Hemos llegado, queridos lectores santiagueros, al último día de un año más. Un año difícil, sin duda alguna: no solo en Santiago de las Vegas, en todo el mundo, con guerras por todas partes, una crisis climática que cada día va para peor, refugiados, inflación, erosión de libertades... Por eso, aprovechemos este breve momento para recordar que no siempre fue así, y que hubo una vez un pueblecito entrañable, tranquilo y próspero, donde cada año en esta época de fiestas los vecinos se felicitaban de buena fe, y hasta los comercios (como La Casa Grande en 1937, abajo) y publicaciones locales (como la Revista del Centro de Instrucción y Recreo hace 70 años, arriba) expresaban su alegría y buenos deseos de un futuro mejor.
Así pues, al igual que estas voces de ese pasado ya lejano, pero no por ello menos añorado, le deseamos un 2025 que colme de paz, salud y prosperidad a usted y a su familia, y que nunca y jamás olvidemos de dónde venimos, todo lo que fuimos, y todo lo que algún día podremos ser.
¡Feliz Año Nuevo!