por Bernardo (Cuquito) Tuero Rodríguez | Santiago de las Vegas
Vicente Jovaní Más Retrato al óleo por Mario Naranjo. 1956 Iglesia Parroquial Stgo. de las Vegas. |
Mossèn Vicente Jovaní Más, quien fuera el Cura de nuestra Iglesia Parroquial Mayor por cerca de 20 años, nació en la villa de Vallibona, en la comarca de Morella, Provincia de Castelló (parte de la actual Comunidad Autónoma de Valencia), España, el día 14 de febrero de 1898.
Hijo de un modesto y católico matrimonio, fue él el segundo de los hermanos entre José y María, prole que fue en aumento con el nacimiento de sus otros hermanos: Saturnino, Manuel y Fidel.
Quedó huérfano de padre a muy temprana edad y con vocación sacerdotal ingresó en el Colegio de Vocaciones Eclesiásticas de San José, en Tortosa, en el curso de 1911, concluyendo sus estudios en 1923.
Cantó su primera misa en la Iglesia Parroquial de su pueblo natal el día 24 de junio de ese mismo año.
En julio el Obispo lo nombró coadjutor de la propia Parroquia de Vallibona. En 1925 se le confió el curato de Bójar, que regenteó hasta enero de 1927, mientras cumplía con su servicio militar.
Embarcó en febrero de 1927 en el puerto de Santander rumbo al continente americano, llegando a Cuba el 15 de marzo de ese mismo año, siendo aceptado por el Arzobispo de La Habana, posesionándose de la Capellanía de la Residencia de los PP Jesuitas de La Habana. En 1928 es nombrado Párroco del Guatao y Capellán de los Noviciados Escolásticos de los Hermanos de La Salle.
Dos hechos fundamentales de su paso por esa parroquia fueron la construcción de una capilla dedicada a Nuestra Señora la Virgen Santísima de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, en Punta Brava y su trabajo evangélico en las instalaciones del Instituto Reformatorio para Varones Menores, ubicado en la finca “Torrens”, cosechando por ocho años éxitos en el levantamiento moral de numerosos de aquellos jóvenes descarriados allí recluidos propiciándoles el retorno a la sociedad como personas útiles y regeneradas e igualmente convirtiendo a muchos de ellos a la fe católica.
Ese trabajo social lo llevó a cabo por su propia voluntad, sin recibir remuneración alguna por ello, demostrando el carácter desinteresado y eminentemente misionero de su labor. Organizó también una banda de música en el Reformatorio y llegó a ser tan querido y amado por los reclusos que a su llegada al Reformatorio era recibido con vivas y aplausos.
El 4 de septiembre de 1939 toma posesión de la Parroquia de Santiago de las Vegas.
La iglesia parroquial cuya construcción data del 18 de febrero de 1694, se hallaba en total ruina material. Una tarea primordial que él enfrentó fue proponer a sus feligreses acometer la más acabada y espléndida restauración del templo, llamado que fue recogido por los parroquianos, acometiéndose las obras de inmediato, las que concluyeron años más tarde.
En Septiembre de 1943 inaugura en nuestra iglesia la Gruta a Nuestra Señora de Lourdes y Santa Bernardeta (abajo).
Viaja a España en 1947 después de 20 años de ausencia, donde en su pueblo natal le ofrecen una cálida bienvenida. Durante su estadía en España, visitó a pudientes cubanos residentes en ese país, obteniendo cooperación económica para la adquisición de ornamentos sagrados, libros litúrgicos, custodias, vasos sagrados, campanas, imágenes y el Vía crucis para el templo de Santiago de las Vegas.
De España viajó a Tierra Santa, Roma y a Lourdes. A su regresó visitó la ciudad de Vinaroz y percibió la idea: si acaso volviera a España, en mi ancianidad, aquí en Vinaroz será mi sepulcro.
Regresó a Cuba y los feligreses de su parroquia de Santiago de las Vegas vieron repoblarse en imágenes y nuevo mobiliario español los altares y la sacristía.
El 6 de junio de 1948, bendice y se expone públicamente la escultura del Sagrado Corazón de Jesús en el centro de las dos torres de la entrada principal de nuestra iglesia (abajo derecha), traída por él desde Vinaroz, en la Provincia de Castelló, España.
El 27 de junio de 1948, celebra en la Iglesia Parroquial de Stgo. de las Vegas, los veinticinco años (Bodas de Plata Sacerdotales) de haber cantado su primera misa. El acto revistió extraordinaria solemnidad, presidiendo como Padrino de Honor, el Eminente Cardenal, Manuel Arteaga, Arzobispo de La Habana. Fueron Padrinos de Besamanos el Sr. Luís Santeiro Crusellas y Sra. María de los Ángeles Grau de Santeiro. Padrinos de Misa: Sr. Pedro Núñez Villavicencio y Sra. Aurorina Carballo de Núñez. Ocupó la Sagrada Cátedra el Ecxmo. Sr. Dr. Evelio Díaz Cía, Obispo de Pinar del Río. Toda la feligresía participó con su asistencia.
En 1949 en ocasión de la celebración del bicentenario de la constitución del primer cabildo en Santiago de las Vegas, recibió en la Iglesia Parroquial de nuestro Santiago de las Vegas, la visita del Honorable Sr. Presidente de la República, Dr. Carlos Prío Socarrás, acompañado de su esposa, la Primera Dama, Sra. María Dolores “Mary” Tarrero-Serrano y la comitiva que le acompañaba.
Dentro de la jurisdicción de la Parroquia de Santiago de las Vegas, existe la benemérita y dedicada institución a la atención de los enfermos leprosos, el Hospital de San Lázaro. En 1951 falleció el Padre Capellán Monseñor Apolinar López, provocándose la vacante, por lo que el Arzobispo de La Habana nombró al Padre Jovaní, como Capellán atendiendo a sus innegables méritos como sacerdote.
Después de tres años en el desempeño del cargo en el Leprosorio de Rincón, el Cardenal Arteaga lo reintegra a su curato en Santiago de las Vegas. El nombramiento causó extraordinario regocijo a los feligreses de esta parroquia.
En este segundo mandato al frente de la parroquia realizó el nuevo baptisterio, sacristía y salones adjuntos, nuevos altares y otras obras. Una de las más significativas se inauguró el 3 de octubre de 1955: la campana giratoria, emplazada en la torre sur de la fachada principal de nuestra iglesia (abajo), lo que constituyó un acontecimiento para todos los parroquianos. Otra obra de consideración fue la construcción en 1956 del cimborio y la cúpula central de la Iglesia, demolida en 1995 por presentar diversas fallas estructurales.
El Arzobispo de La Habana, con alto sentido de justicia quiso reconocer y recompensar la sacerdotal labor del Padre Jovaní intentando nombrarle canónigo de la Catedral de La Habana, lo que equivalía a dejar vacante la parroquia de Santiago de las Vegas. Cerciorado el Cardenal de la más que probable renuncia del Rvdo. Jovaní a la prebenda no privando a la ciudad de su venerado y querido párroco, el 30 de noviembre de 1958, el Cardenal, previa consulta con el Cabildo lo nombró Canónigo Honorario de la Santa Iglesia Catedral de La Habana, concediéndole a tenor de las Constituciones del Cabildo el autorizo a usar las insignias y privilegios de dicha honorificencia. Eso permitió que se le pudiera referir con el título de Monseñor.
En 1959 el Rvdo. Jovaní obsequió a su parroquia con la efigie de la Virgen Yacente con su sepulcro, cuya bendición estuvo a cargo del Nuncio Apostólico en La Habana, Sr. Luis Centoz.
Como cura párroco de Santiago de las Vegas, llevó adelante durante sus mandatos, sistemáticamente, cada año, las siguientes procesiones y acciones proselitistas:
En Semana Santa
Domingo de Ramos
Misa parroquial solemne en horas de la mañana en la que se hacía entrega de guano bendito a los feligreses.
El Vía Crucis. Ese camino señalado con diversas estaciones de cruces o altares, 14 en total, que se recorre rezando en cada una de ellas, en memoria de los pasos que dio Jesucristo caminando al Calvario, lo cual hacía desde el auto altoparlante del muy reconocido publicitario local Adolfo Cruz García en 14 puntos diferentes de la localidad.
Miércoles Santo
Procesión en la ciudad con las imágenes de San Juan Evangelista, María y Jesús de Nazareno.
Viernes Santo
Descendimiento de Jesús Crucificado.
Procesión del Santo Entierro. Las imágenes de San Juan Evangelista, María y el Cristo Yacente recorrían las calles de la localidad acompañada por feligreses y numeroso público que asistía a esos solemnes actos. La procesión finalizaba en las calles 15 y 4, y el Cristo Yacente se colocaba en el zaguán de la casa del Dr. Rogerio Díaz, donde reposaba toda esa noche.
Procesión de María Dolorosa. Se llevaba a cabo a las 10 pm.
Sábado de Gloria (hoy Sábado Santo)
Celebraba misa a las 10 de la mañana en ocasión de la Resurrección del Señor
Domingo de Resurrección
Se realizaba la alegre procesión del Cristo Resucitado con su Madre María. Una parte de la procesión salía de nuestra Iglesia tomando la calle 4 hasta 11 y de ahí hasta las entrecalles de 6 y 8. La otra parte salía tomando la calle 4 hasta 15, tomando por 15 hasta 8 y ahí hasta 11 entre 8 y 6, produciéndose el encuentro de ambas procesiones frente al Restaurante “La Dominica”.
Día del Patrón Santiago Apóstol
El 25 de julio, Día de Santiago Apóstol, patrón de la localidad se organizaba en horas de la tarde la procesión de Santiago Apóstol a caballo y la Virgen de las Mercedes.
Se celebraba una Misa Solemne y se ejecutaba una presentación de fuegos artificiales en el atrio de la Iglesia, elaborados por el reconocido pirotécnico de la localidad Sixto González, cuyo taller radicaba en la calle 9 entre 6 y 8.
Día de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre
En horas de la tarde del 8 de septiembre se llevaba a cabo la procesión en honor a la Santa Patrona de Cuba, Nuestra Señora de la Caridad del Cobre.
Día de los Santos Fieles Difuntos
Se celebraba misa de difuntos en la capilla del Cementerio cada 2 de noviembre.
Día de Navidad
Celebraba la Misa del Gallo, cada 24 de diciembre a las 12 de la noche.
Desde el punto de vista de las obras de caridad, fue promotor de la entrega de jabas, unas 300, bien surtidas, para la cena de nochebuena en las humildes barriadas de Rancho Grande y Jalisco cada 24 de diciembre.
Igualmente muchas personas humildes o enfermas, o ancianos, siempre de bajos recursos económicos o sin ellos, personas pobres todas, recibieron su apoyo y respaldo con recursos materiales y/o en metálico. A tal efecto una cofradía de caballeros católicos atendía la asignación de esas necesidades. Podemos mencionar, entre otros, a Juan Rafael Díaz, Enriquito Garbalosa, Enriquito Gravier, Felipe Piñera, Francisco Granda, Ulises Montero, Urbano Acosta e Ignacito Díaz.
Cotidianamente se rezaba el rosario al anochecer y cada domingo se celebraban misas parroquiales a las 7 a.m. en la Capilla de Rancho Grande, a las 9 a.m. en la Iglesia Parroquial y a las 11 a.m. en la Capilla del Reparto Guadalupe, todas ofrecidas por el Padre Jovaní.
Agudizadas las contradicciones entre la alta jerarquía de la Iglesia Católica y el Gobierno Revolucionario que asumió el poder en Cuba en 1959, Vicente Jovaní Más fue compelido por las autoridades cubanas a abandonar el país, saliendo el 15 de septiembre de 1961, en el buque Covandonga junto con otros 136 sacerdotes (españoles, otros extranjeros y algunos pocos cubanos) con el Excmo. Sr. Obispo Auxiliar de La Habana, Dr. Boza Masvidal, teniendo como destino final el puerto de La Coruña, en España.
En Noviembre de ese mismo año, llegó a Vinaroz, estableciéndose en esa localidad y entregándose tesoneramente al Ministerio Sacerdotal con ilusión, constancia y dedicación total, en todo cuanto le permitía su salud y los años que gravitaban bajo sus septuagenarios hombros, tal como había visionado.
El 24 de junio de 1973 la villa y parroquia de Vallibona, su pueblo natal, se vistió de gala para la celebración de los 50 años de su primera misa, sus Bodas de Oro Sacerdotales. Con la presencia del Alcalde con el Ayuntamiento en pleno, del Comandante del Puesto de la Guardia Civil, el Obispo de la Diócesis de Tortosa y otros dignatarios eclesiásticos.
En la Homilía se significó el trabajo realizado durante 50 años por el Padre Jovaní, dedicados sin titubeos, con abnegación, firmeza y entrega al llamamiento vocacional sacerdotal sin desmayar en el camino y perseverando en el ejercicio sacerdotal en la medida que le permitían la salud y los años.
También en Vinaroz se efectuó un acto solemne. En la ceremonia se leyeron los telegramas siguientes:
«Cittá del Vaticano. 24 de junio de 1973. Al Rvdo. Vicente Jovaní Más, que celebra sus Bodas de Oro Sacerdotales: Santo Padre complácese otorgarle en prenda abundantes y escogidas gracias divinas, implorada Bendición Apostólica, extensiva a familiares y asistentes a Misa Jubilar. Fdo) Cardenal Villot.»
El otro telegrama decía:
«Cumpliendo honroso encargo Cardenal Arzobispo de Madrid, uniéndose fausto acontecimientos sus Bodas de Oro Sacerdotales, transmito sendas enhorabuenas con amplia bendición su Eminencia. Fdo.) Rvdo. Vicario.»
La Santa Misa fue transmitida por la Televisión Española.
Por tres años y medio más siguió el Padre Jovaní ejerciendo el sacerdocio. La mañana del 28 de marzo de 1977, Mossèn Vicente Jovaní Más, entregó su alma a Dios. Contaba al morir con 79 años de edad.
Cincuenta y tres años, totalmente dedicados al servicio de la Iglesia Católica, de los cuales veintidós de ellos dedicó a ejercer su sacerdocio en Santiago de las Vegas convirtiéndose, por su extraordinario trabajo pastoral y la repercusión que tuvo en toda la sociedad local, en un connotado santiaguero. Muchas y muy bellas frases, incluso aleccionadores corolarios serían el adecuado broche y punto final que nos sugiere la ejemplaridad de su vida, de fidelidad espiritual y humana; por lo que bien merece recordarlo para justa constancia histórica y como testimonio fiel de perseverancia vocacional.
Monseñor Jovaní fue una persona excepcional en el catolicismo cubano y de nuestro querido Santiago de las Vegas. Sin beneficio personal, dedicó todas sus energías y escasos ingresos a crear o mejorar la presencia de la Iglesia en barrios necesitados a través de capillas o misiones que él inició en los barrios de Rancho Grande y Jalisco. Sin hacer alarde, usando las colectas en las Misas, constantemente entregaba alimentos, ropa y otras cosas a los habitantes más necesitados del pueblo. Se dedicó a restaurar las áreas de la Iglesia Parroquial que estaban en condición ruinosa y necesitaban mantenimiento. Fue sacado forzosamente por las hordas comunistas de su espartana habitación en la Parroquia, solo con la ropa que llevaba y puesto en el barco donde colocaron a sacerdotes y monjas expulsados de nuestro país por el único "delito" de predicar el cristianismo. Mis tíos, Ramón Garrigó y Dolores Castaño, lo visitaron en los 1970s en Vallibona, donde había sido asignado como párroco. Me contaron mis tíos que el Padre Jovaní les pidió que: "Cuando Cuba se libere del comunismo, les pido que hagan una colecta y trasladen mi cuerpo y lo entierren dentro de la Iglesia en Santiago o en el cementerio del pueblo." Quiera Dios que algún día podamos cumplir con el deseo de quien fue un santiaguero de corazón.
ResponderEliminarDomingo Cambeiro A.I.A.
ResponderEliminarDcambeiro@dccarchitects.com
Tengo muy buenas memorias de nuestro queridísimo msñr Vicente Jovaní que ayudó a tantas familias en nuestro rincón Santiago de Las Vegas …
Recuerdo vivamente sus visitas a casa de mi abuelita Sol Hernández de Cobo y sobre todo
muchas misas en que le ayudaba siendo monaguillo y de ves en cuando me olvidaba soñar las campanillas a tiempo .. Nunca se insultó… solo me decía después … Dominguito tienes que prestar mas atención …
Dios lo tenga en la Gloria…