lunes, 17 de agosto de 2009

Publicaciones: Lo melancólico como determinismo en la vida del poeta Pedro N. Aguiar

Santiago de las Vegas, ya hemos dicho, fue* cuna de las artes, produciendo músicos, pintores, artistas y poetas en números extraordinarios para su población. Pedro Aguiar y Cruz (a la derecha, en 1943), nacido en la finca "La Bijirita" en 1887, fue una de las voces más fecundas del Santiago de la primera mitad del siglo XX, y es en su honor que hoy le ofrecemos una detallada reseña de la obra "Lo melancólico como determinismo en la vida del poeta Pedro N. Aguiar", de Rubén Pérez Chávez. Como muestra de los deleites literarios que constituyen su obra, le ofrecemos estos versos, escogidos de un canto que le dedicó Aguiar a su querido pueblo natal:

En ti he pasado los breves años que precedieron mi juventud, y en ti devoro los desengaños mientras que subo por los peldaños donde me espera la senectud. El odio injusto, la torpe envidia me acorralaron alguna vez, mas ― cual soldado que sangra y lidia ― ví deshacerse la ajena insidia, ante la torre de mi altivez. ¡Sé que hay espinas en el sendero, sé cuánto pesa la dura cruz!........ Pero yo, avanzo, lucho y espero, mientras que, lejos, brilla un lucero que me regala toda su luz. * * * Cuando la suerte ― que es mi enemiga ― me llevó lejos de tu calor, allí, rendido por la fatiga, recordé siempre tu plaza amiga, llena de risas, luz y color. * * * Ciudad nativa, ciudad mimada, de mi carácter rudo crisol, recoge el eco de esta balada, mientras que brillas alborozada bajo la rubia gloria del sol!
* Y sigue siendo cuna de grandes talentos; nuestro enfoque editorial en la época de oro de Santiago de las Vegas no se debe interpretar como falta de apreciación de nuestros artistas actuales.

6 comentarios:

  1. Deseo expresar mi gratitud a todos los que participan en el sitio. Encontar referencias a mis ancestros y fragmentos de su obra, perdida en la oscuridad del tiempo y desconocida para mi, es de inmensa significacion.
    Roberto F Silva Aguiar (sobrino nieto de Pedro N Aguiar). robertof.silva@yahoo.es

    ResponderEliminar
  2. En estos días, como tantas veces, me pongo a recorrer las calles de Santiago de las Vegas y, "paseando" de casa en casa, me recordé de los nombres tan lindos, musicales e inusuales (porque hoy ya no se escuchan!) de tantas personas.
    Eulalia, Silveria (Luisa Rubio), Alejandrina, Antoñica, Zelaida, Laudelina,Reyna, Orquídea...
    Entre los hombres recuerdo Belarmino, Ovidio(el conserje de la escuela Las Carrales), Restituto (el esposo de Luisa). Recuerdan algunos más?

    ResponderEliminar
  3. Aunque dejé Santiago a los once años, tengo tantos recuerdos imborrables, quizás porque en aquella época (del 56 al 67), y a pesar del clima político, los niños teníamos más libertad para disfrutar. Por ejemplo, yo recuerdo...
    Comprar postalitas en el puestecito frente a la bodega del chino Bigote
    Ir a cambiar novelitas de Corín Tellado para mi mamá en la casa de la Niña Gobín
    Empinar papalotes (que comprábamos también donde la Niña) con mi padre en la loma del Cacahual
    Comprar novelas de Emilio Salgari, como "El Corsario Negro", en la librería frente al ayuntamiento
    Hacer barquitos de papel con mis amigas, realmente hermanitas, Rosita y Gisela, y verlos navegar por las cunetas después que llovía
    Jugar con mis amigos en el Parque Juan Delgado
    Jugar en el portal de Toñito y Mercedita, al lado de la casa de Alejandrina
    Ir al cine a ver películas de aventuras europeas (las rusas nadie las iba a ver!) como "El Hombre de Río", "El Tulipán negro", etc.
    Comprar durofríos en la bodega de Bigote
    Gritar "Fogote!" en el cine, cuando se echaba a perder la película
    Que Teo el fotógrafo tomara los fotos de los cumpleaños; el cake siempre era de "Los Pinos Nuevos"
    En aquella época no necesitábamos juegos de video para divertirnos, teníamos yaquis, patines, carriolas, y nos sentábamos a hacer cuentos de fantasmas y aterrorizarnos por las noches
    En fin, son tantos recuerdos queridos, que me hacen tan feliz de haber vivido esa época.

    ResponderEliminar
  4. Otros nombres que ya no se escuchan... el de nuestra adorada abuela Nana y su hermana Eva, q.e.p.d: Altagracia y Evangelina. También Ofelia, Fidelina, Pradina... Qué melodía en esos nombres, como dice Giselle. Ya sabemos que la moda es cíclica... ¿volverán algún día los padres cubanos a darle a sus hijos estos nombres tan cargados de recuerdos?

    ResponderEliminar
  5. Por cierto, hoy mi madre se acordó de un señor de color que vivía cerca de su casa en 14 entre 15 y 17 que se llamaba... María.

    ResponderEliminar
  6. SI DE NOMBRES SE TRATA ES IMPRESIONANTE LA LISTA;MI TIO AGUSTO,MI TIA LILIA,MIS PRIMOS MARIO Y EMMA,MI ABUELO PANFILO,RECUERDO UN SENOR QUE VIVIA AL LADO DE LA CEIBITA EN CALLE 8 Y SE LLAMABA ANGEL MARIA,MI TIO NARDO,MI PRIMA EDILIA,MI VECINA DULCE MARIA,EMILIA,CRECENCIO,VIOLETA GRILLO,AZUCENA,GRILLO AHHHHHHHH CUANTOS RECUERDOS,,,,,,,,,,,,,,,,,,,SALUDOS SANTIAGUEROS,BENDICIONES.

    ResponderEliminar

¡Bienvenido! En este espacio podrá publicar sus propios comentarios, recuerdos y anécdotas. Recuerde siempre poner su NOMBRE Y APELLIDO y su dirección de E-MAIL para que otros santiagueros se puedan comunicar con usted.