Compilación y redacción: Arsenio Alemán A.
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Pedro N. Aguiar y Cruz Foto circa 1930 tomada de la Revista del CIR |
Poeta por temperamento y de médula revolucionaria, sus versos han visto la luz en numerosas publicaciones dentro y fuera de Santiago de las Vegas. Aguiar forma parte del grupo de poetas que hemos clasificado como de la primera generación republicana.
Nació en Santiago de las Vegas el 31 de enero del año de 1887 y
murió en La Habana el 12 de septiembre de 1946, víctima de una penosa
enfermedad.
Fue uno de los miembros del Centro de Instrucción y Recreo que llevaron adelante la instauración por vez primera en Cuba del Día de las Madres, en 1920.
También fue uno de los poetas santiagueros anfitrión de Federico García Lorca en su visita a Santiago de las Vegas el 19 de abril de 1930.
Antonia García Cabello nos ofrece el siguiente panorama sobre la vida poética de Pedro N. Aguiar:
"A los 14 años comenzó a hacer versos, los cuales no tuvo la curiosidad de coleccionar, acaso por que ignoraba a tan temprana edad, el caudal secreto que atesoraban aquellos jirones de su alma iluminosa por la más hermosa y vivísima luz celestial".
"Sigue el triunfal ascenso por la empinada y gloriosa cumbre que conduce a la sagrada y maravillosa mansión de las musas, con el corazón en los labios y empapada con el rocío de la más exquisita y profunda inspiración".
"Continúa haciendo versos y es de los 20 a los 25 años cuando se desborda el caudal incontenible de sus producciones, adquiriendo su fuerza mayor y vigorosidad. Influyen poderosamente, en la exaltación y el sentimentalismo de su obra poética, el Amor que va unido siempre, o casi siempre a las grandes concepciones del arte y la fuente inagotable de la madre Naturaleza, tan rica en belleza y emociones".
"Su obra poética es copiosa y selectísima, en toda ella se adivina dentro de una sensibilidad profunda, la vigorosa expresión del poeta de gran envergadura."
"La fluidez del lengua y marcada limpidez de sus composiciones nos lo presentan como una gran estilista del verso".
Consideramos importante colocar aquí un poema titulado A la poesía, en el que Aguiar refleja el concepto que él tiene de este arte. Veamos:
A LA POESÍA
No todo ha de ser vil materialismo;
no todo ha de ser sombra, fango y duelo;
hay que apartar los ojos del abismo
y algunas veces contemplar el cielo.
No siempre hemos de estar como el gusano
hurgando en la hediondez de la materia;
es preciso apartarnos del pantano
de nuestra triste y ancestral miseria.
No imitemos jamás a la babosa
que mancha el suelo donde deja el rastro;
busquemos en la esfera luminosa
la luz fecunda que prodiga el astro.
Yo sé que te desprecian. Poesía,
y sé que es blanco de groseras mofas,
el que empapa de sol su fantasía
y columpia tu ser en sus estrofas.
El "utilitarismo" que degrada
hiere al que lucha por tenerte a flote,
como la misma burlesca carcajada
con que Sancho importuna a Don Quijote.
Los "prácticos" predicen tu caída;
los "mercaderes" sueñan tu derrota;
pero eres tú la fuente de la vida
y la vida es tenaz, y no se agota.
La torpe sociedad no te venera
porque, enferma de tedio y egoísmo,
es una vieja y criminal ramera
esclava de placer y del guarismo.
Por su cobarde instinto mercenario,
ávido de provecho y de conquista,
aplaude, aduladora, al millonario
y menos precia el genio del artista.
Pero esto ha de cambiar; sobre la ruina
donde se pudre la conciencia esclava,
ya la Social Revolución fulmina
con sus volcanes vomitando lava.
Tal como se indicaba en la introducción, el poema además de destacar la importancia educativa, cultural y social de la poesía fija marcas de su posición combativa y revolucionaria contra la opresión, injusticia y abusos de la clase dominante de su época.
Sigue diciendo la Dra. García Cabello:
"Obtiene la consagración en su arte al ser laureado, por dos ocasiones en sendos concursos realizados en la indómita región oriental, patrocinados por la Asociación de la Prensa de Oriente. La primera, en el año 1919, premiándole su hermosa composición poética intitulada "A la región Oriental de Cuba", la segunda a los dos años siguientes, alcanzando un nuevo premio por su no menos valiosa composición intitulada "El río y el arroyo". Nos asegura el poeta que han sido el logro de estos premios, lo que ha constituido las dos más grandes emociones de su vida".
Colocamos aquí un fragmento de su obra premiada en los Juegos Florales de Oriente:
A LA REGIÓN ORIENTAL DE CUBA
(Premiada en los Juegos Florales de Oriente, celebrados en el mes de julio de 1919)
(Fragmento)
Inmunes a la sombra del olvido,
en tu suelo riquísimo han nacido
para dejar tu gloria perpetuada,
muchos hombres ilustres que han sabido
pulsar la lira o esgrimir la espada.
De tu ayer en el trágico escenario
surgen figuras de inmortal renombre:
¡Céspedes!, imponente y temerario
como Simón Bolívar..... legendario
que llena el Universo con su nombre!
¡Maceo!, cuyo brazo prepotente
la audaz soberbia del hispano humilla,
paseando hasta el Ocaso, desde Oriente,
el pabellón de Cuba independiente
a través de las huestes de Castilla!
¡Heredia!, cuya fama se dilata
burlando el tiempo que incesante gira....
¡Cómo en sus versos de cristal retrata
el primor de la inmensa catarata
que ruge en los acordes de su lira!
¡Y Luisa!..... la azucena delicada
cuando en su "Vuelta al Bosque"....¡desdichada!
va a llorar su viudez y su tristura,
en la canción más llena de amargura
que ha brotado de un alma lacerada!
En cuya queja de torcaz muriente
hay tanto de ángel y de amor que implora....
conmueve tanto el corazón doliente,
que convida a sentir lo que ella siente
y nos hace llorar como ella llora!.....
Y ¡tantos! que propicia la fortuna
y al rumor de sus selvas virginales
quiso que hallaran en tus predios cuna
para que puedas exclamar: soy una
región hermosa.... y madre de inmortales!....
¡Jardín de la ilusión, libre y bendito,
donde tiene el honor su templo y rito,
luce la pompa de tu caña verde,
mientras la voz de tu cantor se pierde
como el eco de un arpa en los infinito!....
Ángel Ma. Velasco Zubizarreta nos dice de Pedro N. Aguiar lo siguiente:
«De talento natural y muy vastísima cultura. Nació poeta, sus versos, buenos o malos (si es que tiene algunos de estos últimos) tienen la especialidad de que todos son suyos, ninguno son prestados ni robados..... Su consagración como poeta, se prueba con los distintos diplomas y premios que posee, muy bien ganados, en Juegos Florales y concursos en los que ha tomado parte; de "Perico" como poeta, hay que decir como algunos dicen cuando mencionan a un valiente: Se ha paseado entre los guapos y "ná" le han hecho».
Y más adelante añade:
«"Perico" es uno de esos tantos valores positivos que por falta de medios unas veces, y por el reducido ambiente en el cual la necesidad lo obliga a desenvolverse, pierde la intelectualidad cubana».
Rubén Pérez Chávez, comenta sobre Aguiar lo siguiente:
«.....llenó con su personalidad y su obra una larga etapa de la vida literaria de nuestro pueblo. Sus versos y sus poemas encierran el sutil perfume de una tierna inspiración y es por eso que cuando hojeamos alguna revista o periódico de tiempos atrás, y nos encontramos con alguna de sus líricas composiciones, nos sentimos como envueltos en la fragancia de su delicado numen, y en nuestro recuerdo surgen las figuras de sus nostálgicos motivos, saturados de aquella tenue tristeza que trasuntaba la oculta angustia de su alma sensible».
Francisco Fina García estima sobre Aguiar que:
«...ante su muerte, nos inquieta pensar si su valiosa y rica producción poética quedará sepultada, o si sus amigos íntimos e instituciones locales editarán sus poesías, como un homenaje merecido a su memoria, para entregar a la posteridad su obra lírica, que es la mas copiosa y valedera de nuestro Parnaso local».
Mucha de su obra se encuentra publicada bajo el nombre de A.B. Jorro, seudónimo que él empleaba en sus escritos. Su abundante producción poética se encuentra dispersa en periódicos y revistas de Santiago, La Habana y otros pueblos de la provincia.
La revista Cúspide, de elevada resonancia en el ámbito literario cubano cuando circulaba en Cuba, refiriéndose a Pedro N. Aguiar, señaló lo siguiente:
“.....es un modesto cultivador de las letras. Sus poemas se caracterizan por el fondo humano en que se inspiran y por la forma sencilla que los enmarca. No hay metáforas, ni retruécanos, ni "latiguillos", ni ripios. La vena poética deja paso libre al fluir de la inspiración.”
La muestra que presentamos sobre la obra de Pedro N. Aguiar incluye poemas de amor, de justicia social, sobre la naturaleza, poetas y patriotas, entre otros.
Comenzamos con poemas de amor. En ellos se aprecia un planteo y tratamiento directo de este tema, a veces atrevidos para la época, vinculando metáforas con la vida en la naturaleza.
A DORI
Tiene tu cuerpecito, linda criatura,
las impecables líneas de la escultura
que cincela el artista con precisión
y hay en tus dulces ojos llenos de vida
la claridad celeste donde se anida
la chispa misteriosa de la ilusión.
Al verte tan etérea, tan vaporosa,
juzgo que tienes alma de mariposa
y me sorprende mucho no verte abrir,
del argentado cielo bajo el tesoro,
como abanicos regios tus alas de oro
para elevarte siempre, para subir.
Cuando escucho tu risa, que me estremece,
se disipan mis penas y me parece
que despierta la aurora con su arrebol
y que se puebla el aire con la armonía
de ruiseñores ebrios de poesía
que charlan en los prados rubios del sol.
Tus diminutas manos, color de lirio,
tantas veces besadas en el delirio
de mis ansías de lirico soñador,
fueron hechas, sin duda, para delicia
del que guste la seda de una caricia
de estas manos nacidas para el amor.
Quiebra la tarde el nácar de sus destellos
en la blonda cascadas de tus cabellos
donde riza sus pétalos el jazmín,
y yo que te contemplo de amor henchido
pienso que eres un ángel y que has venido
para aumentar las galas de mi jardín.
En tu risuelo boca palpita opreso
el tentador capricho de un mudo beso
que retoza en tus labios, pronto a estallar,
y de tu virgen seno las ricas pomas
se acurrucan temblando como palomas
que por miedo al milano temen volar.
Yo no sé qué prodigio de la Natura
hizo que se fundieran con donosura
en la belleza mágica de tu ser;
el candor de la niña más inocente,
la picaresca gracia fina y ardiente,
propia de la experiencia de la mujer.
Yo quisiera, mi Dori, ser todo tuyo;
dormirme y despertarme con el arrullo
de tu acento sonoro y encantador;
contemplarme en los ojos con que delirio
y beber el perfume de tu suspiro
en tu boca entreabierta como una flor.
Espiritual
Le hablé de mi pasión con tal vehemencia
que la vi vacilar estremecida,
reflejando en su faz descolorida
la lucha que libraba su conciencia.
Se impuso la mundana conveniencia,
ahogó en su pecho la emoción sentida
y enjugando una lágrima vertida
negóme la verdad con insistencia.
Más tarde....¡qué injusticia! de otro ha sido,
a otras caricias su deber responde,
y yo ―el más pobre― resulté vencido.
Pero la fe que en mi interior se esconde,
me dice que su cuerpo lo he perdido;
pero su alma ¡qué es luz! me corresponde.
1932
TEMOR
(apareció también publicada con el título de Cobardía con ligeros ajustes en el texto).
Hoy seguimos distintos derroteros,
y no sé sí es feliz o desdichada,
pero vive, en mi mente, tan grabada,
que no la olvido, aunque olvidarla quiero.
Su amor fue caprichoso y pasajero
y vivió lo que vive en la cascada,
el penacho de espuma nacarada
cuando se aleja del torrente fiero
Mi orgullo, que no llora ni mendiga,
me dice que la trate indiferente
y no me deja que sus pasos siga;
pero temo encontrarla frente a frente,
no se desborde el corazón y diga
lo que debo callar eternamente.
A......
(apareció también publicada con el nombre Ruego (a…….) en diciembre 7 de 1933.
No camines junto a mí
porque tu rítmico andar
va dejando tras de sí
sutilezas de azahar.
No camines ¡por favor!
que se estremece mi ser
con tus fragancias de flor
y tus gracias de mujer
Y si, a pesar de mi ruego,
abusas de mi emoción
para desdeñarme luego,
piensa que es irreflexión
echar combustible al fuego
en que arde mi corazón.
ANHELO
Yo quisiera saber lo que tú piensas,
yo quisiera saber lo que tú ansías,
darte mi adoración en recompensa,
y unir tus penas a las penas mías.
Penetrar yo, curioso, hasta el santuario
donde se forma el pensamiento tuyo,
y hablar de mi pasión de visionario
junto a tu oído, virginal capullo.
Acariciar la frente enardecida
dónde el sol tropical dejó sus huellas
y tener en la noche de mi vida
tus dos ojos por únicas estrellas.
Y llegar junto a ti, cuando dormida
te halles inmóvil en el blanco lecho
con languidez de rosa desprendida
para observar el ritmo de tu pecho.
¡Quisiera, sí, quisiera contemplarte
con exclusivo y pasional exceso,
y oprimirte, muy fuerte, hasta matarte
y sorberte la sangre, beso a beso....
METAMORFOSIS
¡Que esfuerzo me costó reconocerte!
Tu faz, en otro tiempo encantadora,
ha perdido los tintes de la aurora
borrados por las sombras de la muerte.
La mano caprichosa de la suerte
con saña inverosímil y traidora,
tu espiritual sonrisa tentadora
en triste mueca de dolor convierte.
¡Que mudanza tan rápida!... Asombrado
recuerdo con amarga persistencia
la historia tenebrosa del pasado
y pienso que este cambio es consecuencia
del huracán que ruge desatado
en el fondo sin luz de tu conciencia.
Colocamos ahora algunos poemas que reflejan sentimientos y conductas patrióticas.
27 DE NOVIEMBRE
Rugió la fiera y se eclipsó el Derecho;
el chacal, apestoso de inmundicia,
destrozó con su garra cada pecho
y se cubrió de luto la Justicia.
Reinó la sombra y se apagó la aurora;
irguiose el Despotismo mercenario,
y sobre el templo del Amor que implora
con mano innoble levantó un calvario.
La soldadesca ignara y corrompida,
babeando bilis y exhumando lodo,
de la Justicia en árbitro erigida,
todo lo mancha y lo envilece todo.
La tempestad de la pasión estalla;
y no suena otra voz en el ambiente,
que la odiosa y brutal de la canalla
ebria de infamia, sangre y aguardiente.
Por el odio satánico impelida,
a las calles más céntricas se lanza,
llevando en la garganta enronquecida
el grito de exterminio y de venganza.
A su bárbaro impulso todo cede
y la más alta autoridad vacila:
¡Allí tan solo a protestar se atreve
el noble Federico Capdevila!
Que firme ante la turba amotinada,
desafiador el gesto, alta la frente,
romper prefiere hasta su propia espada
antes que derramar sangre inocente!...
La plebe uniformada, ardiendo en ira,
vocifera, amenaza, insulta, hiere;
y la infeliz madre de dolor expira,
y la inocencia en el suplicio muere.....
¡Muere! .... y aquella juventud tronchada
agranda en Cuba el patrio sentimiento;
que en cada pecho de persona honrada
eleva la piedad un monumento.
Y hoy la Patria, ya libre y sin rencores,
unida a España por sanguíneos lazos,
riega esa tumba con sus blancas flores
y a todos abre los amantes brazos.
Stgo. de las Vegas, Nbre. de 1921.
Juan Delgado
(Recitada por la Srta. María Teresa de Velasco, la noche del 23 de abril de 1930.)
Su indómita altivez fue legendaria;
no busco de los montes el abrigo;
combatió por la estrella solitaria
cara a cara, de frente al enemigo.
Con una intrepidez casi suicida
―nunca bastante honrada por la historia―
en cien combates se jugó la vida,
en mil encuentros se cubrió de gloria.
Mientras que la comarca recorría
como un centauro, al frente de sus bravos
pensaba en derribar la tiranía,
soñaba en redimir a los esclavos.
Sin miedo al adversario poderoso,
ni a los fracasos que el destino incuba,
aceptó como estímulo imperioso
el lema de Lacret: "Todo por Cuba".
El fue un enamorado de la tierra
que sueña al sol, mientras su luz recibe;
la que tesoros de belleza encierra,
la que arrulla con besos el Caribe.
La Patria del honor y la hidalguía;
la que estremece al cautivar las almas,
y bajo un manto azul de poesía
luce la gloria viva de sus palmas.
El amor por su tierra le dio brío
para poder, con dignidad espartana
mantener su cartel de desafío
ante las mismas puertas de La Habana.
Cercado de enemigos por doquiera,
escaso de pertrechos y vitualla
siempre sostuvo en alto la bandera
siempre expuso su pecho a la metralla!
A las insinuaciones del Tirano
―lleno de orgullo por sentirse fuerte―
la altiva intrepidez de aquel cubano
respondió siempre ¡Independencia o muerte!
Cuando el Titán de bronce desplomado
se rindió al golpe del destino fiero,
solo un gesto viril de Juan Delgado
evitó que quedara prisionero.
Por eso Cuba que le debe tanto
y participa de su inmensa gloria,
hoy empapa su tumba con el llanto
y consagra un altar a su memoria.
Abril de 1930
Santiago de las Vegas.
LA CUBANA
(este poema apareció también publicado con el nombre A las hijas de Cuba)
La tibia luz de la risueña aurora
arde en sus dulces ojos tropicales
y en sus labios, que envidian los corales,
Su voz cálida, límpida y sonora
denuncia con cadencias musicales
los ocultos ensueños virginales
que duermen tras su frente pensadora.
Núbil, es una flor adormecida
que al beso de la luz y la quimera
se despierta al amor estremecida...
Y ya madre, prolífica y austera,
enseña a los pedazos de su vida
a que sepan morir por la bandera.
Incluiremos ahora poemas que están relacionado con las luchas obreras, de las que él formó parte al pertenecer al gremio de los torcedores de tabaco en la ciudad natal, que continúan luego con enfoques más radicales relacionadas con las luchas por los cambios sociales a los que aspiraba el proletariado.
Quisiéramos señalar aquí un fragmento de las
consideraciones publicadas en el periódico local Ráfaga, en ocasión de la
muerte del poeta.
“ ....deja una huella
indeleble en la lírica cubana, donde su tierna inspiración, honda y humanamente
melancólica, buriló las más bellas estrofas, las cuales a veces rutilaban de
optimismo y esperanza y otras lucían envueltas en una pálida tristeza que nos
hablaba de penas profundas y de infinitas desesperanzas, acaso porque nunca
pudo alejar de su imaginación las desdichas y las injusticias que aquejan a sus
hermanos de clase: los trabajadores, en cuyas filas luchó con tesón de apóstol
y abnegación de mártir.”
EL CENTRO OBRERO
Llega trabajador, cruza esa puerta
y medita al pisar estos umbrales
que en todo tiempo la verás abierta
para el que abriga nobles ideales.
No es éste el templo donde el vil falsario
vierte el opio letal de su doctrina,
y con criterio ruin y mercenario
vende a los fieles la piedad divina.
Este no es burdel donde, consciente,
la enloquecida juventud naufraga
y en, que a veces, la virgen inocente
como una flor caída se encenega.
No es el cuartel do impera la disputa
y en que, obediente a férrea disciplina,
llega a aprender a golpes el recluta
como mejor se viola y se asesina.
No es el chalet fastuoso y arrogante
cuyo altivo esplendor y porte regio
pregona como símbolo insultante
el tiempo del indigno privilegio.
¡No!...¡no!... trabajador, ésta es tu choza
el hogar levantado con tus manos,
el alberge feliz donde se esboza
una futura sociedad de hermanos.
Cada piedra que forma éste edificio
debemos recordar que fue comprada
no con oro manchado por el vicio,
sino con fruto de labor honrada.
Todos caben aquí.... bajo éste techo
donde la paz consoladora anida
tienen todos idénticos derecho,
a gozar de la luz y de la vida.
Ni el odio injusto ni el rencor villano
caben entre sus muros protectores
porque es oasis del dolor humano
y se consagra a todos los amores.
Es un laboratorio que revela
todo el poder de la paciencia humana
y donde, lentamente, se modela
la Humanidad Dichosa del mañana.
¡Proletario infeliz hazte su amigo;
acógete a su sombra proletaria,
y juntos esperemos, a su abrigo;
el triunfo de la causa libertaria!.
1ro. DE MAYO
Detenga el labrador su ruda brega;
cuelgue sus herramientas el herrero,
y abandone el valiente marinero
el trajín de la nave en que navega.
Cese, por hoy, la lucha a que se entrega,
perforando las rocas el minero,
o surcando el espacio, placentero,
el aeronauta que en lo azul se anega.
Que no haya un solo brazo mercenario
que empuñe una herramienta en el fecundo
día en que el oprimido proletario,
cruza los brazos con fervor profundo,
para decir tranquilo a su adversario:
¡Puedo vencer y conquistar al mundo!....
Visión del Momento
(publicada en el periódico "La Noticia" bajo el seudónimo de A.B. Jorro).
La Humanidad, es mar de olas hostiles
donde naufraga sin auxilio el bueno,
y donde, revolcándose en el cieno,
gozan y triunfan las conciencias viles.
Son muchos los cobardes y serviles
y los que viven del sudor ajeno,
y la tierra se impregna del veneno
que despiden de sí, tantos reptiles.
La gangrena moral vence a la vida
se aflojan todos los antiguos lazos,
rueda por tierra la virtud vencida.
Agitan teas iracundos brazos,
y es que la vieja sociedad podrida
va a estallar deshaciéndose en pedazos.
Octubre 23-1931.
A LA JUVENTUD
Noble generación predestinada
a marchar sonriente hasta el suplicio
aceptando el supremo sacrificio
por ver la Sociedad regenerada.
Desnudo el corazón como la espada
saltarás el inmenso precipicio
que el egoísmo, la maldad y el vicio
te tienden cual fatídica emboscada
¡Avanza, Juventud! bajo la ardiente
hostilidad del interés impuro,
no dejes nunca de marchar de frente;
Que aunque el camino es tráfico y oscuro
no bastan las tinieblas del presente
para impedir la autora del futuro.
Julio A. Mella
Cayó por justo, cívico y valiente;
lo asesinaron con traidora saña,
para cortar la intrépida campaña
de su verbo inflamante y elocuente.
Su carácter magnánimo y ardiente
de apóstol joven que jamás engaña,
se irguió con la altivez de una montaña
contra la injusta sociedad presente.
La justicia común juzga y asombra
con un fallo antipático y mezquino
donde el culpable ni siquiera nombra.
Más las consecuencias con rencor felino,
como dedos ocultos en la sombra
nos están enseñando al asesino.
Noviembre, 1931.
INCONGRUENCIA
En la muerte de Santiago Castillo
¡No debiste caer como caíste,
colmado de hogareñas atenciones
y rodeado de tiernos corazones
que sufrieron también, porque sufriste!
En el silencio de la alcoba triste,
plena de contenidas emociones
flotaba tu razón hecha girones
cuando al golpe del hado sucumbiste.
Tu debiste caer con la grandeza
del roble altivo que en el bosque abate
un rayo fulminante en su crudeza....
Sí; tú debiste caer y dar remate
nimbado por la luz de una proeza
y envuelto por el humo del combate!
Stgo. de las Vegas, octubre de 1928.
Los poemas a continuación reflejan el cansancio o desanimo provocado por la lucha estéril, la falta de unidad en los gremios o hasta un posible desgaste de su militancia obrera.
IRONÍA
Veo el arte trocado en mercancía
los artistas en burdos mercaderes
y en infames presidios los talleres
donde el obrero gasta su energía.
En la altura, desórdenes de orgía;
debajo esclavitud y deberes
para los ricos, fiestas y placeres,
para los pobres luchas y agonías.
Y aún hay esclavos cuya vida abyecta
va extinguiéndose rápida, sin gloria
que piden calma a su abatida secta,
y en vez de combatir por la victoria
tiemblan ante la sombra que proyecta
el perfil de Marat, sobre la Historia.
MEDItaCIÓN
No es flaqueza ni baja cobardía
lo que me incita a abandonar la brega,
es la funesta convicción que llega
de lo inútil de toda rebeldía.
Como bandera trágica y bravía
que altiva ante los ojos se despliega,
mi juventud, por espejismos ciega,
se batió con suprema valentía.
¡Todo lo di por mi ideal!; la fusta
vibrante de rencor de los tiranos
cruzó mi frente con frecuencia injusta.
Nunca imploraron el perdón mis manos
pues de este combatir solo me asusta
la ruin ingratitud de mis hermanos.....
En este bloque incluimos muestras representativas de sus poemas vinculados a la naturaleza y otros en que se expresan sentimientos personales de admiración y respeto.
TOJOSITA
Tojosita noble, tojosita buena
que andas por el bosque de pesares llena,
recordando acaso tu perdido amor,
¡Cómo se parece nuestra mutua pena;
que igual es la angustia de nuestro dolor!
¡Cómo me conmueve tu melancolía
que está saturada de una poesía
muy tierna, muy dulce, muy sentimental!
¡Tú acento es el mismo de la madre mía;
tu voz me recuerda la voz maternal!
Tu gusto desprecia las ramas entecas
y buscas la fronda de las cañas huecas
que al nacer la autora riman tu canción,
y, a veces, a coro con las hojas secas,
al morir la tarde, rezas la oración.
¡Qué humilde, qué mansa, qué dulce, qué suave:
pareces un alma que finge ser ave
y va por la Tierra buscando a otro ser......
¡Tu mal es tan hondo, tu pena es tan grave
que infundes respeto como una mujer!
¡Me impresiona tanto la delicadeza
que hay en ese acento pleno de tristeza,
que siempre lo escucho con muda atención,
mientras que un recuerdo viene a mi cabeza
que me abraza en ansias de implorar perdón!
Tojosita casta, tojosita errante
que gimes lo mismo que un agonizante
desde aquella rama que forma una cruz;
¡el alma te escucha transida y vibrante
y agita las alas sedienta de luz!
Tu canto es un lento, profundo suspiro
que habla de orfandades y desolación;
¡por eso al oírte, desde su retiro,
en la mente ingenua del rudo guajiro,
nacen inquietudes de superstición!
..................................
Cuando al bosque venga la mujer amada
etérea y graciosa lo mismo que un hada,
entonces, tojosa, calla tu gemir,
que ella es tan sensible, tierna y delicada
que el dolor ajeno la obliga a sufrir.
Oye tojosita, mi madre querida
—que cual tú era noble, doliente y sufrida—
me besó una tarde y expiró después,
y desde ese instante, reposa dormida
bajo la caricia muda de un ciprés.....
Te ruego que vayas y formes tu nido
sobre aquellas ramas que han envejecido
ofreciendo, nobles, santa protección
— de todos los seres, al ser más querido—
¡a la pobre madre de mi corazón.....
Santiago de las Vegas, julio 26 de 1931.
ACUARELA
Acaba de llover; negro celaje
que con solemne lentitud se aleja,
empaña con el luto que refleja
el primor infinito del paisaje.
Sobre las verdes hojas del ramaje
tiemblan las gotas que la lluvia deja,
y en la vecina palma una pareja
de palomas sacude su plumaje.
Al soplo de la brisa van despacio
su corola entreabriendo muchas flores
de pétalos de nieve y de topacio,
y del sol moribundo, a los fulgores,
surge el iris tendido en el espacio
como una serpentina de colores.
A LA MUERTE DE MI AMADO MAESTRO
Dedicada al Sr. Teodoro Cabrera en ocasión de su fallecimiento
¡Cayó el maestro....descendió a la sima;
se internó en las penumbras de lo ignoto...
Se apagó la luciérnaga que anima,
en el cerebro anquilosado y roto!
¡El físico dolor mordió con brío
el extenuado pensador-atleta
y el alma, estremeciéndose de frío,
voló lejos del mártir y el poeta!
En la mortuoria estancia, donde lucen
rostros en que una lágrima se advierte
no se oye otro rumor que el que producen
las invisibles alas de la Muerte,
¡El momento es tan trágico que asombra...!
No se escucha una voz, ni un !ay!, ni un grito,
pero sí se presiente que, en la sombra
luchan lo "limitado" y lo "infinito".
Su espíritu tenaz, hecho de lumbres,
del sentimiento interpretó la gama,
pues sintió al contemplar las muchedumbres
ímpetus de ola e inquietud de llama.
Sembrador sempiterno de ideales
pasó los años de su vida austera
siendo contra los crímenes sociales
algo más que un soldado...una bandera.
Lo que la tumba gélida se traga
no es un simple mortal, como parece,
es una gloria altiva que naufraga,
es una tierna lira que enmudece!
Su palabra socrática y vehemente
tan variada y vivaz como la chispa
tuvo para la clase omnipotente
chasquear de fusta y aguijón de avispa.
Sobre la multitud noble y sufrida
derramó su caudal de visionario
y manteniendo la cabeza erguida
escaló lentamente su calvario.
En el mar insondable de la idea
quiso, como Colón, trazar la ruta,
pero la sociedad, que el odio crea,
le dio a beber, en pago, la cicuta.
Ante su cuerpo inanimado y frío
no pido al pueblo la oración que humilla
ni que vuelva los ojos al vacío
apoyando en el polvo la rodilla...
¡NO!, que conserve la cerviz enhiesta,
pues para honrar y enaltecer al vate,
es la mejor plegaria...una protesta!
y el mejor salmo...¡un grito de combate!
A MI PUEBLO NATAL
¡Santiago! Dulce solar nativo
que abres tus puertas, acogedor,
lo mismo al prócer noble y altivo
que al desdichado o al fugitivo,
que busca amparo contra el dolor....!
En ti he pasado los breves años
que precedieron mi juventud,
y en ti devoro los desengaños
mientras que subo por los peldaños
donde me espera la senectud.
En tu escenario bello y movido
nació mi culto del ideal;
y es en tu escuela donde he aprendido
a amar las manos que me han herido
y a ser un poco sentimental....!
El odio injusto, la torpe envidia
me acorralaron alguna vez,
más ―cual soldado que sangra y lidia―
vi deshacerse la ajena insidia,
ante la torre de mi altivez.
¡Sé que hay espinas en el sendero:
sé cuánto pesa la dura cruz...!
Pero yo, avanzo, lucho y espero,
mientras que, lejos, brilla un lucero
que me regala toda su luz...!
¡Ciudad humilde, ciudad sufrida,
con dinamismos de colmenar...!
Cada habitante que en ti se anida
ha consagrado toda su vida
al noble empeño de trabajar
Por eso te amo, por eso quiero
que el homenaje de mi canción,
en un arranque noble y sincero,
te ofrezca el alma de este coplero
toda vibrante por la emoción.
Cuando la suerte ―que es mi enemiga―
me llevó lejos de tu calor,
allá, rendido por la fatiga,
recordé siempre tu plaza amiga,
llena de risas, luz y color...
Y aquellas noches que en la alameda
susurra el viento con suave voz,
y en que, entre nubes de blanca seda
por el espacio la luna rueda,
fina y cortante como una hoz...
Y en que la amada, de amor henchida,
escucha el eco de un madrigal
junto a las rosas llenas de vida
rojas, tan rojas como una herida,
que se estremecen en el rosal!
¡Ciudad nativa, ciudad mimada,
de mi carácter santo crisol,
recoge el eco de esta balada
mientras que brillas alborozada,
bajo la rubia gloria del Sol...!
Santiago de las Vegas, Junio 15 de 1929.
Bajo también el título de Anhelo, fue publicado el poema que sigue. Se dice en la publicación que fue su último soneto, y en él se refleja el cansancio de la jornada. Veamos.
ANHELO
Soneto póstumo del poeta
¡Siento el cansancio ya de la jornada!
Me ocurre lo que al pobre peregrino
que se detiene al borde del camino
con el alma rendida y agotada.
La inquieta voluntad, desorientada
por los constantes golpes del Destino,
desfallece sin ánimo y sin tino
y empieza a vacilar desconcertada.
Mi fatigado corazón de artista
se niega a sostenerme e impulsarme
porque no quiere gloria ni conquista:
¡Tengo ansias de dormir, de reclinarme
en un lugar muy solo en que no exista
ninguna voz que pueda despertarme!
El periódico local El
Auténtico reflejaba en nota necrológica que: “Con Aguiar se nos ha ido un
artista del verso, un amigo, un compañero leal, un guía espiritual, un hermano ha
desaparecido para siempre; una vida consagrada al trabajo y al ejercicio de su
pluma que sólo utilizó para prodigar el bien".
Comenta la Dra. García Cabello que:
"El poeta deja entreabrir el cofre de sus sentimentalismos y nos confiesa que la poesía que con más emoción ha escrito es "Inolvidable", por ser la que a su juicio contiene la mayor fuerza anímica, dado el estado de exaltación espiritual en que la produjo".
"Y, en efecto, es algo sublime y extraordinario, pues confieso, que arrancó lágrimas a las pupilas de esta cronista la primera vez que tuvo la dicha de escucharla".
INOLVIDABLE
Paró el fúnebre coche ante la puerta
del cementerio, postrimer morada,
y en ella la silueta destacose
de un hombre rudo de figura trágica,
balanceando con aire distraído
el manojo de llaves que portaba.
Introdujo en la vieja cerradura
con cansado ademán la más pesada,
y resonó un chirrido lastimero ´
que conmovió el silencio de la estancia,
y que sentí, como puñal agudo,
penetrar desgarrando mis entrañas.
De par en par, abrió el sepulturero;
del recinto quedó la puerta franca
y penetró la triste comitiva
conduciendo el cadáver de mi amada;
en tanto que en el hueco de las tumbas
el eco de los pasos resonaba.
Llegamos a la humilde sepultura;
en ella fue la niña colocada;
blandió el sepulturero su herramienta,
me apoderé yo mismo de una pala
y entre los dos el ataúd cubrimos
con una mano de tierra hospitalaria.
Después.... sobreponiéndome a la pena
que apretó con un nudo mi garganta,
obedecí al mandato de la vida
que seguir en la lucha me ordenaba,
y sola la dejé, bajo tierra,
en su blanco ataúd acurrucada...
Me incorporé a la fría muchedumbre
de amigos que agrupados regresaban,
y encaminé mis pasos en silencio,
en dirección a la ciudad cercana,
tranquilo al parecer, pero por dentro,
como un niño tragándome las lágrimas.
¿Por qué fui tan cobarde que no supe
dejar la vida, de mi amor en aras...?
¿Por qué admití que el Sancho del Instinto
de mi abatida voluntad triunfara,
y consentí que la manera innoble
rompiera del espíritu las alas?
¡Lo ignoro!... pero sé que desde entonces,
sin ninguna ilusión, como un fantasma,
ambulo por la Tierra y me parecen
las noches más oscuras y más largas
y el sol menos hermoso cuando ríe
sobre el regio penacho de las palmas!
¡Ya no encuentro sonrisas en el iris,
arpegios en los pájaros que cantan,
suspiros en el céfiro que vuela,
melódica dulzura en las baladas,
ternura de amor en las mujeres,
misterio en la penumbra de sus almas!
Los que juzgan mis actos, tal vez piensen
que aquella virgen soñadora y pálida
que se llevó la muerte irresistible
en el extremo corvo de sus garras,
ha sido en el cristal de mi memoria
ya por tras imágenes borrada.
¡Mentira! que rendido muchas veces
duermo agitado con febriles ansias,
y sueño con la tumba inolvidable,
y veo entre las brumas que la empañan,
unos ojos muy negros que me miran
y una mano muy blanca que me llama...!
El Dr. Gregorio Vázquez Pérez, poeta que también cultivó su poesía en nuestro Santiago, escribió una artículo titulado Inolvidable – Glosa mínima a la poesía de Pedro Aguiar que fue publicado en la Revista del C.I.R. en mayo de 1955. Porque consideramos excepcionales las valoraciones que el Dr. Vázquez Pérez hace de este poema, sería irresponsable no incluirlas aquí. Sin embargo su extensión no nos permite transcribirlas completamente, por lo que hemos decidido reproducir los enfoques y análisis más significativos que ratifican la calidad de este, el poema que con mayor fuerza anímica escribió Pedro N. Aguiar. Veamos:
" …y sueño con la tumba inolvidable,
y veo entre las brumas que la empañan,
unos ojos muy negros que me miran
y una mano muy blanca que me llama...!
Bécquer hubiera concebido estos versos, quizás Julián del Casal los habría calzado de seguro con su nombre, y Flores, Julio Flores "el poeta obeso de la muerte y de los cementerios" (así le han llamado), no creo que hubiera tenido reparos en considerarlos como suyos...
…….El poema suda sangre romántica y en él está llorado el corazón del poeta. No hay otro acento. No cabe otra intención...
……..Pedro Aguiar está ubicado en su época. Época sin desvíos estridentes, de sensatez lírica, de plenitud emocional y de cultura a lo Nebrija. La influencia de los últimos románticos, (cuáles habrán sido los últimos); el parnasianismo de Bodelaire y Mallarme y otros, y las más modernas corrientes de los decadentistas, según la frase, crearon su manera de hacer versos. Es decir, su modo de ser poetas, porque Pedro Aguiar, no es menester insinuarlo, era poeta. Poeta sin alardes innovacionistas, ni desparpajos chocantes. Se daba en sí en el poema con la propia estimación que se tenía de sí. El, avizorado por sus convicciones íntimas, escogió la vertical que mejor escalonaba sus deseos, sin desviarse por las rutas fáciles de los que fácilmente se agarran al último velamen para conquistar la Cólquida —engreídos y audaces— en una barca lastrada de ignorancias y sandeces.
…….El verso es ola que se levanta por encima de todos los mares y espumas, que se derrama más allá de todas las arenas... Sin arrastres inútiles ni concesiones estériles. INOLVIDABLE, que no conocíamos antes de ahora, hubiera bastado, seguramente, para consagrar a Pedro Aguiar como poeta. Lo era, no cabe duda, en toda su extensión. Poeta sin malabarismos retóricos ni diccionarios de voces raras en la mesa de trabajo a la hora de producir.
…….INOLVIDABLE es un poema sencillo, pero recóndito; natural y suave logrado a plenitud. La lágrima romántica que lo conduce y anima, sin horizontes visibles, nos deja una sensación de vida que conmueve y descubre un dolor inesperado bajo la herida con que habremos de desangrarnos siempre.....
Me incorporé a la fría muchedumbre
de amigos que agrupados regresaban,
y encaminé mis pasos en silencio,
en dirección a la ciudad cercana,
tranquilo al parecer, pero por dentro,
como un niño tragándome las lágrimas.
……El verso —léase el poema— no tiene más que el propio valor de su entraña, hecha de sangre, ni más razón universal que su ritmo, hecho de música. La palabra está al alcance de todos. La melodía en el puño de "unos cuantos" que saben exprimirla como jugo de un fruto celestial para otorgársela después al mundo.
…….Y si no ¿qué se desprende de esta estrofa que descorcha música por sus seis aristas, tal como seis cuerdas de una guitarra en un exacorde de tristezas sin límites?
¡Ya no encuentro sonrisas en el iris,
arpegios en los pájaros que cantan,
suspiros en el céfiro que vuela,
melódica dulzura en las baladas,
ternura de amor en las mujeres,
misterio en la penumbra de sus almas!
…….Es claro que un poeta de esta estructura lírica, que no rebuscaba apelativos para fraguar su verso — ¡pero no le importó jamás! — ni se estiraba al viento por los hilos de "un nuevo papalote de raros consonantes" pudiera exclamar herido de sus propios puñales:
“……tranquilo al parecer, pero por dentro,
como un niño tragándome las lágrimas "
……. ¡Todos los poetas como Aguiar son niños que se tragan sus lágrimas!.... Muchos habrá que no comprendan estas cosas de los altos niveles del espíritu!.... ¡Peor para ellos!....
………En INOLVIDABLE hay un poeta y un niño. ¿Cuál de los dos supervive? ¡Ambos! Aquél, arrancado en una eclosión de llanto al dolor de los tiempos, y éste — en el devenir de los años — cuando la novia muerta lo estremece de inquietudes infantiles, haciéndole exclamar
“……ambulo por la Tierra y me parecen
las noches más oscuras y más largas
y el sol menos hermoso cuando ríe
sobre el regio penacho de las palmas
……..Todo es música ingenua en este poema de Aguiar. Ingenua y triste. Se diría un vuelo de palomas asustadas de las cenizas de la tarde, que remonta las esferas para escapar definitivamente la tierra....
……..En ninguna de sus estrofas hay tono inarmónicos, ni sonsonetes vulgares. Su romanticismo está llorado desde que se inicia el poema: ¡es que llora el poeta!...
……..Una novia queda más allá de los ríos congelados del tiempo. ¡es que llora el niño!....
“……blandió el sepulturero su herramienta,
me apoderé yo mismo de una pala
y entre los dos el ataúd cubrimos
con una mano de tierra hospitalaria.
…… ¡Tierra hospitalaria!.... ¡Qué sinfonía de notas y de sílabas encajadas en un sólo acento....! ¡Siempre fue así — y será — la tierra para todos! ¡Hospitalaria!.... ¡Hasta los malvados y los descreídos, los envidiosos y los estultos y los tontos!....
Evocación al Poeta Ausente
Pedro Aguiar: La tierra también tiene que haber sido hospitalaria para ti como lo fue para la novia que tú ayudaste a sepultar...
¡Ahora estás en tu regazo eterno...! Recostado seguramente en una nube de sueños que no habrá de estremecerte nunca más de dolores vividos ni de envidias ajenas...
Desde tu infinito acaso, al evocarte, repites conmigo — desdeñoso de lo pueril e inútil que vamos cantando a cada hora — la inefable melodía que encaraste en
"... unos ojos muy negros que me miran
y una mano muy blanca que me llama...!

Nota de la Redacción: Santiago de las Vegas aún sostiene la deuda de publicar la obra poética de Pedro N. Aguiar.
Fuentes consultadas:
- Aguiar, Pedro N., Canto al trabajo en revista Cúspide, Año II, No. 7, julio 15 de
1938.
- Colas, V. Con mi Kodak — Pedro Aguiar, en Revista del C.I.R. Año III, No.
7, diciembre 15 de 1936.
- Fina García, Francisco. Ha
muerto un poeta santiaguero. En Revista Antorcha, Sep-Oct. 1946.
- García Cabello, Antonia. Página Literaria – Desfile Artístico –
Pedro N. Aguiar. En Revista Antorcha, Época I, No. III, 30 de enero de 1946.
- Los poetas de Santiago de las Vegas. Compilación y Prólogo de Helio Orovio Díaz.
Consejo Regional de Cultura de Boyeros. Imprenta Revolucionaria. La
Habana. (s.a.).
- Pedro N. Aguiar Ha Muerto, en periódico Ráfaga, Año II, No. 9, Santiago de
las Vegas, septiembre 13 de 1946.
- Pedro N. Aguiar, en periódico El Auténtico, Año 4, No.33,
Santiago de las Vegas, 25 de septiembre de 1946.
- Pérez Chávez, Rubén. Lo melancólico como determinismo en la vida
del poeta Pedro N. Aguiar. Publicación de la Editorial “Ráfaga”, Santiago
de las Vegas, Cuba. Octubre de 1947.
- ------------, In Memoriam - Pedro N. Aguiar. En periódico local Cauces, Año I, No. 1, Stgo. de las Vegas, septiembre 30 de 1949.
- ————, Pedro N. Aguiar (In Memoriam). Revista Antorcha,
Año IX, No. 11, septiembre 30 de 1954.
- Salinas Croche, Eduardo. Libretas
de poemas de poetas santiagueros. Archivos del Museo Histórico,
Santiago de las Vegas, Cuba.
- Simón Pérez-Rolo, Marat. Santiago de las Vegas 300 años de historia.
Octubre, 2000.
- Vázquez Pérez, Gregorio. Inolvidable. En Revista del C.I.R.,
Época IV, Año II, No. 1, mayo de 1955.
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