Helio "Kiko" Orovio Díaz (1938-2008): Santiagueros connotados

 Compilación y Redacción: Ing. Arsenio J. Alemán A. | Santiago de las Vegas

Foto tomada de Internet

Helio Orovio Díaz, "Kiko" para muchos de nosotros, nació en Santiago de las Vegas el día 4 de febrero de 1938. 

Hizo sus primeros estudios en el conocido y prestigioso Colegio Gacio.  

Aficionado a la música, cursó estudios de guitarra con Vicente González Rubiera y de percusión con Walfredo de los Reyes. Estudió  Ciencias Políticas en la Universidad de La Habana, graduándose en 1966.

En su juventud formó parte como músico de la orquesta Jóvenes del Cayo, donde sustituyó al carismático Tata Güines en la percusión. Formando parte de esa orquesta viajó a los Estados Unidos en 1959.   También tocó con las orquestas Habana Jazz y Casablanca.

Trabajó como investigador en el Instituto de Etnología y Folklore de la Academia de Ciencias de Cuba.

Llevó a cabo una intensa vida profesional, llegando a ser un destacado musicólogo, poeta, escritor y periodista cubano. Como poeta publicó Este amor, 1964; Contra la Luna, 1970; El huracán y la palma, 1980; Antología de la poesía brasileña, 1990 y La cuerda entre los dedos, 1991. Sus poemas han sido antologados en varias colecciones nacionales y extranjeras y han sido traducidos al búlgaro, al polaco y al ruso. 

Como escritor se le reconocen las monografías La Rumba, El carnaval habanero, 2005 y Breve Historia de la Música Cubana, así como el libro Las dos mitades de Calvino[1], 2000. Poemas y artículos suyos han aparecido en Revista de la Universidad de San Salvador, Siempre (México), y Cuadernos Hispanoamericanos (España).

Como periodista sus trabajos se encuentran dispersos en los periódicos El Mundo y Juventud Rebelde, revistas Cuba Internacional, Unión, La Gaceta de Cuba, Revista de la Biblioteca Nacional, Bohemia, El Caimán Barbudo, Cultura '64, Boletín de Música de la Casa de las Américas, entre otras. 

Redactó múltiples notas discográficas para la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM) en La Habana. 

Pero la labor por la que resultó más conocido y reconocido fue como musicólogo. Muchos lo consideran como el biógrafo de la música cubana. 

Tiene publicados  Música por el Caribe, 1990; la antología 300 boletos de oro, 1991, difundida en Venezuela, México, Panamá y República Dominicana; El bolero latino, 1995; Fiesta Habana, 2000; Ritmo Cubano, 2000; Músicos de Cuba, 2002; Daniel Santos en su Habana,  que no alcanzó a ver publicado pues apareció en 2015, siete años después de su deceso;  y el ensayo “El Carnaval Habanero”.

Su obra más notable y por la que universalmente resulta conocido es el Diccionario de la Música Cubana aparecido en 1992; (la edición en inglés salió en 2003 bajo el título “Cuban Music from A to Z”).  La revista Billboard lo calificó de “compendio imprescindible para comprender cual es la real dimensión de esa pequeña isla en el continente de la música”

El diccionario surgió de una reunión de trabajo en el Instituto de Etnología y Folklore de la Academia de Ciencias de Cuba. Para su confección se elaboró una lista de autores, intérpretes, agrupaciones musicales, géneros, instrumen-tos e instituciones, utilizando la ayuda de informantes, investigadores, catálogos, cancioneros, libros, prensa, programas y todo tipo de texto que incluyera datos sobre la música cubana.

Su forma de trabajo fue artesanal y siempre minuciosa. Entrevistó a la mayoría de los protagonistas del diccionario con lápiz y papel, nada de grabadoras, y llegó a los desaparecidos a través de las historias que le contaron sus hijos, nietos y bisnietos. 

En el diccionario se recogen 500 años del acontecer musical de Cuba. Biografías, géneros, instrumentos, instituciones y publicaciones periódicas, son algunos de los temas que aparecen en el mismo. Incluyó músicos, que nacidos en otras partes del mundo, hicieron su carrera profesional en Cuba, lo que les vincula de cierta manera a la música cubana. También están los cubanos que en la diáspora andan por el mundo, no importa en que país. Fue el resultado de 20 años de arduo trabajo. 

Asesoró programas musicales de la Televisión Cubana y documentales del Instituto Cubano de Arte e Industrias Cinematográficas (ICAIC), y escribió diversos artículos editados en Cuba y otros países. Particular mención debemos hacer del importante programa televisivo “Todo el mundo Canta”, dirigido por el también santiaguero Ángel Hernández Calderín, del cual fue su asesor musical. 

Se presentó al concurso “9550” promovido por la televisión cubana, en el que escogió el tema de la música cubana y contestó acertadamente todas las preguntas que le formularon por lo que resultó el primer ganador que tuvo ese certamen, cuyo premio consistió en un viaje con todos los gastos pagados a la entonces Unión Soviética. 

Llegó a ser considerado un académico del mundo musical cubano. Sus valiosos textos constituyen material obligado para los que investiguen o estudien sobre la música cubana.  Se le podía encontrar en las tardes en el bar “El Hurón Azul”, en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, con un trago de ron en la mano y siempre cerca de una mulata, pero estaba trabajando. 

Debido al prestigio nacional e internacional alcanzado por su obra musicológica, fue requerido como perito en la Corte de Miami, en la causa interpuesta por Eddie Palmieri contra Gloria Estefan, a propósito de la paternidad del verso “oye mi canto” en la canción de Palmieri “Páginas de Mujer”, que antecede a la canción “Oye mi canto” de la Estefan.  "Kiko" testimonió en la Corte de Miami, que el verso que provocaba el litigio de “plagio” del cual se acusaba a la Estefan, no podría atribuírsele como autor ni a Palmieri ni a la Estefan, puesto que era una voz presente en la música cubana cantada por decenios, antes de la aparición de ambas canciones y que en todo caso la paternidad debía corresponder a Cuba. Su testimonio exoneró de culpabilidad a los esposos Estefan. 

“Kiko” Orovio fue Director de la Biblioteca Pública "Más Luz" y también Director del Consejo de Cultura en su pueblo natal y Sub Director de Literatura del Consejo Provincial de Cultura de La Habana.

Murió el 6 de octubre de 2008, víctima de una penosa enfermedad. Su sepelio, en Santiago de las Vegas, constituyó una impresionante manifestación de duelo popular. 

Mauricio Vicent dijo que  “…….Helio Orovio era una figura irrepetible y con él se va una buena parte de la memoria musical cubana, sin duda la más picante y sabrosa. Esa que contó tantas veces entre tragos de ron, pero que  nunca publicó.”

 Fuentes:

1. Arreola, Gerardo: «Falleció Helio Orovio, notable musicólogo, autor del “Diccionario de la música cubana”», artículo publicado el 7 de octubre de 2008 en el sitio web del diario La Jornada (México),consultado el 16 de noviembre de 2018.
2.  «Helio Orovio, musicólogo y poeta, gran biógrafo de la música cubana», artículo publicado el miércoles 9 de octubre de 2008 en el sitio web del diario La Nación (San José de Costa Rica), consultado el 17 de noviembre de 2018.
3. "Orovio, Helio" en Diccionario de la Literatura Cubana, https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/diccionario-de-la-literatura-cubana--0/html/ consultado el 24 de octubre de 2021.
4. Quino, Alfonso. “Helio Orovio falleció en La Habana”.  Diariolibre.com , 8 de octubre de 2008.
5. Vicent, Mauricio. “Helio Orovio, memoria irrepetible de la música cubana”. El País, Madrid. 8 de octubre de 2008,consultado el 10 abril de 2009.
6. Diccionario de la Musica Cubana de Helio Orovio en www.descargacubana.com, consultado el 22 de noviembre de 2018
7. Helio Orovio en www.ecured.cu, consultado el 10 de enero de 2019.

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[1] Se refiere al escritor Ítalo Calvino, nacido en Santiago de las Vegas, el 15 de octubre de 1923, de padres italianos.