Entre los héroes locales de nuestra Guerra de Independencia podemos contar a Dionisio Arencibia Pérez (a la derecha, con Miguel Hernández en 1899), que aún no siendo de Santiago de las Vegas, se asentó en nuestro pueblo y fue su alcalde durante 14 años una vez concluída la contienda bélica. Entrega su alma el 19 de mayo de 1947, mismo día en que muere el Apóstol José Martí 52 años antes, y su cadáver fue tendido en el Ayuntamiento el día 20 de mayo, aniversario de la fundación de la República — fechas dignas de quien diera e hiciera tanto por su patria. A continuación, un obituario en la prensa de la época (en su transcripción, hemos respetado los errores del original).* DEJÓ DE EXISTIR EN UNA HUMILDE CASA EL VIEJO LIBERTADOR D. ARENCIBIA Durante catorce años fue alcalde de Santiago de las Vegas. — Fabricó la Casa Ayuntamiento. — Su vida.
por Alberto Pavia
Al iniciarse la madrugada del día 19 – al cumplirse los cincuenta y dos años de la muerte del Apóstol José Martí – en una humilde casa del pueblo de Calabazar de La Habana, calle Meineles 23, dejó de existir a los setenta y cuatro años de edad, el valiente general* Dionisio Arencibia Pérez.
Catorce años de alcalde
El general Arencibia – gran guerrero – nació el 16 de enero del año 1873, en el pueblo de Managua, barrio campesino del término municipal de San Antonio de las Vegas, donde fue alcalde durante catorce años consecutivos.
Ingresó en el Ejército Libertador conjuntamente con el general* Juan Delgado en el año 1896, siendo el segundo jefe del Regimiento de Santiago de las Vegas.
Presenció la muerte de Maceo
Nuestro gran libertador tomó parte en los combates de “Santa Bárbara”, “Galera”, “Babiney Colorado”, “Volcán”, “Loma del Hambre”, “Santa Amelia”, “Las Guásimas” y muchos más, siendo uno de los testigos presenciales de la tragedia de “San Pedro” donde el Lugarteniente Antonio Maceo y su ayudante “Panchito” Gómez Toro cayeron heróicamente, peleando por la Libertad de Cuba.
Obras que hizo en la Alcaldía
Catorce años seguidos fue alcalde de Santiago de las Vegas y durante su gobierno se edificó la Casa Consistorial, con un costo de cincuenta mil pesos, se contruyó el acueducto local, el Parque Juan Delgado, el alcantarillado de la calle Dos y otras muchas obras de gran importancia para el municipio y es por eso que se dice, que su historial político está escrito en piedras.
Fue tendido en el Ayuntamiento
El cadáver del general Dionisio Arencibia Pérez, de quien fuimos amigos sinceros, fue tendido en el Salón de Sesiones del Ayuntamiento de Santiago de las Vegas, donde le rindieron los honores correspondientes a su jerarquía.
El féretro del general Arencibia llega a la Casa Consistorial.
Por la Capilla Ardiente desfilaron todos los representativos de ese pueblo, sin distinción de clases ni razas, porque siempre vieron en el General Arencibia al cubano, digno y valiente, que supo ayudar a la conquista de la libertad.
Lo sepultaron el 20 de mayo
El general Dionisio Arencibia y Pérez era Presidente de Honor del Centro de Instrucción y Recreo de Santiago de las Vegas y su deceso ha sido verdaderamente sentido por el pueblo, ya que el ilustre patricio gozaba del cariño y del afecto de todos los ciudadanos.
A las cuatro de la tarde de ayer se verificó su sepelio, siendo depositado su cadáver en el panteón de los alcaldes en el cementerio local de Santiago de las Vegas.
El sepelio de Dionisio Arencibia Pérez en el cementerio de Santiago de las Vegas.
En la paz hizo política
Un general de nuestras guerras emancipadoras que cae y que es sepultado en fecha señalada 20 de mayo, fecha inolvidable en que se proclamó la República.
El general Arencibia y Pérez en la paz hizo política activa y se retiró a la vida privada, cuando ya estaba vencido por los años, pero siempre conservando la amistad como un culto.
Tenía una firme palabra
Su presencia en cualquier lugar era respetada por todos, porque el general Dionisio Arencibia Pérez fue un hombre gentil, elegante y siempre tocado por el criollísimo sombrero de jipi. Era inteligente, caballeroso y muy atento y su palabra, para todos los actos de su vida, fue una escritura pública, que cumplía al pie de la letra. Nadie que tocaba a las puertas del general Dionisio Arencibia Pérez fue nunca desoído, ni siquiera en soluciones de problemas graves.
Homenaje de recuerdo
Por todas esas brillantes cualidades, pudo sostenerse en la alcaldía de Santiago de las Vegas durante catorce años el general Dionisio Arencibia Pérez, que desde ayer 20 de mayo, duerme el sueño eterno en el panteón de los alcaldes en ese cercano pueblo de la provincia de La Habana.
Al dedicarle la “estampa callejera” al general Dionisio Arencibia Pérez lo hacemos como homenaje a su recuerdo, elevando al cielo una fúnebre oración por su eterno descanso. __________________________________________________________
*Tanto Arencibia como Delgado eran coroneles, no generales, como nos ha señalado amablemente el Sr. Jorge Marrero Martínez.
El 16 de mayo del año 1979 dejó de estar entre nosotros el Sr. Gustavo Angulo Valdés en Santiago de las Vegas después de una estadía de 18 días en el Hospital Reina Mercedes, sufriendo un tromboembolismo pulmonar producido por una trombosis cerebral. El querido propietario de La Dominica, hogar de las más sabrosas croquetas de Cuba, dejó de existir no sin antes dejar un legado de educación y perseverancia por las cosas de la vida. Además, aunque al final no estuvo en condiciones como cuando era un comerciante reconocido por todo nuestro pueblo, sí se destacó por su servicio a los demás, y tuvo un velorio y entierro como pocos se han visto en Santiago de las Vegas en los últimos años. Nos pide su hijo Gustavo Angulo, en nombre propio y de toda su familia, que hagamos llegar sus más expresivas gracias a todos aquéllos que allí estuvieron y acompañaron a su querido padre hasta su última morada. Rogamos por el eterno descanso de aquél que en tantas vidas santiagueras dejó una estela de bonitos — y deliciosos — recuerdos.
Para lograr grandes cambios y subsanar injusticias, muchas veces pensamos que hacen falta políticos dedicados a una causa, o en su defecto organizaciones ciudadanas y manifestaciones masivas. Pero allá en los años 50 del siglo pasado, un solo santiaguero logró, sin más respaldo que su honestidad, tesón y perseverancia, un cambio que muchos pensaron imposible... y que a muchos benefició.
Aquí, la historia* de José Ramón Fonseca (q.e.p.d.):
"Hacer algo en beneficio de tus vecinos, tus amigos, es siempre lo que los políticos, que ocupan posiciones para los que han sido electos por el voto de sus conciudadanos, obtienen en su lucha para permanecer en sus posiciones. Eso es lo que conocemos por política.
Pero no siempre son los que se dedican a la política en sí los que logran beneficios a favor de la comunidad en que viven. Y éste es el caso de José Ramón Fonseca, hijo de nuestro Santiago de las Vegas.
Nació en la calle 6 No. 86 en nuestra ciudad el día 9 de noviembre de 1919. Cuando en 1949, José Ramón era uno de los gerentes de la fábrica de acumuladores Los Ángeles, administraba un garaje en el barrio de Calabazar que llevaba el nombre de Garaje Los Ángeles. Posteriormente en el año 1954 en sociedad con Juan Curbelo, adquirió el garaje Shell que está en el Reparto Baluarte en la Doble Vía de Rancho Boyeros frente a la Ferretería Fraga. Desde allí se puso a observar el numeroso tránsito que circulaba por el frente de su comercio y notó que las ventas de gasolina eran muy bajas. La razón por la que esto ocurría era obvia: la gasolina en el Municipio de Santiago era UN CENTAVO más cara que en La Habana. Los camioneros y choferes que consumían grandes cantidades de este producto llenaban sus tanques en La Habana y los garajes de nuestra zona solo vendían a los pequeños consumidores.
Fue así como nuestro coterráneo se dio a la tarea de organizar en la Cámara de Comercio de Santiago de las Vegas la Sección de Garajistas, y reunió en dicha organización a 21 comerciantes que vendían gasolina en el municipio. Allí les explicó que la diferencia de UN CENTAVO en galón era el motivo por el que se perdían de vender miles y miles de galones en nuestra zona, ya que los vecinos ahorraban ese dinero llenando sus tanques en Marianao y La Habana. Parecía que un solo centavo no era suficiente estímulo, pero ese centavito representaba miles y miles de pesos en la economía de los usuarios. Imagínense que durante un año en el municipio de Santiago de las Vegas se consumían alrededor de la astronómica cifra de ¡seis millones de galones de gasolina!
En la primera reunión celebrada en la Cámara de Comercio (a la derecha, una manifestación de la misma, años antes), la Sección de Garajistas en pleno nombró por unanimidad a Fonseca como presidente de esa sección y éste organizó una caravana para demandar de las compañías petroleras Shell, Esso, Texaco y Sinclair el mismo precio a que les vendían este producto a municipios de Marianao, Guanabacoa y La Habana por ser nuestro municipio término limítrofe con la Capital.
Después de visitar las oficinas de las compañías antes mencionadas, en las que les ofrecieron alguna ayuda, la mayoría de los integrantes de la Sección de Garajistas perdió el entusiasmo porque no se logró el objetivo en la primera demanda que hicieron ante los representantes de las compañías petroleras.
Esto no amilanó a José Ramón, sino con el mismo entusiasmo con que inició estas gestiones, continuó trabajando solo, para lograr lo que lucía un sueño irrealizable en aquel momento. Hizo lo que decía nuestro Titán: LOS DERECHOS SE EXIGEN, NO SE MENDIGAN.
Fueron muchas las puertas que tocó, fueron muchas las gestiones que realizó, y después de 6 largos meses, obtuvo una pequeña esperanza en su camino hacia el triunfo definitivo.
Fue llamado por representantes de las compañías petroleras, ofreciéndole varios miles de pesos para que renunciara a su demanda de un centavo de rebaja en el precio de la gasolina. José Ramón rechazó el ofrecimiento y la oferta llegó a la cifra de 100 mil pesos.
Eso representaba en sí el triunfo moral de la demanda, pero se necesitaba oficializar el precio y esto sólo se lograba mediante una resolución del Ministerio de Comercio. Y allí fue nuestro amigo a entrevistarse con el Dr. Raúl García Menocal, que desempeñaba esa cartera ministerial. Después de exponer su demanda ante el señor ministro, presentándole todos los razonamientos para demostrar las razones que le asistían, el Dr. Menocal preguntó a Fonseca si éste era el alcalde de Santiago o tenía algún cargo público; y cuando éste le contestó, No, doctor, Menocal le dijo: Chico, yo creo que tú aspiras a que te hagan una estatua en el parque, porque esto que tú estás haciendo corresponde a políticos.
Tal fue el impacto favorable que causó nuestro amigo en el Ministro Menocal que éste logró mediante gestiones con los ejecutivos de las compañías petroleras promulgar una resolución dando a nuestro Municipio el mismo precio y el mismo trato que a nuestros vecinos de La Habana, Marianao y Guanabacoa.
Y al fin triunfó la razón, gracias al esfuerzo de este humilde y sencillo santiaguero.
A partir de mayo 28 de 1956 en Santiago de las Vegas y sus barrios, la gasolina se vendió al mismo precio que en La Habana. Posteriormente recibió José Ramón el homenaje que le tributaron distintas organizaciones en banquetes y actos donde recibió un llavero de oro con cadena, un reloj, un dije donde se lee: RECUERDO GARAJISTAS STGO. DE LAS VEGAS, 24-6-56.
La Cámara de Comercio de Santiago de las Vegas, el Club Rotario, el Club de Leones, la Cámara del Automóvil de La Habana y otros homenajearon a nuestro compatriota. Y aquí, lejos de nuestra querida patria, siguió siendo José Ramón un luchador incansable por todas las causas justas en favor de la comunidad, SIN SER POLÍTICO." _________________________________________________
*Este documento mecanografiado apareció en el fondo de una gaveta de la casa de Ismael Balido (q.e.p.d.), su papel amarillo de vejez, su presilla oxidada por el tiempo. Creemos, pero actualmente no podemos confirmar, que la historia fue escrita por Ismael en tiempos más felices y publicada en la revista El Cacahual. Este hallazgo nos hace recordar la importancia de nunca echar papeles al cesto sin antes verificar su posible relevancia histórica.
A solicitud hecha por el Cabildo, con fecha 18 de mayo de 1790, interesando el uso del Escudo de Armas, respondió el rey promulgando la Real Orden de 10 de mayo de 1791, donde autorizaba su uso al Cabildo y Ciudad de Santiago de las Vegas. De dicha Real Cédula transcribimos el siguiente párrafo: «Que habiendo merecido de la piedad de mi augusto padre el título de Villa por sus leales y distinguidos servicios en fomentar aquella población, que ascenderá en el día a once mil almas, deseaba usar por Armas la insignia del apóstol Santiago; como lo demostraba las medallas que batió con motivo de mi Real Proclamación su Regidor Decano, Don Juan Lucas Pérez; adornarla con un campo delicioso, que represente lo fértil de aquel País, para cuyo efecto suplica que me dignase conceder la expresada gracia». SÍMBOLOS DEL ESCUDO Dentro del óvalo, en la parte inferior, una vega de tabaco sobre la cual hay una cruz en forma de espada, que era la insignia de la Orden Militar de los Caballeros de Santiago y, rodeando dicha cruz, doce estrellas, que simbolizaban los doce apóstoles de la referida Orden. En la parte superior del escudo tiene una Corona Real y sobre ella una pequeña cruz, simbolizando la religión cristiana.
Los colores eran los siguientes: la vega de tabaco en color natural; las estrellas en color rojo, el fondo en azul y la orla que cubría el óvalo, en dorado, así como, la corona real.
Con motivo del advenimiento de la República Española en 1820, fue modificado el escudo; pero únicamente supliendo la Corona Real por una corona mural y al establecerse la República Cubana, fue sustituida la corona mural por una estrella de cinco puntas.
Arriba a la izquierda, una medalla conmemorativa del 1834 muestra otra interpretación del escudo de armas de Santiago de las Vegas.
¡Felicidades a todas las madres de Santiago de las Vegas, de toda Cuba, y de todo el mundo!
Fue el segundo domingo de mayo de 1920, hace hoy exactamente 90 años, que se celebra por primera vez en toda Cuba, por iniciativa de nuestro Centro de Instrucción y Recreo, el Día de las Madres. La bella imagen (sin fecha) más arriba capta un homenaje que se efectuó ante el Monumento a las Madres del Parque Martí, obra del escultor Plácido Crespo dedicada en mayo de 1945.
Tenemos hoy además el gran honor de ofrecerle el texto íntegro del discurso pronunciado por el intelectual santiaguero Dr. Gabriel Gravier el 10 de mayo de 1953 ante este mismo monumento, publicado posteriormente por el Grupo Selección que el mismo Gravier fundara para estimular la vida intelectual de Santiago, y reproducido aquí hoy por cortesía de su hijo Leonardo, de Coral Gables, Florida. [N.B.: Para "pasar" las páginas del documento, puede deslizar el cursor con su ratón por encima de las mismas, manteniendo oprimido el botón izquierdo de éste, o simplemente puede pulsar con el ratón en las flechitas que aparecen debajo del texto al centro, junto al número de la página.]
A los santiagueros que han llegado a nuestro sitio en el último año, le sugerimos además que no se pierdan el video "Paseo por el pasado" donde Ismael Balido Pérez, q.e.p.d., y Consuelo Hernández Basabe nos cuentan cómo se celebraba este importante día en nuestro pueblo y, entre otras cosas, el significado de los claveles blancos y rojos que ambos llevan.
El 3 de mayo de cada año es una fecha de triple significado para Santiago de las Vegas: fue en ese día del año 1749 que se celebra la constitución del primer cabildo; fue en ese día del año 1927 que explotó el Polvorín; y fue desde tiempo inmemorial que se celebra en Santiago la tradición de la Cruz Verde o Cruz de Mayo. De ésta última dice el historiador municipal de mediados del siglo XX Francisco Fina García en su obra Tradiciones y Leyendas:
"Esta remota tradición, la más antigua de nuestra ciudad, conocida desde antaño por La Cruz Verde, tuvo su origen en la segunda mitad del siglo XVII, junto a la ermita que levantaron los primeros pobladores y a la que acudían a elevar sus preces los labradores asentados en esta comarca y dispersos entonces, sin integrar un poblado; por lo que muchos de ellos tenían que recorrer hasta varias leguas, para acudir a los oficios religiosos, que se verificaban en aquel rústico templo de tablas y guano, que precedió a la erección de la Iglesia actual, cuya primera piedra fuera colocada por el célebre Obispo Diego Avelino de Compostela, el 18 de febrero de 1694.
El antiguo monumento a la Cruz Verde, al final de la calle.
La Cruz de Mayo, es una de las pocas tradiciones, que aún conservan vigencia en nuestros días y cuya celebración se lleva a cabo en el mes de mayo, dando origen los festejos el día tres de dicho mes, fecha en que celebra la cristiandad el “Día de la Santa Cruz”, consagrado por la Iglesia Católica a conmemorar el hallazgo de la Cruz, en que fuera crucificado el Redentor, en las excavaciones ordenadas por el Emperador Constantino.
Su celebración, que en los primeros tiempos tuvo carácter alegre y bullicioso, con cantos y bailes, ha perdido su fisonomía convirtiéndose en un acto ceremonioso y reverente, cuyos festejos se limitan a misas e iluminación del obelisco con velas de cera, que partiendo de su base en doble hilera se van colocando a lo largo de la calle trece, llegando en ocasiones a extenderse por dicha calle, hasta el Cuartel, situado en la calle diez y ocho.
Aunque en diversas ocasiones a causa de perturbaciones políticas, se ha dejado de celebrar, tan pronto han desaparecido estos motivos, el vecindario ha revivido la evocadora tradición, dando a la misma el esplendor y la magnitud, que no ha logrado borrar el tiempo en el corazón y el sentimiento de los santiagueros, que ven en La Cruz Verde, un trozo del alma soñadora y cristiana de nuestra población."
Como en muchas partes del mundo, el 1° de mayo se celebraba en Santiago de las Vegas el Día del Obrero, honrando a aquéllos que lucharon por los derechos del trabajador, conquistando con su sangre y sacrificio beneficios que hoy aceptamos como normales, como la jornada laboral de ocho horas. Trágicamente, el 1° de mayo de 1948, un sábado como hoy hace exactamente 62 años, la fiesta en nuestro pueblo se pasmó ante la terrible novedad que uno de sus queridos hijos, el “sargento político” José Alberto Balido Cobo, mi abuelo paterno, se había privado de la vida, o, como decían comúnmente, se “había dado un tiro en la cabeza”, en el baño de su casa en la calle 2 entre 9 y 11.
No puedo imaginar la magnitud del dolor y profundo trauma psicológico que este hecho le habrá causado a mi padre Ismael, quien entonces tenía sólo 16 años, y a quien la noticia sorprendió en medio de un juego de pelota. Ni puedo imaginar el sufrimiento de mi Tío Pepe y de mi querida Abuela Nana, Altagracia Pérez Álvarez (a la izquierda, en 1944), persona sencilla y dulce que la vida nunca preparó para tan duro golpe. ¿Qué habrá pasado por sus mentes? Si bien la muerte de un ser querido es difícil, ¿cuánto más no lo es el suicidio, y para colmo de males, en la misma casa? ¿Qué habrá quedado sin decir? ¿Qué preguntas sin responder? Jamás sabremos la historia completa, ya que tanto mi abuela como mi padre no hablaban mucho de ese fatídico día.
En una ocasión sí me contó mi abuela que esa mañana, Abuelo Balido se veía raro, como acongojado, y que él le dijo a ella que no almorzara. Que venía mal tiempo. Poco después, sonó el tiro que cambió el mundo de mi abuela para siempre. En otra ocasión me contó que el primer día de los Fieles Difuntos después de la muerte, ella fue a casa de su madre como solía hacer todas las tardes. Al regresar a casa ya oscuro, una vecina le dijo que había oído un gran estruendo saliendo de la cocina de Nana, como si alguien estuviera tirando todos los platos y cubiertos al piso. Pero al entrar, todo estaba en su lugar. También me contó que, ya viuda, varias veces vio en la oscuridad una luz roja que “caminaba” por el piso de la cocina. Ella y sus hijos, mi padre y Tío Pepe (José Alberto Balido Pérez), buscaron por todas partes a ver si encontraban su causa, pero jamás la hallaron. ¿Coincidencias? Quizás. Pero cuento no, porque mi abuela Nana no era cuentista, y mucho menos con un tema que para ella resultaba delicado.
De la fecha me enteré en un paseo con mis padres por el Conservatory Garden del Parque Central de Nueva York hace unos años. Nos habíamos sentado en un banco a contemplar los miles de tulipanes, rosas, cerezos y otras flores que desplegaban en aquella tarde soleada su esplendor de primavera. Reinaba el silencio – algo poco usual en la familia Balido – hasta que mi padre, con voz apagada y la mirada perdida en la distancia, dijo: –Hoy es primero de mayo.
–¿Y qué? –le pregunté, como quien dice, “¿Y a qué viene esto?”
Mis padres intercambiaron una mirada. –Hoy se mató tu abuelo –dijo.
No insistí. Sabía que el tema no le agradaba.
Cuando sí hablaba con gusto de su padre, era para contar las hazañas, travesuras y ocurrencias por las cuales “Balido”, como todos conocían a mi abuelo, era famoso. La vez que pasearon a “Pelayo” por el pueblo en pañales en un carnaval, y mi abuelo, vestido de mamá, le daba a beber de un biberón. La lucha libre que llevó a Santiago. El espectáculo que montó en el Teatro Popular del C.I.R. tras la visita del reconocido mago Richardini: el mago santiaguero Pichardini (Pelayo, una vez más), quien deleitó al publicó con su serrucho de cartón. Son tantos los cuentos, que muchos se me olvidan; pero, sin duda alguna, José Alberto Balido Cobo fue conocido más que nada por su incansable labor política por el Partido Liberal, tanto que en un periódico de la época dijeron de él:
Hay muchos “sargentos” políticos, pero de muy pocos se puede decir: es UN SARGENTO.
Y José Alberto Balido Cobo, verdadero afecto y gran amigo del Presidente-Líder del Comité Parlamentario Liberal de la Cámara de Representantes Dr. Radio Cremata, querido jefe nuestro, es eso: “UN SARGENTO”.
Ninguno como él para desplegar un cúmulo de labor política por un partido y en especial por un candidato. Con ello, como es natural, contará el candidato a la Alcaldía de nuestro Partido Liberal; con ello contará también, el senador Dr. Ramón Zaydín que aspira a reelegirse como Senador; no es posible que no contara con este valioso aporte nuestro Jefe el Dr. Radio Cremata, que aspira nuevamente a Representante a la Cámara por la Habana; y no se puede dudar que contará de una manera intensa y responsable, su amantísima esposa la Sra. Altagracia Pérez Álvarez, a quienes todos conocemos y a la que con afecto y respeto le llamamos “Nana”, que fuera proclamada candidata a Concejal, en la Constitución de la Asamblea del Partido Liberal en este término.
Ésa era la tarea de nuestro compañero Balido para la campaña de las Elecciones de 1944; y nos dará la razón, de lo que de él decimos: “ES UN SARGENTO”.
No sé qué demonios o pasiones habrán llevado a mi Abuelo Balido a su violento fin. Quizás la diabetes lo privó de la razón, como han dicho algunos. Jamás sabremos la verdad. Sí sé que sus acciones dejaron largas huellas en nuestra familia, que aún hoy, silenciosamente, repercuten en nuestras acciones y decisiones. Es muy tarde ya para un obituario; sólo puedo decir que espero que mi abuelo, a quien nunca conocí, haya encontrado la paz que en la Tierra no conoció. ___________________________________________________ 14 de mayo de 2010
OBITUARIOS
por Arsenio J. Alemán Agusti
Nota del Editor: A pocos días de publicar el artículo sobre la muerte de José Alberto Balido Cobo el 1 de mayo de 1948, recibimos de nuestro estimado amigo Arsenio el siguiente escrito, en el cual reproduce el texto íntegro de obituarios publicados en la prolífica prensa santiaguera de la época. Nuestro eterno agradecimiento a Arsenio por su amable gesto.
Si hoy resultara tarde para un obituario, no lo fue para la sociedad santiaguera que en aquellos momentos supo reflejar el dolor de la familia Balido y de todas las personas que le habían conocido, publicando entonces los siguientes obituarios:
“Géminis”, en su edición del domingo 9 de mayo de 1948, Época 2ª., Año XI, No. 353
En la pasada semana falleció repentinamente, quien fuera destacado político y gran amigo de todos, José Balido Cobo.
Su muerte llenó de consternación a la sociedad santiaguera, donde supo granjearse tantos afectos y cariños, constituyendo su sepelio una sentida manifestación de duelo.
Reciban su inconsolable viuda Sra. Altagracia Pérez y sus hijos Pepe e Ismael, el más sentido pésame de este semanario.
“Libertad”, en su edición del sábado 8 de mayo de 1948, Año 1, No. 6
José Valido* Cobo
Honda pena ha causado en nuestra población el fallecimiento del destacado sargento político José Valido Cobo, quien fuera en todo tiempo ejemplar y magnífico ciudadano, que por sus méritos, supo siempre captarse el cariño de todos.
La muerte de Valido nos sorprendió sobremanera. El liberalismo santiaguero pierde uno de sus más grandes hombres, que se mantuvo fiel hasta sus últimos momentos de existencia al lado de sus amigos.
El acto del sepelio dio una demostración fiel del cariño, aprecio y distinción que se hizo merecedor a través de su manera de ser para todos y su línea de conducta inquebrantable al frente de sus ideales políticos.
Llegue hasta su atribulada viuda, su hijo Pepito y demás deudos la expresión más honda de nuestra sentida condolencia.
También dejó de existir en esta ciudad recientemente el conocido sargento político José Balido Cobo, quien gozaba de gran estimación en nuestra sociedad.
Su muerte ha sido sentida por toda la población que de veras lo querían.
Reciban sus familiares nuestro más sentido pésame.
“Heraldo Santiaguero”, Etapa 4ª., Año 19, No. 99, del 29 de mayo de 1948
La Sra. Altagracia Pérez, Vda. de Balido, en unión de sus hijos Pepe e Ismael nos ruega por este medio hagamos llegar al Representante Radio Cremata y a la sociedad santiaguera en general, el testimonio de su imperecedera gratitud por las muestras de simpatías que le dieron en los momentos dolorosos al perder a su idolatrado compañero, el destacado sargento político José A. Balido. Nana y sus hijos Pepe e Ismael en su dolor se vieron acompañados de las palabras de aliento y condolencia de la sociedad santiaguera.
Como ves, los valores de tu abuelo fueron resaltados con extrema precisión, valores que trasladó a sus hijos y en los cuales hoy se fundamentan también sus nietos. Familia querida y apreciada por todos en nuestro Santiago. No hubo una crónica roja. Se observa el tacto y la delicadeza y el respeto demostrado a tu abuela y a tu padre y tío al soslayar las causas del fallecimiento y a 62 años se siente la consternación que provocó el hecho y a su vez la admiración por él.
Pero ya que también mencionaste las hazañas, travesuras y ocurrencias de tu abuelo, me imagino que debieron ser muy buenas como para que en algún periódico local, allá por la década de 1930, y queriendo dejar temprana constancia de qué EPITAFIO debían tener algunos de los mejores hombres de nuestro pueblo de aquel entonces, a él, conocido por su estatura y corpulencia, le dedicaran el siguiente:
BALIDO
Murió de Administrador
Se nos murió, sí señor…..
Era bueno, grande y noble;
Su muerte fue un gran dolor
(nos costó la caja el doble).
Cómo bien dices, nunca se sabrá la verdad de qué lo llevó a esa lamentable decisión. Pero la única verdad, la que tienes que saber, es que fundó una familia de bien y que tanto él, como tu abuela y sus hijos Pepe e Ismael gozaron de la estimación y aprecio de la sociedad santiaguera, que hoy, gracias a esa indiscutible iniciativa de tu familia, se mantiene viva gracias a Santiago de las Vegas on line.