sábado, 23 de abril de 2011

Del Sábado de Gloria al Sábado Santo

por Leonardo Gravier / Coral Gables, Florida

Uno de los días más alegres en Santiago de las Vegas era el Sábado de Gloria. Éste se celebraba el día antes del Domingo de Resurrección (Pascua de Resurrección); era la ceremonia solemne de la Vigilia de Pascua en la mañana de dicho sábado.


Las campanas de la iglesia tocaban a rebato, exactamente a las diez y media de la mañana, los gritos de “Aleluya” y la caída del telón que tapaba el altar mayor de la iglesia, anunciaban que terminaba el luto del Viernes Santo y surgía con todo su esplendor la primavera espiritual de la Pascua. Era un día de fiesta. Terminaba con los más concurridos bailes en los tres locales sociales de Santiago – el Centro de Instrucción y Recreo, el Club Atlético Santiago, y el Centro de Instrucción y Recreo "la Gloria".

Venían muy buenas orquestas, y como era en primavera, la gente podía vestirse tanto de invierno como de verano.

El 9 de febrero de 1951, el Papa Pío XII cambió la hora para las diez y media de la noche mediante el inesperado decreto “Dominicæ Resurrectionis”. Lo que era el Sábado de Gloria se convirtió, a la antiquísima usanza, en Sábado Santo. El luto se apoderaba de lo que antes era un día de júbilo y festejos.

Esto creó una conmoción en el pueblo y en las sociedades. Los bailes tendrían que comenzar tarde en la noche del sábado. La cosa se complicaba debido a los preparativos de los bailes y los compromisos con las orquestas.


Mas casi todo en Santiago tenía una solución. Hablaron con el párroco, el inolvidable Padre Vicente Jovaní (a la derecha), y llegaron a una transacción. En lugar de las diez y media de la noche, se otorgaba una dispensa para comenzar a las ocho, y todos quedaron satisfechos. Así creo que fue el acuerdo en el que yo no participé por mi corta edad y tal vez no tenga muy claros los pormenores del incidente.

2 comentarios:

  1. A pesar de mi corta edad con respecto a Leonardito y otros santiagueros que sí pudieron vivír a plenitud aquellos tiempos, en mi memoria quedan recuerdos imborrables de la celebración de la Semana Mayor en nuestro Stgo.Ayer en horas de la tarde, cayendo la tarde mejor dicho,en una estampa llena de luz primaveral, me vino a la mente la imagen de nuestra iglesia engalanada y preparada con la solemnidad requerida para tan luctuoso acto; estoy mirando a Chiquitico Rivero (vecino de la calle 15 e/ 6 y 8 profesor destacado de nuestras escuelas públicas, tuve el gusto de conocerlo personalmente) ataviado con el morado obispo, haciendo el descendimiento de la cruz del crucificado Jesus Cristo,en medio de un silencio sepulcral, de respeto absoluto al triste acto.En horas de la noche, salía la Vírgen María, en peregrinación por una gran cantidad de nuestras calles con su mirada llena de llanto y de dolor, en la busqueda del hijo amado, el pueblo detrás acompañandola.
    Recuerdo que en esos días creo que detrás del santo entierro, una banda de músicos interpretaba música sacra, que en este medio no puedo tararear, pero no la olvido, y según me enseñaron santiagueros preocupados(que quedan muchísimos allá)por nuestra cultura, historia y costumbres, fue compuesta por "José Alemán", músico natural de Guanabacoa, que se asentó en Stgo en el año 1870.Si llegara a sus ojos y a sus manos, no creo que haya nadie mejor para ahondar e ilustrar estos apuntes, que nuestro amigo y coterraneo "Arsenito Alemán", descendiente de tan ilustre familia santiaguera.El pueblo se preparaba para el Sábado de Gloria, las esquinas de las calles 4 y 11,y 6 y 11, se adornaban con pencas de guano, la calle 4 se cerraba hasta la calle 6, las dos sociedades se enlazaban en una sola, para que los bailadores cruzaran del CIR al CAS, a medida que se sucedían las tandas de las distintas orquestas que amenizaban la fiesta de la resurrección.Por supuesto, las campanas de la iglesia sonaban anunciando el momento esperado por todos.En la calle 4, frente al billar de Freire, se alineaban las mesas de juegos atendidas por chinos asentados en Cuba desde 1848, había una que era una torre por donde caían creo que unos dados.En fin, la memoria a veces traiciona un poco, estoy hablando y recordando de hace muchos años atrás, pero esta es una estampa más de NUESTRO SANTIAGO QUERIDO Y NUNCA OLVIDADO. muchomario1945@hotmail.com

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  2. Me encanta leer estas historias y cuentos de Santiago de las Vegas, pues no las conocia previamente. Naci en el 1948 y sali de mi querido Stgo. en el 1962. Pero si, reconosco muchos nombres mencionados en previas anectodas, y actos sociales. Yo conoci a la familia Aleman. Yo fui alumna de ellas, o una de ellas de piano. Tambien conoci a Arsenio y a su esposa. Una bella familia. Creo que Arsenio y su esposa tenian un hijo. Alguien sabe de el? Gracias.

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