Hoy 31 de diciembre concluye un año más de nuestras vidas; un día que nos invita no sólo a festejar o a anticipar un año mejor que el que hoy nos deja, sino también a reflexionar sobre lo que hemos hecho bien y lo que podemos hacer mejor. Entre todos en Santiago de las Vegas en Línea hemos hecho bien este año, dedicándonos a conservar, para nosotros y para futuras generaciones aún por nacer, lo que fue nuestro pueblito cubano en su época de oro. Hemos secuestrado minutos del diario quehacer de nuestras vidas para recordar, para escribir, para buscar y compartir fotografías olvidadas, y para crear una red de contactos digitales que abarca el mundo entero, desde la gélida Rusia hasta los Andes argentinos, un Santiago virtual tan grande como el planeta, donde todos, gracias a Dios y a la tecnología, somos vecinos una vez más. Somos, si no nos equivocamos, el primer pueblo cubano que aprovecha al máximo el potencial de la Internet para rescatar su historia pictórica y textual. Somos, si no nos equivocamos, el primer pueblo cubano que reconstruye sus calles y vecindarios no con ladrillo y mortero, sino con módems, teclados y pantallas. Somos, en fin, el primer pueblo cubano que une a sus ciudadanos, dondequiera que vivan, en una misma misión de amor cívico al terruño que nos vio nacer. De esto podemos sentirnos orgullosos, por todo el trabajo que hemos hecho en este año 2008, y por todo el que haremos en el año que comienza mañana, con más esmero, tesón y amor que nunca. A todos, nuestros mejores deseos para que el año 2009 los colme de paz, salud, y felicidad.
José Alberto Balido Hernández
Ismael Balido Pérez
Consuelo Hernández Basabe
David Appell Varmuza
PD: En conclusión, le ofrecemos esta imagen del fin del año 1957 en el restaurante Rincón Criollo. A la derecha, Arsenio Alemán y su esposa Migdalia Agusti; a la izquierda, una señorita cuyo nombre desconocemos.
recordando el pasado para construir el futuro : santiagodelasvegas.org
miércoles, 31 de diciembre de 2008
En conclusión, ¡felicidades!
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1:07 p. m.
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El 31 de diciembre en Santiago
por Jorge González
Los 31 de diciembre en mi natal Santiago de las Vegas eran dulzones y tranquilos. Se esperaba la llegada del Día Primero con la esperanza de que los próximos 365 días llegaran con salud, paz y prosperidad. Eso se pedía alegremente al sonar las 12 campanadas o escuchar la radio primero o ver el anuncio por la televisión después. Esa noche los menores estábamos eufóricos, gritando, jugando y saltando, con un gran alboroto. Esa noche nos dábamos atracones de golosinas a trocha y mocha: queso, turrón, dulces caseros. Y a las 12 de la noche las famosas 12 uvas y un poquitín de Sidra El Gaitero. En muchas casas de familia se bailaba con música transmitida por la radio.
El famoso cubo con agua lanzada a las calles era otro acto interesante y de jubileo infantil. Desde el fondo de las casas venía aquel cubo repleto del líquido de la vida, que se zumbaba a la calle con la mayor fuerza posible para “purificar la casa y limpiar el futuro”. No sé el origen de semejante exorcismo purificador, pero la inmensa mayoría lo practicaba y aquí o donde quiera que haya cubanos de pura cepa, seguramente repetirá cada 31 de diciembre ese ritual.
En esa época se instalaban en el Parque Juan Delgado o en el Parque Viejo (José Martí) alguna que otra Verbena, con caballitos, sillitas voladoras, botecitos, la “estrella” y otros juegos para niños. También había juegos como: lanzar argollas a botellas de licor; tirarle a diferentes premios con escopetas de aire que disparaban corchos; tiros al blanco con escopetas de municiones, y hasta con rifles de calibre 22. Allí podíamos comprar algodón de azúcar, churros y rositas de maíz, todo por centavos.
Pero la culminación de los festejos del 31 eran los bailes de las tres sociedades más importantes. En muchas ocasiones el Centro de Instrucción y Recreo (CIR) y el Club Atlético Santiago (CAS) se fusionaban y cerraban el paso de la calle 11, y los bailadores y bailadoras (siempre con sus chaperonas) podían cruzar de un local a otro sin problemas. La Sociedad La Gloria (6 entre 9 y 11) tenía la fama de traer las mejores orquestas a sus bailes del 31. Jamás olvidaré las detonaciones de disparos al aire al despedir el 31 y saludar el dia primero, así como las explosiones de los voladores del famoso Sixto el Pirotécnico (calle 9 entre 6 y 8).
En esas tres asociaciones culturales y de recreo había orden y disciplina, aun cuando había abundante expendio de bebidas alcohólicas y licores. Es algo muy curioso cómo en aquellos festejos de nuestro pueblo no habían grandes alteraciones del orden. Sólo uno o dos policías cuidaban el orden. Recuerdo que en un baile había dos o tres caballeritos pasados de tragos (eso fue en el Patio Sevillano). Llegó el cabo César con su natural y parsimoniosa tranquilidad y cortesía, y le dijo a los cantineros indicando con el índice: a estos caballeros no les sirvan ni un trago más porque han bebido de más. Acto seguido le dijo amablemente a los bebedores: “Por favor retírense de los alrededores de la cantina porque de lo contrario me veré en la obligación de actuar en nombre del orden de la comunidad”. Los muchachones se retiraron calladamente. Y lo bonito del caso, el cabo César solo portaba el club de madera de roble que comúnmente se denominaba “el amansaguapos”.
Si había algun bebedor o borrachín belicoso y buscapleitos, lo llevaban a la estación de policía (calle 6 entre 11 y 13), la cual estaba frente al Patio Sevillano. Si se ponía “majadero” le daban una buena ducha con agua fría, un café sin azúcar del bar de Gervasio, y bien mojadito con ropa y todo lo acostaban a dormir en una celda hasta el amanecer. Si era una cuestión menor se iba a casa, y si era una alteración del orden o pelea, pues le levantaban un acta y tenía que ir al Juzgado Municipal a verle la cara al Juez Parra. Amigos, espero que estas notas de mi anecdotario les sean gratas. A todos les deseo un buen 2009 con salud, prosperidad y muchas esperanzas cumplidas.
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12:44 p. m.
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Adiós al 2008
Desde que un grupo de vecinos en el año 1744 solicitara al Rey Fernando VII la creación de nuestro pueblo ha llovido mucho. Doscientos sesenta y cuatro años después, la historia recoge el trabajo y esfuerzo de varias generaciones que ha permitido que este rincón al suroeste de la Habana sea orgullo de todos los que tuvimos el privilegio de nacer en él.
Cuando a las 12 de la noche del 31 de diciembre el 2008 cierre sus puertas, nos deja tras de sí un periodo de tiempo cuanto menos diferente. Definir en positivo o negativo nuestras vivencias resultaría relativo, siendo más objetivo el análisis que cada uno pueda realizar. Los acontecimientos ocurridos este año en lo general nos llama a la reflexión y algunos nos brindan la posibilidad de una esperanza para los años venideros.
Si hay algo positivo para todos digno de señalar, es la consolidación y avance del proyecto “Santiago de las Vegas en Línea”. Es de agradecer una vez más la idea nacida en el seno de la familia Balido, quienes permiten que todos nosotros seamos partícipes de esta reconstrucción virtual de nuestra historia.
Es gratificante ver en las estadísticas que nos ofrecen cómo ya son miles y miles las personas que han visitado nuestro sitio, procedentes de casi 100 países, entre ellos lugares tan distantes como Australia, India y Singapur y otros tan singulares como Botswana o Vietnam. No podemos creer que todos sean santiagueros, pero sí que son personas que saben apreciar la calidad de un trabajo y el uso de Internet en tan noble fin.
Durante este año, gracias a Santiago de las Vegas en Línea, son muchos los santiagueros que se han reencontrado. Familiares y amigos hemos vivido con alegría y nostalgia momentos de infinita sensibilidad humana. El Síndrome de Ulises o del emigrante ha sucumbido ante este proyecto.
Decimos adiós al 2008 convencidos que el próximo año será mejor para todos y seguiremos buscando en este sitio; un artículo, una foto, un familiar, un amigo, que nos permita vivir el presente y soñar con el pasado.
Gracias y Feliz año nuevo
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12:33 p. m.
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jueves, 25 de diciembre de 2008
Los días previos a Nochebuena
por Jorge González
Mis recuerdos de Nochebuena son remotos.
Recuerdo que en muchos lugares de Santiago, así como en cualquier rincón de Cuba, los campesinos de los alrededores preparaban un corral y allí vendían su cochinitos para la Nochebuena. Todos usaban unas balanzas colgadas y en el cabezal de dicha balanza enganchaban al cerdito previamente amarrando una patica delantera y otra trasera, para lo cual utilizaban un arique de yagua de palma real.
Despues corrían por el brazo de dicha balanza el “tarugo” de bronce y así sabían el peso del animalito. Los precios por libra no eran altos, si mal no recuerdo 8-10 centavos por libra de peso. Esos campesinos eran expertos en capturar con sus manos al cochinito que el comprador deseaba llevar para su casa.
Aun guardo en mi memoria el típico olor de esas cochiqueritas transitorias de entonces.
El palmiche y un poco de maíz en grano eran el alimento utilizado. Además le agregaban un poco de sal para que tuvieran sed y tomaran más agua los animales, con el propósito de aumentar su peso.
También recuerdo las ventas de lechón asado en muchas esquinas del pueblo. El vendedor utilizaba una pesa de bodega y te vendía un pedazo de cualquiera. A los muchachos nos regalaban algún que otro “recorte” o un pedacito de pellejo dorado y crujiente.
Pero el mejor en esos asuntos de asar lechones fue el famoso Domingo "Busca el Almuerzo". Domingo tenia "ángel" para esos menesteres.
Recuerdo que en la esquina de 6 y 17 existió un lugar llamado La Lechonera, cerca de las Jimagüitas del Zapote (dos simpáticas mulatas idénticas, que siempre se vestían igual, y que vivían en una casa que le llamaban el Zapote). Pero ése fue un sitio de poca duración.
Tal y como rememora el Sr. Balido, muchos tuvimos experiencias similares en lo tocante a la preparación del lechoncito de Nochebuena. Recuerdo que el mojo consistía en: abundante jugo de naranja agria, ajo machacado, oregano y sal.
Como Balido, yo también ayudé a mi abuelo a preparar el lechoncito de Nochebuena. Después de dejar que el lechoncito escurriera su sangre, se le practicaban unas perforaciones en todo el cuerpo y se le introducía el “adobo de mojo criollo”. Se podía asar en el patio (eso hacía mi abuelo), usando carbón de Yana comprado a Mateo el Carbonero. Otros lo llevaban a la panadería cercana para que se lo asaran por un peso.
Lo que sí nunca olvidaré serán los chillidos de dolor de aquellos infelices cerditos al momento de ser sacrificados. Pero así es la vida.
Bueno, ahora que otros cuenten sus vivencias.
¡Feliz Navidad para todos los santiagueros, y un buen 2009 con salud y prosperidad!
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9:20 p. m.
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miércoles, 24 de diciembre de 2008
El lechón de Nochebuena
por Ismael Balido Pérez / Miami, Florida
En mi casa, como en tantas, Nochebuena era arroz con frijoles negros, que los hacía mi madre (Altagracia Pérez Álvarez, “Nana”) y lechón asado. Mi padre (José Alberto Balido Cobo) a veces mataba un cochino en el patio, cuando vivíamos en la casa de la calle 2, cuyo patio daba a la finca “La Caridad”. Para un niño, aquello era algo impresionante: entre dos personas agarraban al cochino, lo ponían boca arriba, y ya sabían donde clavarle el cuchillo debajo de una de las patas delanteras para matarlo. Oír cómo chillaba ese pobre animal es lo más terrible que usted se pueda imaginar. Luego a mi hermano Pepe y a mí nos tocaba limpiarlo. Le echábamos agua muy caliente por encima de la piel, y luego con una teja de techo lo raspábamos para quitarle todo el pelo y quedaba lisito y blanco. Después mi padre lo llevaba a una panadería, donde lo asaban.
Recuerdo una vez que mi padre mató un cochino, y alguien se lo robó del patio. Él sabía que habían sido unos amigos de él que lo hicieron para molestarlo, por no usar el verbo más común. Con toda paciencia, mi padre esperó a que lo asaran en la panadería, y antes de que estos amigos lo pudieran recoger, mi padre fue, lo recogió y lo trajo para la casa.
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11:47 p. m.
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Esta noche es Nochebuena
Esta noche de lechón, turrón y sidra es, como en todo el mundo latino, uno de los momentos más felices del calendario santiaguero. A todos, dondequiera que se encuentren, les desea Santiago de las Vegas en Línea una Nochebuena como las de antes, con paz, amor y buena voluntad.
De nuestra colección le ofrecemos además esta nostálgica imagen del kiosco del parque Juan Delgado, al costado de la iglesia católica, decorado para las Navidades hace más de medio siglo (haga clic en la imagen para leer más).
Para los santiagueros virtuales que han llegado a nuestro sitio en el último año, le ofrecemos también la posibilidad de leer los recuerdos de Consuelo Hernández Basabe de las Navidades de su niñez en los años 1940, originalmente publicados en diciembre del 2007.
Y para concluir, porque queda mucho por preparar para esta noche, le regalamos la letra de aquel villancico de melodia levantina que tanto se escuchaba en Santiago:
Esta noche es Nochebuena, vamos al bosque, hermanito, a cortar un arbolito porque la noche es serena. Los reyes y los pastores andan siguiendo una estrella, le cantan a Jesus niño, hijo de la Virgen bella. Arbolito, arbolito, campanitas te pondré, quiero que seas bonito, que al recién nacido te voy a ofrecer. Iremos por el camino, caminito de Belén, ¡iremos porque esta noche ha nacido el Niño Rey!¡FELICIDADES!
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12:40 p. m.
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martes, 16 de diciembre de 2008
Un día de 48 horas: el peregrinaje a Rincón
por Giraldo Raymond de Con En Santiago de las Vegas, los días 16 y 17 de diciembre se fundían en un tiempo irreal, mágico y hasta sobrenatural. Recuerdo la imagen de aquel hombre que, gateando con las rodillas ensangrentadas, tiraba de una gran piedra con una cadena atada a su tobillo. Nunca supimos el origen de aquella promesa pero de seguro encerraba una fe ciega y un compromiso con su propia alma.
Nuestra casa quedaba muy cerca de la avenida de entrada al pueblo y todos los vecinos pasábamos despiertos toda la noche víspera de San Lázaro. Era como un río que aumenta su caudal poco a poco; el goteo comenzaba muy temprano el 16 de diciembre y hacia la media noche ya era un desfile constante. No se daban cifras exactas, pero no resulta exagerado cuantificar en decenas de miles los peregrinos que venidos de lugares muy distantes a cumplir con sus promesas o a rogarle al santo plegarias por su salud, la de un familiar o un amigo o el ferviente deseo que su vida cambiase.
En ese entonces aún las puertas de nuestras casas siempre estaban abiertas y recuerdo que muchos llegaban pidiendo un poco de agua o necesitados de pasar al baño; nunca se le negaba a nadie. Creo que todo el mundo participaba de aquello como algo propio y resultaba una bendición del destino que estuviésemos en el camino de paso hacia Rincón. En cada persona podías distinguir algún detalle específico: se veían muchos vestidos de sacos de yute, cabezas rapadas, pies descalzos, rostros desencajados y otros alegres. Era una mezcla de fiesta, dolor y esperanza. La abuela tenía la costumbre de hacer limonada o chocolate caliente y los ofrecía como tributo a la fe de aquellas personas.
En la mañana del 17 nuestra avenida resultaba pequeña para absorber aquel flujo humano, y qué podemos decir del cruce de caminos a la entrada de Rincón, punto de convergencia de las principales tradiciones religiosas del cubano. San Lázaro emergió del proceso socio cultural derivado del encuentro y sincretizacion de las religiones Católica y Yorubá. Un santo católico y un orisha lucumí son vistos como manifestaciones diferentes de la misma entidad espiritual . San Lázaro y Babalú Ayé representan la más genuina cubanía y los santiagueros fuimos y somos espectadores de excepción.
La iglesia de Rincón, nacida para el auxilio espiritual de los enfermos de lepra, se convirtió por derecho propio en templo venerado por creyentes y ateos y durante décadas ha permitido el privilegio de que en Cuba un día tenga 48 horas.
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11:01 p. m.
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miércoles, 10 de diciembre de 2008
San Lázaro, Navidad y Año Nuevo
Estimado conciudadano digital: Al aproximarse el día de San Lázaro, la Nochebuena y Navidad, y el Año Nuevo, quisiéramos invitarlo a compartir con Santiago de las Vegas en Línea sus recuerdos y fotografías que muestran cómo se celebraban estas importantes fechas en nuestro querido pueblo antes del 1959. Todo vale: desde cómo fue su primer arbolito de Navidad, hasta sus recuerdos del peregrinaje a Rincón. Es muy importante que todo el que conserve recuerdos o fotografías de estas fechas, nos escriba cuanto antes para poder compartirlas con todo nuestro pueblo en línea hoy... y mañana. A todos, nuestro profundo agradecimiento por su amor a Santiago y por su participación.
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12:08 a. m.
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domingo, 7 de diciembre de 2008
7 de diciembre, luctuoso aniversario
Un 7 de diciembre como hoy, cayó en combate el Titán de Bronce Antonio Maceo y Grajales y su ayudante Francisco (Panchito) Gómez Toro en la finca de San Pedro. Osado y valiente fue el rescate de sus cadáveres por Juan Delgado y el Regimiento Santiago de las Vegas, quienes los trasladaron a la finca La Dificultad en la Loma del Cacahual. Allí Delgado hizo entrega de los restos mortales a su tío Pedro Pérez, quien les dio sepultura clandestina en la misma loma para evitar que cayeran en manos del ejército español, guardando el secreto hasta después de concluída la guerra.
Como si la muerte del que tanto dio por la libertad de Cuba no fuera ya repugnante, hoy nos cuenta Francisco Fina García en su obra de mediados del siglo XX, Tradiciones y Leyendas, una escalofriante anécdota que nos ilustra con claridad la barbarie y deshumanización de la guerra.
A nuestros héroes nacionales, que descansen en paz; y que nunca olvidemos, y que sepamos honrar, su máximo sacrificio por la patria. A continuación, tres importantes imágenes de este trágico episodio en nuestra historia:El banquete de los buitresLa pasión llega a cegar de tal manera los espíritus irreflexivos, que lo llevan a la realización de actos ausentes del más elemental sentido de respeto y conmiseración para los que no comparten nuestras ideas y sentimientos. El hecho que vamos a narrar, tuvo su origen durante la guerra libertadora del 95, en ocasión de la muerte del General Antonio Maceo, caído heróicamente en San Pedro, el 7 de Diciembre de 1896. La muerte del Titán de Bronce, héroe de mil batallas y brazo derecho de la revolución cubana, causó tanta alegría entre los voluntarios de toda la Isla, que raro fue el rincón de Cuba, donde no se levantaran las copas de los defensores del coloniaje, para celebrar jubilosamente la muerte del más grande de nuestros guerreros, esperanzados en que con ello pronto terminaría la contienda, por lo que estimaban era un triunfo para la Metrópoli. En esta ciudad, como en muchas lugares, también los enemigos de la libertad y los feroces voluntarios, se reunieron y organizaron un banquete en una finca próxima a la población, donde está enclavado hoy el Reparto "Tessie". De tal magnitud era la alegría que reinaba ente ellos por la muerte de Maceo, que entre burlas y ofensas, no tenían escrúpulos en manifestar cínicamente, que el lechón sacrificado para la comelata, era el General Maceo, convirtiéndose de esta manera en buitres, que devoraban el cuerpo exánime del que le había derrotado en multitud de combates, luchando bravamente, para asombrar al mundo con sus hazañas, pasando a la historia como el más bravo guerrero del continente americano. Poco tiempo duró el alegrón de los voluntarios y sus corifeos; porque apenas transcurridos tres años, tuvieron que morder el polvo de la derrota, ante el empuje de los mambises, resueltos a conquistar la libertad o caer peleando en los campos irredentos de la patria, porque lejos de caer en el desaliento por la pérdida del ínclito guerrero, constituyó un aliento poderoso para continuar la epopeya redentora.
Campesinos en la exhumación de los restos de Maceo y Gómez; entre ellos estarán Pedro Pérez y sus hijos.
Bohío donde se velaron los restos del Titán de Bronce y su ayudante. Al frente, Pedro Pérez y sus hijos.
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8:55 p. m.
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viernes, 5 de diciembre de 2008
Geografía de una vida: Olga Ramos Sierra
por Giraldo Raymond de Con
Es un secreto a voces que Santiago de las Vegas ha sido cuna de personas de prestigio profesional en muchos campos del saber y en gran medida intervino en ello el buen profesorado que había en nuestras escuelas. Hoy queremos recordar a una maestra que hizo de la geografía su razón de vivir más allá de ríos y montañas.
En la finca Las Mercedes situada en la carretera de Managua, en cuya entrada dos elefantes daban la bienvenida a los visitantes, nació en febrero de 1919 Olga Ramos Sierra (a la derecha en esta foto familiar), hija de Cheo Ramos e Isabel Sierra. Desde muy pequeña sintió la necesidad de enseñar a los demás. Graduada como maestra normalista, combinaba los estudios con su trabajo como secretaria en la Estación Experimental de Santiago de las Vegas, logrando culminar los estudios superiores de magisterio en la Universidad de la Habana. Su primer trabajo como maestra lo desarrolló en una pequeña escuela pública situada en la esquina de la calle 7 y 12, donde años después se edificó el policlínico de Santiago. Posteriormente impartió clases en el colegio José Manuel Sánchez de la asignatura de Ciencias Sociales, compartiendo con la profesora Delia Herrera la enseñanza de la geografía y la historia.
Maestra de varias generaciones de santiagueros, dedicó una buena parte de su vida a escribir libros educativos de Geografía. Los que hoy peinamos canas aprendimos de nuestra tierra y nuestros mares estudiando sus manuales, siendo su participación en la creación del Atlas Nacional de Cuba, el resumen a su dedicada labor.
Si como maestra era buena, como persona lo era más. Olguita, como le solían llamar, era la personificación de la cordura y el bien estar. En 1983, tras una penosa enfermedad fallecía, dejando en el recuerdo de todos los que tuvimos el privilegio de conocerla un río de amor y una montaña de sabiduría.
[Nota: Dedico en especial esta semblanza de Olga Ramos Sierra a sus nietos: Leyna, Ana Olga, Anthuan y Tonito, a quienes vi nacer y hoy son mujeres y hombres de bien.]
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7:40 p. m.
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miércoles, 3 de diciembre de 2008
Octogésimo primer aniversario del Centro Obrero
Hace 81 años, el día 3 de diciembre de 1927, se fundó en Santiago de las Vegas el Centro Obrero en la acera este de la calle 4 entre 11 y 13. Este bello edificio neoclásico albergó entre sus muros a la Sociedad de Torcedores, la cual mantenía en su sede una biblioteca que declaró pública en 1928, convirtiéndose ésta en la primera biblioteca pública de nuestro pueblo. El año siguiente, por iniciativa del Sr. Guillermo Gener (de la fábrica de tabacos Gener, que patrocinó la impresión de la serie de fotografías y textos de la obra Alma Guajira de Marcelo Salinas, que publicamos anteriormente en este sitio) y por gestiones de la Sociedad de Torcedores, se estableció en el Centro Obrero la primera escuela de idioma inglés.* ¿Conserva usted recuerdos o fotografías del Centro Obrero? Lo invitamos a compartirlas con Santiago de las Vegas en Línea. *Extraído de Instituciones santiagueras, de Arsenio Alemán Agusti
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martes, 2 de diciembre de 2008
Perfiles santiagueros: el Coronel Alejandro Gravier


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7:24 p. m.
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lunes, 1 de diciembre de 2008
Origen de una familia
por Giraldo Raymond de Con
Es un privilegio para todo ser humano conocer sus orígenes familiares. Cada uno de nuestros apellidos encierra una pequeña historia, que puede representar colectivamente la formación de un pueblo. Santiago de las Vegas no es una excepción; en su desarrollo se crearon familias mayoritariamente descendientes de españoles, ya fuesen canarios, gallegos o asturianos. La emigración hacia Cuba a finales del siglo XIX y principios del XX fue considerable fuese por la guerra o en busca de nuevas oportunidades para una vida mejor.
Desde el más profundo respeto hacia todos los santiagueros, que visitan este proyecto, quiero dedicar este pequeño homenaje a la familia de Con, a la cual me siento orgulloso de pertenecer.
La imagen del encabezamiento corresponde a la pequeña iglesia de Mestas de Con, pequeña aldea perteneciente al Municipio de Cangas de Onís, ubicado en la zona oriental del Principado de Asturias. Después de más de cien años tuve la gran oportunidad de pisar la casa donde nació nuestro bisabuelo Isidro de Con Cortinas, hijo de Santos y María, convertida hoy en casa de aperos de labranza para el trabajo en el campo. Entre aquellas piedras roídas por el tiempo, sentí una emoción indescriptible, difícil de explicar. Cuales serian los sentimientos del joven Isidro de Con, al dejar tras de si estas inhóspitas tierras perdidas, en la inmensidad de las rocosas montañas de los Picos de Europa y emprender la aventura de hacer las Américas.
Según algunas referencias Isidro pudo embarcar en el vapor “Covadonga” que hacía la ruta marítima entre Gijón y La Habana. Puede ser que atraído por la pujanza agrícola de Santiago de las Vegas en esa época, encaminara sus pasos hacia esa zona. El 31 de Diciembre de 1898 contrae matrimonio en la Parroquia de Santiago de las Vegas con María Luisa Isolina Vildostegui Velasco, de cuyo matrimonio nacerían cinco hijos: Emelina, Estela, Abelardo, Alfredo y Armando. El matrimonio y sus hijos vivían en una modesta casa destinada a trabajadores dentro de la Estación Experimental Agronómica.
Isidro murió joven pero dejó tras de sí un apellido familiar que generación tras generación ha permanecido en Santiago de las Vegas y aun los que hoy vivimos fuera de Cuba, no dejamos de recordar ni por asomo nuestro origen. En la actualidad el apellido se ha multiplicado y es el resultado de la decisión de un solo hombre que un buen día cambio el rumbo de su destino.
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11:51 p. m.
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