a otro hijo más de nuestra tierra querida que nos ha dado a conocer por su obra. Quiero hacer extensivo el deseo de que todos los santiagueros y amigos que lean estas líneas,  tengan una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo 2013.

P.D. Le agradezco de antemano a cualquier santiaguero que haya conocido a este artista nuestro, cualquier anécdota o información, que pueda enriquecer este trabajo. Muchas gracias, el autor.

Fuentes consultadas: “Diccionario de La Música Cubana, Biográfico y Técnico” (1981) de Helio Orovio Díaz, Q.E.P.D. “Discografía Enciclopédica  de La Música Cubana 1925-1960”, del Dr. Cristóbal Díaz Ayala, donada a FIU Libraries (Universidad Internacional de La Florida), a la cual se puede  acceder  gratuitamente. “Historia de La Sonora Matancera y sus Estrellas” (1996), Colombia, por el Dr. Héctor Ramírez Bedoya.

lunes, 24 de diciembre de 2012

¡Esta noche es Nochebuena!

6 ¡TOME LA PALABRA!

por José Alberto Balido | Miami, Florida

¡Esta noche es Nochebuena! Quizás ya no vayamos al bosque a cortar un arbolito, como decía el antiguo villancico que más abajo nos canta Gloria Estefan; pero lo que no cambia es la importancia de esta noche para la familia santiaguera, alegre ocasión que llama a todas las generaciones a una misma mesa (cosa que en la época actual sucede cada vez menos, y por lo cual esta celebración en la víspera de la Navidad cobra más importancia que nunca).

Nochebuena de 1948 en casa de Eduvigis Montes de Oca Díaz, abuela de nuestro Redactor en Jefe Carlos Valiente Romero.
Aprovechamos, pues, para desearle a nuestra comunidad de santiagueros en línea en todo el mundo una feliz y armoniosa Nochebuena, y que el amanecer les regale una Feliz Navidad. Mañana, por cierto, no pierda la sintonía, puesto que tendremos una sorpresa tan santiaguera como navideña para su deleite musical.

Para concluir, como cuentos queridos que leemos cada año en esta época tan mágica, compartimos una vez más los recuerdos navideños de Carlos Valiente Romero, Roger Balbi Barceló, Leonardo Gravier CortadaJosé Ramón Garrigó PitaMario García RomeroJorge GonzálezConsuelo Hernández Basabe, e Ismael Balido Pérez, q.e.p.d. ¿Recuerda usted Navidades y Nochebuenas de antaño? ¿Por qué no las comparte con Santiago de las Vegas en Línea... y con la posteridad?

jueves, 20 de diciembre de 2012

La Alianza Francesa de Santiago de las Vegas

1 ¡TOME LA PALABRA!

por José Alberto Balido | Miami, Florida

Parlez-vous français?

En Santiago de las Vegas en su época de oro era posible estudiar la langue de l'amour en el enclave local de la Alianza Francesa, reconocida organización internacional fundada en París en 1883 con el expreso propósito de enseñar ese idioma y cultura en todo el mundo. El 19 de junio de 1951 se crea la primera Alianza Francesa de Cuba en La Habana, y Santiago de las Vegas no se queda atrás, fundándose en la Biblioteca Pública "Más Luz" este noble centro de estudios, como nos recuerda hoy este viejo anuncio:

ALIANZA FRANCESA
DE 
SANTIAGO DE LAS VEGAS
Biblioteca Pública "MÁS LUZ"
CURSO DE FRANCÉS PRÁCTICO
1955-1956

Enero 3 - Julio 14

INICIACIÓN AL IDIOMA FRANCÉS:
Martes y viernes 9.00 p.m. Prof. Juan Bundó Puig

ADELANTADOS:

Jueves 9.00 p.m. Prof. Juan Bundó Puig

EXÁMENES:
Examen potestativo al finalizar el curso. A todos los alumnos que hayan asistido con regularidad a las clases de francés se les otorgará un CERTIFICADO DE ASISTENCIA.

LOS ALUMNOS DISFRUTAN DE LAS SIGUIENTES VENTAJAS:

  • Una nutrida biblioteca de obras en francés.
  • Numerosas revistas artísticas, literarias, científicas y de modas editadas en París.
  • BECAS de ampliación y perfeccionamiento del idioma francés en la ALIANZA FRANCESA de la Habana.
  • BECAS de estudio por un año, mediante Concurso-Oposición, en la Escuela Práctica de París.
  • Un plan de estudios moderno y práctico, de acuerdo con las orientaciones pedagógicas de la Escuela Práctica de París.
  • Sesiones de Cine: Películas documentales en "MÁS LUZ". De largo metraje en la Universidad de la Habana.

INFORMES: 

Todos los días de 7.00 a 11.00 de la noche en la Biblioteca Pública "MÁS LUZ".

¿Estudió usted francés en Santiago de las Vegas? ¡Comparta sus recuerdos hoy!

martes, 18 de diciembre de 2012

Nota de duelo: Alicia Tuero Rodríguez

3 ¡TOME LA PALABRA!


Con sincero pesar informamos a todos los integrantes de nuestra comunidad del fallecimiento ocurrido el lunes, 3 de diciembre 2012, de la estimada dama santiaguera, Alicia Tuero Rodríguez, deceso ocurrido en su domicilio de la calle O No. 40916, entre 13 y 15, de nuestro pueblo natal de Santiago de las Vegas, Cuba.

Alicia Tuero Rodríguez desde muy joven fue dedicada y fiel esposa del que fuera legendaria figura del béisbol amateur cubano, ya fallecido, Pedro Campos (“Campito”), primera base del inolvidable team del Club Atlético Santiago, ganadores del campeonato de la Liga Nacional de Baseball Amateur de Cuba de 1956.

Miembro de una muy querida familia de nuestro Santiago, Alicia y sus hermanos fueron hijos muy queridos del estimado matrimonio que formaban el dilecto caballero Sr. Piro Tuero y su dedicada esposa Sra. Teresa Rodríguez; humilde, laboriosa, pero muy significativa familia santiaguera que siempre se destacó por su arduo trabajo en la organización de muchas de las actividades sociales y deportivas de nuestro pueblo en su época de oro, como eran los carnavales y sus comparsas, construcción de las carrozas del Centro de Instrucción y Recreo, así como su entusiasta apoyo a todas las actividades de nuestro team de béisbol representado por el Club Atlético Santiago.

Descanse en paz nuestra coterránea Sra. Alicia Tuero Rodríguez, y al mismo tiempo reciban todos sus familiares y amigos nuestras más sinceras condolencias.

Nuestro agradecimiento a Juan Francisco Cancio Lazo, distinguido pintor santiaguero, por hacernos llegar esta triste noticia.

Redacción: Carlos Valiente Romero

lunes, 17 de diciembre de 2012

Gacio, la magia del circo, de la televisión y de Mandrake el Mago

19 ¡TOME LA PALABRA!

por José Evidio García | Madrid, España

Guardo en la memoria un grato recuerdo de mi paso por las aulas de educación primaria del que fuera el Colegio Gacio, de Santiago de las Vegas, donde cursé la educación primaria a partir del primer grado, comenzando a finales de los años cuarenta del siglo pasado, hasta terminar el sexto a mediado de los cincuenta.

Sin embargo, este escrito no va dirigido a sus profesores, los que recuerdo con cariño y agradecimiento, ni siquiera a la práctica docente del plantel, sino a las variadas actividades extraescolares que organizaba el propio director y prestigioso profesor Luis Gacio Herrera, las que, seguramente, sus exalumnos recordarán.

Edificación donde funcionaba el Colegio Gacio en la década de los años cincuenta del siglo pasado, situada en el Reparto Tessie.
Circo Ringling

Corría la primera mitad de la década del cincuenta y al comienzo del mes de diciembre de cada año desembarcaba en la ciudad de La Habana el mundialmente famoso circo norteamericano Ringling Brothers and Barnum & Bailey o, sencillamente, Circo Ringling, cuyos acróbatas, trapecistas, malabaristas, domadores y payasos hacían las delicias de grandes y chicos.

Para ofrecer su grandioso espectáculo al público de la capital, de sus barrios y de los pueblos cercanos, el circo levantaba sus instalaciones en el que fuera Palacio de Convenciones y Deportes, edificio de forma redonda y con gradas de concreto rodeando todo su interior, muy similar al que actualmente existe en la Ciudad Deportiva de Vía Blanca y Avenida de Boyeros. En aquella época el antiguo Palacio se encontraba situado al final de la calle Paseo del Vedado, en el mismo lugar donde está ahora el hotel Habana Riviera.

Por aquel entonces la avenida del Malecón y el muro que separa la tierra firme de las aguas del Estrecho de la Florida no llegaban todavía hasta ese lugar. En lo que hoy ocupa lo que es la continuación de esa avenida, incluyendo el famoso muro, sólo existían arrecifes tipo “diente de perro”. En la línea costera y adentrándose en el mar aún quedaban los restos de lo que antes habían sido baños o pocetas utilizadas por los antiguos residentes de esa barriada del Vedado para darse chapuzones en el mar los meses de verano. Durante las dos primeras semanas de diciembre el circo mantenía funciones diarias y el público podía visitar también, en esa área exterior cubierta de arrecifes y contigua al propio Palacio, los elefantes y las fieras encerradas en sus respectivas jaulas, que una vez comenzada la función formaban parte
también del espectáculo circense.

Para que pudiéramos asistir a la función, el Colegio Gacio suspendía durante una tarde completa las clases y después de almorzar partíamos rumbo al Ringling en ómnibus fletados. Una vez dentro del circo, desde el mismo inicio del espectáculo la atmósfera mágica que nos envolvía a todos nos mantenía pegados a las gradas. Casi sin pestañar siquiera no perdíamos ni un solo detalle de lo que ocurría dentro de la pista, en sus alrededores, o en lo alto de la cuerda floja, o en los trapecios. Siempre me he preguntado cómo del interior de un pequeño automóvil Renault de los años 50, que aparecía silenciosamente en escena y se detenía en el centro de la pista, podían salir alrededor de quince payasos. Aquello era algo similar una chistera gigante de un mago, pero en lugar de palomas o conejos los que aparecían como por arte de magia eran payasos. Mágicos también parecían ser los grandes granizados de diferentes colores y sabores que los vendedores ambulantes del circo
pasaban reiteradamente por las gradas ante nuestros ojos, sin que el hielo llegara nunca a derretirse como si fuera hecho de plástico.

La televisión

El día 28 de enero de 1953 se conmemoraba el centenario del natalicio de José Martí. Ese mismo día por la mañana Santiago de las Vegas se vistió de gala y todos los colegios del pueblo organizaron un desfile que recorrió sus calles en homenaje al apóstol de la independencia. A la cabeza del bloque de alumnos del Colegio Gacio iba la banda del plantel haciendo sonar sus tambores, seguida de una carroza en forma de farola del Morro construida expresamente para el desfile; junto a ésta o detrás continuaba un grupo de alumnos vistiendo ropas de época representando escenas alegóricas a la vida de Martí y, por último, el resto de alumnos de la escuela con sus uniformes reglamentarios.

Profesores de Gacio en el jardín interior del colegio, junto a la carroza en forma de farola del Morro construida expresamente para participar en el desfile del centenario martiano el 28 de enero de 1953.



Por aquella época la magia de la televisión constituía un fenómeno nuevo en Cuba. Tres años antes, en 1950, el empresario cubano de la radio Gaspar Pumarejo había adquirido una planta de televisión de segunda mano en los Estados Unidos. Pumarejo instaló los equipos en su propia vivienda, en el edificio situado en la esquina de las calles Mazón y San Miguel, colindante con el Museo Napoleónico, en La Habana. En ese lugar, el 24 de octubre de 1950, inició las primeras transmisiones para la provincia habanera el canal 4, bajo el nombre de Unión Radio Televisión. Cuba se convertía así en el tercer país de toda América, después de Estados Unidos y México, en tener televisión. Realmente parecía cosa de magia que aquellos primeros aparatos con forma de caja cuadrada y pantalla de cristal pudieran reproducir imágenes en movimiento en blanco y negro en la propia sala de las casas sin emplear película cinematográfica alguna, al contrario de los proyectores utilizados en las salas de cine.

En el mes de febrero, días después de efectuado el desfile, los alumnos del Colegio Gacio tuvimos el privilegio de ser invitados a participar en “La Escuelita de Rosendo Rosell”, programa vespertino infantil que transmitía de lunes a viernes el propio canal 4 de televisión. Una vez comenzada la emisión del programa, el animador Rosendo Rosell presentó el colegio y expuso a los televidentes la razón de nuestra visita, relacionada con el centenario del nacimiento de Martí. A continuación los alumnos invitados comenzamos a subir en fila india por la escalera que conducía desde la calle San Miguel hasta la azotea del edificio, en dirección al set donde se estaba televisando ya el programa. En realidad era un estudio de televisión improvisado, compuesto por varios sets al aire libre, situados uno a continuación del otro, aprovechando así la propia estructura de la azotea, más larga que ancha. Sólo la mitad del ancho de la azotea estaba cubierta con un cobertizo construido al efecto a todo su largo. Este cobertizo cubría solamente la parte correspondiente a la escenografía de los sets y a las cámaras. Al finalizar cada programa las mismas cámaras se trasladaban de un set a otro, con una escenografía diferente, para continuar con el siguiente programa después de haberse consumido el tiempo de publicidad. El set de la “Escuelita” se encontraba, justamente, en el set ubicado al final de la azotea.

Participación del Colegio Gacio en el programa de televisión La Escuelita, en febrero de 1953. A la izquierda se puede ver al propio animador del programa Rosendo Rosell dentro del set.
Durante la transmisión, los alumnos de Gacio comenzamos a desfilar, de acuerdo con un guión previo, en pequeños grupos o en solitario, unos con las mismas vestimentas utilizadas el día del desfile en el pueblo y otros con el uniforme de la escuela. Una vez frente a las cámaras, la voz del animador Rosendo Rosell comentaba cada escena. Mi intervención, entre asombrado y nervioso, consistió solamente en pararme delante de una de las cámaras y mirar fijamente el piloto rojo encendido encima de la misma, como me habían orientado. Entre las manos sostenía un cartel alargado donde se podía leer la frase “La Edad de Oro”, al mismo tiempo que la voz fuera de cámara de Rosell comentaba esa obra martiana.

Después de finalizar cada escena teníamos que continuar moviéndonos ininterrumpidamente en dirección de nuevo a la escalera, para alcanzar la calle, subir a los ómnibus que nos esperaban estacionados en la calle Mazón y regresar a Santiago una vez que terminara el programa. ¡Aquel día la televisión pasó de ser mágica a convertirse en real, pues de simples espectadores nos habíamos convertido en protagonistas metiéndonos a todos, al menos durante algunos instantes, dentro de aquella caja llamada televisor!

Mandrake el Mago

Casi como si fuera una norma establecida de antemano, Mandrake el Mago hacía una visita anual al Colegio Gacio. Un día determinado Gacio suspendía la sesión de clases de la mañana para que pudiéramos disfrutar la actuación del mago. Mandrake era alto, algo corpulento, con pelo negro un poco rizado y bigote. Lo recuerdo enfundado siempre en un chaquetón beige, haciendo aparecer y desaparecer objetos. Era todo un reto cazarlo en un fallo para descubrir cómo hacía los trucos.

Uno que me llamaba mucho la atención era el que realizaba utilizando una jarra metálica a la que no se le terminaba el agua. El truco consistía en verter el líquido en un vaso e irlo llenando hasta que no salía más agua. Después el agua volvía a aparecer en la jarra, el mago volvía a llenar otro vaso, ésta se vaciaba de nuevo y así lo repetía varias veces. Después de pasados varios años, cuando ya hacía tiempo había dejado de ser alumno de Gacio, hallé un libro titulado “Prestidigitación al alcance de todos”, de un autor nombrado Aldo Musarra. No dudé en comprarlo y casualmente, en una de sus páginas, encontré ilustrado y explicado cómo se hacía aquel truco. Finalmente mi curiosidad quedó satisfecha.

Años después, en cierta ocasión me encontré de nuevo con Mandrake el Mago. Actuaba en una actividad infantil organizada por una empresa como atención social a los hijos de sus trabajadores. ¡Aquel era el mismo Mandrake que yo había conocido hacía más de treinta años atrás!

Terminada su actuación pude abordarlo, conversar con él y recordar los viejos tiempos cuando realizaba su magia ante los alumnos del Colegio Gacio. A pesar de los años transcurridos lo había reconocido de inmediato. Era el mismo hombre alto enfundado en el mismo chaquetón beige que yo recordaba de sus actuaciones de antaño en mi etapa de alumno de primaria. Además, su cara y pelo negro medio rizado no habían cambiado mucho. Tenerlo frente a frente era como si estuviera viendo una vieja foto de él sin que el tiempo hubiera pasado. En ese momento no tuve la menor duda que se trataba de un gran mago. Tenía que serlo para, prácticamente, no haber envejecido en todos esos años. ¡Eso sí que era magia de verdad! Desgraciadamente a estas alturas de mi vida todavía no he encontrado ningún libro, ni manual alguno, que me explique cómo se hace ese truco.

Madrid, 12 de diciembre de 2012

sábado, 15 de diciembre de 2012

Mi homenaje a la Revista del Centro

5 ¡TOME LA PALABRA!

por Carlos Valiente Romero | Tampa, Florida
[Artículo publicado en la Revista del C.I.R., Época IV, Año II, No. 1, mayo de 1955]

Cumple un año la Revista del Centro; un año glorioso que culmina tras el trabajo creador y el esfuerzo tenaz por mantener activa nuestra publicación, en el campo luminoso y orientador de las letras.

Hemos recorrido el abrupto camino que representan doce meses de lucha; de luchas y de triunfos, de los cuales quedan como testigos de nuestra marcha triunfal los números editados. Ellos son como trofeos que honran al C.I.R., Institución cimera de nuestra comunidad, que ha sabido orientar en todos los tiempos, por los senderos de la civilización y la cultura, a esta gran ciudad que ya es Santiago de las Vegas.

Hoy estamos de plácemes todos los que echamos sobre nuestras espaldas el honroso deber de publicar la Revista del C.I.R., sin más garantía entonces, que nuestra voluntad y nuestra acendrado optimismo por todo lo que redunde en beneficio y honra del Centro y sus cosas.

Son las instituciones como el Centro de Instrucción y Recreo las que nos permiten ser optimistas en las grandes crisis materiales y espirituales. Son como focos de luz eterna que nos guían en la incertidumbre. Son amables refugios que siempre tienen sus puertas abiertas a todo noble anhelo de superación.

Al Centro vinimos, hace ya un año, acompañados de un grupo entusiasta de compañeros, para ocupar la honrosa posición de Presidente de su Sección de Cultura. No desconocíamos entonces las cualidades que se requieren para poder llenar a cabalidad este honroso cargo, que exige por sobre todas las cosas, seriedad, madurez y amplia cultura que unidas a una gran dosis de buen juicio, de ecuanimidad y de amor a la organización, hacen que se triunfe en esa escuela de responsabilidades que es el C.I.R.

Dicho todo esto es fácil comprender la difícil tarea que se nos presentaba al grupo de jóvenes, que como el autor de estas líneas, carecemos no sólo de la suficiente cultura, sino de esa madurez y constancia en los propósitos que sólo los años dan.

No obstante, deseosos de triunfar, comenzamos nuestra labor; allí estaban a nuestro lado para iniciar la grata tarea de revivir la Revista del Centro, nuestro entrañable amigo Orlando López (Nano), serio y laborioso, cumplidor exacto de las tareas a él encomendadas; nuestra estimada compañera Mercedes Fernández, periodista por vocación, editorialista y Jefe de Redacción insustituible del C.I.R.; Miguel A. Cancio, Nelson Victoria, Gerardo Pedrera, Ardelio Artiles, jóvenes entusiastas que completaban el primer Cuerpo Administrativo de la gloriosa publicación que iniciaba su cuarta época. Asimismo, siguiendo de cerca nuestros pasos, han estado cada mes las palabras de aliento y el trabajo personal de Jovino Álvarez San Jorge, valor positivo de nuestra Institución, que ha unido a su labor tesonera de Presidente Social el esfuerzo grandioso de publicar nuestra Revista; y junto a él, es digno consignar, la presencia en el trabajo realizado de su diligente y entusiasta esposa Sra. Elena Gutiérrez, redactora de la Crónica Social.

Y ha triunfado la Revista del Centro; frente a los vaticinios de los “videntes” que le daban de plazo dos tiradas para su extinción, se alza altiva cada mes, como bandera gloriosa que al flamear el viento del progreso esparce por todo nuestro medio las siglas inmortales: “C.I.R.”

Hace treinta y tres años que apareció por primera vez nuestra querida publicación, cuando por acuerdo de la Sección de Bellas Artes del Centro de Instrucción y Recreo, a propuesta del brillante periodista santiaguero Francisco Simón V., se comienza a editar el dia 1° de diciembre de 1921.

Formaban su primer Cuerpo de Redacción y Administración: Arturo Rodríguez de la Cerda, Presidente Social; Ángel Ma. Velasco, Francisco Simón V., Teodoro Cabrera, Mariano Albadalejo, Pedro N. Aguiar, Rodolfo Arango, Mario Plasencia, Francisco Montoto, Alicia Plasencia, Adolfo Cortada (el conocido Hernán de Cortadaz), Guillermo Gener, Gabriel Gravier, Manolo Rojo, Mario Figueredo, Alberto Fonseca, el gran educador santiaguero, etc., etc.

Después de dos años publicándose quincenalmente, finaliza su primera época con la última edición de febrero 15 de 1923.

Transcurren entonces cinco largos años de inactividad, hasta que por iniciativa del inolvidable luchador centrista, Enrique Román Valdés, se logra nuevamente su publicación en 1928. Es así como nace su segunda etapa, en la que se destacan por su labor al frente de la misma los meritísimos asociados Palmiro Ortega Álvarez, Manuel Perera y el propio Enrique Román, los que logran, tras brillante esfuerzo, mantenerla hasta diciembre de 1931.

El día 15 de junio de 1936, bajo la presidencia de Palmiro Ortega, renace nuevamente la Revista del C.I.R., esta vez bajo la dirección del brillante poeta santiaguero Pedro N. Aguiar, que contaba con la eficiente colaboración de Eduardo Salinas, Ricardo Álvarez, Francisco del Amo y Luis Beiro, los que la publican por espacio de dos años, dando término finalmente a su tercera época.

No obstante, recientemente, la Directiva Social que presidiera el digno asociado Dr. Armando Olivera Jiménez, publicó en el año 1953 un número extraordinario de la Revista, como memoria del trabajo realizado por dicha Directiva en nuestra Institución.

Queda pues aquí, en estas páginas, constancia eterna de la sincera e inmensa alegría que hoy nos embarga, porque estamos seguros que este Aniversario de la Revista del Centro, que hoy conmemoramos, representa un rotundo triunfo de los que honran al C.I.R.; a ese C.I.R., al que aún le quedan muchas victorias por conquistar; todavía se ven allá a los lejos montañas enormes, gigantescos obstáculos que parecen infranqueables, pero no importa, al igual que hace un año en el renacer glorioso de nuestra Revista, un pequeño ejército de voluntades avanza, avanza siempre y a cada obstáculo  un formidable grito de optimismo sale del pecho de cada soldado: ¡¡FE Y ADELANTE!!

Ramón Rodríguez Padrón, Carlos Valiente Romero, y Julián Parra Hernández, tres jóvenes que triunfaron en el C.I.R.

domingo, 9 de diciembre de 2012

La inspiración del poeta

1 ¡TOME LA PALABRA!

por Leonardo Gravier | Coral Gables, Florida

En su comentario sobre los sonetos publicados recientemente en este sitio (de Gabriel Gravier [derecha] y de José Alberto Balido), llega Giselle a la esencia misma del objeto del estro poético. Ella afirma, con mucha razón, que "sin duda la visión poética no se limita a los grandes temas". Menciona la "Oda a los calcetines" de Neruda, que consideraba a sus pies inaceptables, como dos decrépitos bomberos, indignos de aquel fuego— así describía el poeta chileno su agradecimiento por aquellos “calcetines celestiales”—. En su tratado de Estética distingue Juan Plazaola entre lo bello visible y lo bello invisible; los griegos distinguían entre el “ethos” y el “pathos”.

Como yo lo entiendo, entre otras explicaciones, el ethos era la interrelación entre el artista y la cosa; el pathos era la correspondencia entre el público y el artista. En otras palabras, el ethos motivaba al artista por causa de aquello que lo inspiraba (que podía ser cualquiera cosa). Esa “cosa” puede tener un bello invisible, como los calcetines de Neruda, la urna de Julián del Casal, la golondrina de Juan Clemente Zenea, la “jarra de Talavera” de Pedro Mata, y otras nimiedades. El poeta argentino Celedonio Flores, le dedicó un poema a su “viejo smoking”. Eran tantos los recuerdos que le traía el viejo smoking, que a pesar de que todas las demás pertenencias habían ido “de cabeza pa’ el empeño”, sólo el smoking había quedado, puesto que para él era un sueño. A este poema puso música de tango Guillermo Barbieri en 1930. Lo cantó, entre otros, Carlos Gardel (enlace a un vídeo musical); y lo admiró el genial Jorge Luis Borges.

Ahora quiero que llegue a la sensible Giselle, — a la que por mucho tiempo conocía como la autora de Cubantime y sólo hasta hace poco tiempo, la identifiqué como hija del matrimonio amigo de Ismael y Consuelo Balido— un poema de mi padre, Gabriel Gravier, dedicado a las viejas prendas de vestir, que no desechaba porque les recordaban a nuestra patria y aunque ya raídas, conservó hasta sus últimos días:
                           
Pero no los boto
                     
Tengo unos zapatos que traje de Cuba;
tengo unas camisas, confección de allá
y tengo corbatas y tengo un “Petronio”
de hechura impecable, como aquí no hay;
y unas guayaberas de holanda blanquísima
de finas alforzas, que ya no dan más;
y algunos pañuelos a “lausí” bordados
y otras tantas cosas que viejas están.
Pero no las boto, porque representan
amados recuerdos de tiempo mejor;
parece que hablan, que sufren, que lloran
cual si comprendieran la preocupación
que a solas me embarga por la triste ausencia
de la dulce patria que allá se quedó.
Nostalgia que hiere, presencia que mata;
yo mismo me siento que ya yo no soy
el que de ilusiones vivía encantado
y el alma reía por el corazón.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Soneto: A la revista del C.I.R.

4 ¡TOME LA PALABRA!

por José Alberto Balido | Miami, Florida

Desde que el primer poeta grabara en sus tablillas de barro la Epopeya de Gilgamesh, se han escrito versos a cuanto fenómeno ha captado la imaginación: amor, vida, muerte, una flor o un ocaso, todo aquello que estremece el alma y nos hace sentir intensamente humanos. Hoy, sin embargo, hojeando una vieja revista santiaguera de hace 90 años, nos sorprende el insólito tema de un soneto octosílabo de una de nuestras mayores estrellas literarias, dedicado nada menos que...

A la Revista del C.I.R.
por Gabriel Gravier Delgado

Brotas vívida y riente
flor de luz y de quimera
que llenara placentera
de perfumes el ambiente.

Cual en la selva silente,
ruiseñor, tu melodía,
sea una nota en la armonía
del verbo azul y fulgente.

Si para colmar tu anhelo
quieres ascender al cielo
de la noble aspiración,

sin que lo tomes a gala,
como un peldaño, en tu escala
yo pondré mi corazón.

Conmovido por tan apasionada expresión consonante y métrica, me atrevo a dedicar, sin pretender compararme, este sencillo soneto a nuestro inmortal poeta, a quien tanto le debemos por salvar viñetas de nuestra historia municipal en clave de poema.

A Gabriel Gravier Delgado

Prueba más que ineludible
de que el alma del poeta
es capaz de hacer sublime
el más humilde de los temas:
desde una negra anciana
olvidada y harapienta,
hasta piedras soleadas
—o una revista vieja—

De Gabriel Gravier Delgado
ya nada nos sorprenda;
su verso es un caballo
que se desboca sin rienda,
cabalgando por Santiago
en la noche santiaguera.

Interpretación artística: Un caballo fantasmagórico galopa por la calle 13 de Santiago de las Vegas, fotografiada a finales de los años 1950 por Marcos Ruiz Rubio.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

El aromático heraldo de la Navidad

6 ¡TOME LA PALABRA!

por José Alberto Balido

Ha llegado diciembre, mes predilecto de los niños — y de los niños que todos llevamos dentro. Tiempo, con sus noches largas, de dulce melancolía; de anticipación de alegrías por venir, y de recordación de alegrías vividas. En Santiago de las Vegas, como en toda Cuba, aparecía a principios del mes, como heraldo de la Navidad, una flor blanca y aromática, que por razones obvias se llegó a llamar "aguinaldo" (del latín hoc in anno, "en este año", sospechan los sabios de la Real Academia).

"Navidad en nuestra época (a principio de los años 40) no era regalos, luces y Santa Claus", nos contó hace ya cinco años nuestra Directora Emérita Consuelo Hernández Basabe. "La Navidad de nuestra niñez empezaba cuando veíamos los primeros aguinaldos en las cercas de las fincas de Bacallao y Acuña (calle 17 entre 12 y la línea del tren); las flores de pascua, que en Cuba son espectaculares; el "tiempo de frío", como le decíamos los niños al invierno; y las personas felicitándose en las calles. La Nochebuena era algo tan especial, o por lo menos eso era lo que sentíamos nosotros."

Rivea corymbosa, esta flor que trepa por nuestros recuerdos como trepaba por las calles de Santiago, tiene su historia interesante: conocida por los indios yucatecas como xtabentún (enredadera que crece en la piedra), es una enredadera grande y leñosa de la familia de las convolvuláceas. Es nativa de América, donde crece desde el sur de México hasta Argentina. Por el atractivo de sus grandes hojas en forma de corazón y sus flores blancas, en forma de campana, se cultiva como ornamental; en Cuba se aprovecha también la riqueza de su néctar para elaborar una miel clara y aromática. La romántica leyenda de Xtabay trata de esta flor.

Las semillas, redondas y de color café, contienen amida de ácido lisérgico, hidroxietilamida de ácido lisérgico y ergonovina. Fueron y son utilizadas por chinatecos, mixtecas, mazatecos y zapotecos en Oaxaca para ritos de adivinación, encontrar objetos y personas perdidas y diagnosticar enfermedades. Antiguamente se utilizaban también estas semillas en las ceremonias previas a los sacrificios humanos, ya que la ingestión de las semillas provoca una sensación de euforia, despersonalización y posteriormente sueño; de hecho, sólo se diferencia del LSD por el cambio de dos átomos de hidrógeno por dos grupos de etilos.*

¿Recuerda usted los aguinaldos de Santiago de las Vegas?

*Fuente | Wikipedia


lunes, 3 de diciembre de 2012

Torres, grutas y cruces: controversia en Santiago de las Vegas

2 ¡TOME LA PALABRA!

por José Alberto Balido | Miami, Florida

Tras la reciente publicación de una breve nota histórica sobre la gruta de Nuestra Señora de Lourdes junto a la puerta norte de la iglesia parroquial de Santiago de las Vegas, ha surgido una apasionada voz en su contra, hallazgo inesperado entre las páginas de una Revista del Centro de Instrucción y Recreo del año 1955 en nuestra colección. En su artículo "Desdén hacia lo histórico", el respetado profesor y fundador en el año 1937 de la original Escuela Superior del C.I.R., Víctor Aguiar Cruz, aboga por la conservación de nuestros monumentos históricos respetando su estilo y arquitectura originales. Lamenta asimismo la destrucción de la sencilla Cruz Verde que marcaba el sitio donde se celebró la primera misa y fundación de Santiago de las Vegas, y su remplazo por el moderno monumento que aún hoy sigue en pie; y quizás más que ninguna otra alteración, deplora la cúpula hexagonal que alteró por décadas el perfil del templo católico santiaguero, hasta su demolición en una reciente restauración.

Estemos de acuerdo o no con las fuertes palabras del autor contra las autoridades civiles y eclesiásticas responsables, es indiscutible que Víctor Aguiar Cruz, aún sin saberlo, estaba a la vanguardia de un movimiento de conservación histórica que tardaría décadas en aparecer en todo el mundo; uno más de tantos hombres y mujeres que produjo nuestro suelo, que vivían adelantados a su tiempo.

El siguiente texto, extraído de un artículo más largo que incluía la reacción del autor a similares situaciones en La Habana Vieja, queda como elocuente testigo del rico hervidero de opiniones que fue nuestro Santiago a mediados del siglo XX.

Desdén hacia lo histórico
por Víctor Aguiar Cruz

Década 1950: La Cruz Verde.
... ¿No está reciente casi la destrucción de la Cruz Verde con la indiferencia plena del alcalde anterior? ¿No se ha roto así un eslabón más de nuestra historia local, tan necesaria de recordación cuando va desapareciento lo que nos resta de pueblo provinciano y que le dio vigencia? La iglesia misma ¿no es un puro adefesio expuesta al querer multiforme del sacerdote de turno que ha de regentearla?

Al efecto, veamos lo que ocurre a este edificio y las modificaciones sufridas: Tenía dos torres y le hicieron otra. Con esto se va al diablo aquello de la cruz latina, típica de las clásicas construcciones católicas. Eso poco importa: la cuestión es hacerla, aunque los mosaicos de la cúpula contrasten lastimosamente con la superficie de las otras y la forma exagonal de la torre disienta de las dos cuadradas.

1951: La controvertida cúpula de la iglesia de Santiago de las Vegas.
¿Que hay que mejorar la iglesia para hacerla confortable? Pues allá va un grupo de habitaciones altas y bajas que arrancan de cuajo la encantadora escalinata exterior de piedra y que era la admiración de propios y extraños. ¿Que se quiere evocar a Lourdes y su famosa gruta? Pues se hace una de concreto pegada al contrafuerte y la pared y se llena de conchitas y de luces. Allí luce mejor la Virgen que situada en los altares y sobre todo es novedoso.

El Padre Jovaní con un grupo de fieles devotos junto a la Gruta. A la derecha, aún se aprecia la bella escalinata de piedra.
Y así por el estilo, con lámparas, imágenes, con todo. A la mentalidad esclarecida de los santos varones que allí moran no se asoma siquiera la idea de conservar el estilo, el carácter de la época, y ajustar las mejoras que introduzcan al canon de lo primitivamente hecho. Parece como si tuviesen el prurito de contruir destruyendo, sin respetar (ellos, tan apasionados de lo antiguo y lo dogmático) el valor de las piedras como vehículo de devoción. Creen superar la iglesia haciendo de ella una casa de apartamientos, como si esa vulgaridad limpia y pulida no engendrase frialdad e indiferencia.

¡Que le vamos a hacer! Se pecaría de ignorantes si pretendiéramos ajustar el criterio de cierta gente a nuestro modo de pensar. Desdichadamente el mundo es así y hay que acatar lo hecho sin que esté en nuestras manos el evitarlo.

La escalinata y balcón en 1882.
Lo que sí no puede evitarse es que emitamos la opinión consecuente a la ejecución de un disparate. Como cubanos, como personas conscientes en una sociedad civilizada y culta ponemos el grito en el cielo cada vez que algo de eso sucede. Y si barbárica resulta la supresión de Fernando VII en un parque público por pujos patrioteros que nada dicen a la sensibilidad moral del cubano, harto ya de poses y palabras falsas, también lo es la destrucción de monumentos como la Cruz Verde, que mucho nos hablaba de una iglesia rústica más allá de la refriega y rebeldía de los vegueros por el estanco del tabaco, o las reformas estúpidas en la de ahora, injertándole grutas, torres y apartamientos que han roto la belleza y el encanto tradicionales en nuestro templo mayor.

1917: El joven Víctor Aguiar Cruz, segundo de izquierda a derecha, en la Sala de Concejales del Ayuntamiento de Santiago de las Vegas.
Como santiaguero que soy aquí va mi protesta. Y con ella la de muchos que en la calle, en la casa, donde quiera, sin otro vehículo disponible que la conversación, han criticado acerbamente cuanto se ha hecho sin la más remota posibilidad de rectificación.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Hechicera nocturna: un soneto de Graziella Garbalosa

1 ¡TOME LA PALABRA!

por José Alberto Balido | Miami, Florida

Entre los literatos santiagueros enumerados en la Bibliografía recién publicada en este sitio aparece el nombre de una poeta y escritora de indiscutible talento y profundas raíces santiagueras: Graciela Garbalosa (1896-1977), o Graziella, como prefería ser conocida. Luchadora por la igualdad femenina y mujer de vanguardia social así como literaria, en más de una ocasión escandalizó la sociedad de la primera mitad del siglo XX con hazañas que a la luz de hoy puedan parecer si no normales, tampoco atrevidas en exceso. Vivió muchos años entre Cuba y México, donde dio a luz a gran parte de su obra, manteniendo correspondencia y amistad con grandes intelectuales y artistas de la época; hasta el mismísimo muralista mexicano Diego Rivera en 1956 dejó inconcluso un "Desnudo de Graciela Garbalosa".

Hoy, gracias a la Internet, resucitamos un soneto olvidado de nuestra Graziella — nada atrevido, por cierto, pero sí misterioso y evocador.

Hechicera nocturna

Sube hasta el alto cielo la torre del castillo,
y la luna se esconde tras la plateada nube
que tamiza la luna con fantástico brillo
y la muestra a mis ojos como un rubio querube.

Por la ojival ventana una corneja ronda
y una sombra silente por las almenas vaga,
que al mirarla la luna revuela hacia la fronda
¡porque la luna sabe sus hechizos de maga!

Va recogiendo ortigas de los altos aleros,
desciende hasta los fosos donde da lastimeros
alaridos que llenan el ambiente de espanto.

¡Es el ánima en pena de una vieja sibila
que en el aire cabalga y en la noche vigila
por las almas que sienten su fatídico encanto!