por Leonardo Gravier / Coral Gables, Florida
El artículo de Rafael Solís, “Chacolo y la Acrópolis de Santiago de las Vegas”, me hace recordar viejos amigos. Amigos que aparté del camino de mi vida hace más de cincuenta años. Por eso, por lo bien redactado, por lo detallado y por haber sido inspirado al contacto espiritual con la antigua grandeza ateniense que yo tanto venero, lo he leído varias veces.
En el caso de Chacolo, me encuentro con éste más añejado, pero con una cultura más ancha, fija y contagiosa. Sin embargo, es el mismo Chacolo cuya envoltura física no correspondía a la sensible e ingeniosa alma que encerraba.
Aunque por aquella época Chacolo vivía en la calle 1 entre 2 y 4 (en la esquina de su cuadra había una valla de gallos),venía hasta el Parque Viejo a conversar con un pequeño grupo de amigos. Su vestimenta favorita era un pulóver blanco, pantalón vaquero y borceguíes. No recuerdo si estudiaba o trabajaba; para el caso es igual la inactividad. Decía Víctor Hugo en “Los Miserables”: «El hombre no está desocupado cuando se extasía. Existe el trabajo visible y el trabajo invisible. Tales permaneció inmóvil durante cuarenta años. Él fundó la filosofía».
Jorge Brito, aunque nunca participó de aquellas reuniones, fue siempre uno de mis mejores amigos. Fuimos juntos, desde los primeros grados, a la escuela pública. Desarrollamos una amistad tan cercana como la que habían tenido su madre (Gloria) y mi madre. Era un idealista, amante de la humanidad y la libertad del hombre. Siempre se distinguió en la escuela por su inteligencia y su buena conducta.
En el Parque Viejo, Gustavito Galainena, Cuqui Fina, Jorge Garrigó y el autor, simulando un ataque contra Rolando Hernández (Nené el Gordo, al centro)
Muchas veces nos reuníamos en el Parque Viejo, Chacolo, Gustavito Galainena, Cuqui Fina, Ramoncito y Jorge Garrigó, Julito Gallardo, Rolando Hernández (conocido como Nené el Gordo), Mario Arias y otros pocos. Chacolo no tenía muchos amigos puesto que era selectivo en ese aspecto. No obstante, sin pretenderlo, nos hacía reír con sus ocurrencias y las narraciones de sus aventuras, No sé cuánta cultura había acumulado por esa época. Sí recuerdo su forma peculiar de expresarse, intercalando palabras rimbombantes, poco usuales pero apropiadas, en nuestras conversaciones de temas baladíes. Lo recuerdo escondido detrás de la línea del tren que pasaba junto a Rancho Grande, lanzando piedras al estilo del loco del “Guzmán de Alfarache” (dé donde diere) y espetándole a los residentes de aquel barrio marginal: “Rufianes, defiendan sus covachas”. Vocabulario poco coherente con una actuación tan intrépida.
Con Chacolo y Nené conocimos y bajamos muchas cuevas de la zona, las que ellos conocían a pesar de lo intrincado del follaje. Un día, Gustavito Galainena y yo acordamos con Chacolo, Nené y otros, encontrarnos en el “Claro” del Monte Quintero para bajar una cueva (conocida por ellos por estar la entrada frente a una yagruma). Gustavito y yo iríamos más temprano para almorzar en el monte. Llevábamos perros calientes, pan, kétchup, papitas y dulce de guayaba. También llevábamos café y bastante agua. Íbamos preparados para cocinar los perros calientes y hacer el café en una hoguera improvisada. Aunque llevamos suficientes fósforos, nos faltó una cosa muy importante: No sabíamos encender la hoguera. Nos tuvimos que comer los perros calientes sin cocinar. Tan pronto llegó Chacolo con el resto del grupo, prendió la hoguera, hizo el café en un santiamén y nos fuimos a bajar la cueva.
En Santiago había una simbiosis muy curiosa entre la diversión o entretenimiento insignificante (tales como ir a una finca a buscar frutas o a atrapar pajaritos en jaulitas de varillas de coco), y las sesiones de polémicas improvisadas sobre temas tan variados como la meteorología, los deportes, o la política. La política fue siempre el tema que fascinaba al cubano (criticaba a cualquier candidato o al gobierno de turno). No importaba el grado escolar que se hubiese alcanzado, el santiaguero o el cubano en general, improvisaba discusiones en los parques, en los clubes, en las barberías o hasta sentado en el borde de la acera de una calle. La vehemencia de la conversación subía de tono dependiendo de lo controvertido del asunto. Al santiaguero le gustaba saber y se enfocaba mucho en la cultura; no obstante, había algunos que no se esforzaban pero hacían el paripé, llevando siempre un libro (casi siempre el mismo) debajo del brazo. Era tanto el deseo de saber que a veces empezaba un debate de opiniones entre dos amigos, y los que iban pasando se paraban a escuchar (sin participar); en poco tiempo ya se formaba un grupo de espectadores atentos a la discusión original. Diríase que lo que en apariencia era una “falta de educación”, era en realidad una manera más de educarse. Las tertulias de temas filosóficos eran menos comunes y más selectas. Pequeños grupos la componían pero manejaban temas de gran profundidad y de filósofos de cualquier escuela o cualquier época: Platón, Kant, Kierkegaard, Ortega, Unamuno…La fuente de información era los libros que compraban los que podían o los que sacaban de la Biblioteca Más Luz o les prestaban algunos amigos. El punto más común de reunión al que yo iba, era la Biblioteca Más Luz. Allí estaba Juan Pazos compartiendo su cultura como Aristóteles en el Liceo. Tenía un índice bibliográfico en la memoria. Cuando yo quería leer sobre algún tema le pedía a Pazos la recomendación; me citaba varios autores con todo y título de las obras que debía leer. También estaba Yuyo Lanza, brillante y ávido lector de la más profunda ontología, pero más reservado; me enseñó que en la compra de un libro, no se debe escatimar, como aquel poeta que aconsejaba: «Harás lo que debas aunque debas ». Había otros más, todos muy entusiastas y verdaderos filósofos, puesto que más que lo que sabían, era lo que querían saber. En ciertas noches teníamos la visita de un señor de más edad, y por ello más sabio; venía de la Habana y era muy amigo de José Lezama Lima. En una ocasión unos miembros del grupo se propusieron leer y analizar la Biblia; lo hicieron de Génesis a Apocalipsis en varias semanas.
Según Solís aquellos muchachos, que no volví a ver, no desperdiciaron sus talentos; engrandecieron sus conocimientos y les inculcaron a las generaciones que les seguían el hábito de estudiar y la necesidad de indagar.
Hola Leonardo
ResponderEliminarSoy la hija de Juan Pazos, me ha encantado que hablarás de mi padre, el se pasó la vida discutiendo, como buen Santiaguero, era lo que mas le gustaba,y era totalmente capaz de un día discutír "si", y el otro "no",!! y yo le decía, pero si ayer decías lo contratrio... y el me contestaba, "Lo divertido es discutir! Así que en casa, a la hora de la cena todos discutiamos las noticias del día....!! Y así sigo discutiendolo todo!!! Además lo de leer, Juan Pazos era capaz de leerse todos los períodicos de Miami dirariamente, incluyendo los pequeños períodiquitos y siempre tenía uno o dos libros entre manos... Le encantaba la música clásica, y recuerdo mucho, cuando nos levantaba los sábados, ya en Miami, con música Gregoriana. Cuando era así, nos daba la mañana a todas en casa, porque teníamos música Sacra para disfrutar por lo menos hasta la tarde!!! Pero era una buena persona, y creo que era uno de los donadores de libros a Mas Luz...!!!
Lanza esta en Miami, y hace poco hice una pregunta en su nombre, pues no tiene Internet. Siempre me esta pidiendo le consiga algún libro, o escrito.... pues el sigue aumentando su cultura!
Muchas gracias por recordar a mi padre, un Santiaguero hasta la muerte!! y un fuerte abrazo, Maria Elena
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ResponderEliminarEstimada María Elena:
ResponderEliminarNo tienes que agradecerme el que recordara a tu padre Juan Pazos; en mi opinión, fue uno de los talentos más preclaros que he conocido. Su conocimiento abarcaba, increíblemente, todas las materias. Su memoria era prodigiosa y sus explicaciones precisas, amenas y siempre pulidas con ejemplos ocurrentes pero convincentes. De él yo podría decir lo que Dante Alighieri decía de su admirado Virgilio:
"De tal manera me complacen tus explicaciones, que me agrada el dudar tanto como el saber."
Aprendí a admirar a Juan cuando lo oía conversar en la ventana de mi casa con mi padre por largos ratos. Hablaban de cualquier tema: literatura, música, filosofía, política... Mi padre lo distinguía mucho por sus grandes cualidades. Juan llevó una vida de armonía entre su saber y búsqueda del saber, y la cotidiana relación con la familia y la sociedad. A eso llaman los filósofos una "vida socrática". Juan al igual que mi padre, ganaba la vida en la Habana, pero volvía diariamente a su querencia en Santiago de las Vegas.
Yo nunca desperdicié un momento para conversar con él. Siempre que lo encontraba buscaba su conversación. Nunca polemizamos; así era de grande mi respeto y admiración por su talento. Siéntete orgullosa de tu padre, como yo me siento del mío, es el mejor tributo a la memoria de un buen padre.
Un cariñoso saludo de tu amigo,
Leonardo Gravier
Hola Leonardo
ResponderEliminarMuchas gracias por tus bonitas palabras sobre mi padre.... no sabes cuanto me has hecho llorar!!!! No hay día que pase, sin recordar a mi padre, era Cubano y Santiaguero hasta la médula, y además extremadamente buena persona. Yo lo que más siento, es no haber tenido la oportunidad de vivir mi vida en Santiago, creo que era un pueblo estupendo, con gente fuera de serie. Con algunos, hemos podido mantener la amistad, pero con otros ha sido imposible.
Mi padre siempre hablaba de Santiago, y sus gentes, y por eso te conozco, a ti y a tu padre,y a muchsisimos mas, por nombre.....!!! seguramente alguna vez te vi, pero no recuerdo. Te deseo muchas cosas buenas, pongo mi mail, por si quieres contactar alguna vez.
Un fuerte abrazo,
María Elena japdeprisa@hotmail.com
Hola Leonardo
ResponderEliminarHable con mi madre, y me dijo que ella pensaba que tu y Gabriel erais los hijos de Rina y Musiu.... (yo no sabía situarte) ahora ya se donde posicionarte.
Mi padre me llevaba todos los sábados a visitar a los tuyos, y recuerdo los sillones de pajilla de tus padres, yo iba en pantalones cortes, y me pinchaban en las piernas, y me pasaba el rato, quejando de que me pinchaban las sillas, y tu padre se moria de risa conmigo, pues yo era un bicho de esos imparables.
En mi casa siempre se habló mucho de tu Rina y Musiu, teniéndoles en gran estima, y fué mi padre el que me contó que el tuyo era un gran poeta, y me explico que fue el que le puso las letras a la canción "En el tronco de un árbol una niña...." A mi me encanta esa canción, y un día mi padre me lo comentó. No se me ha olvidado, y cuando la canto, siempre recuerdo a tu padre.
Un abrazo,
Maria Elena
Leonardo, yo trbaje con Gabrielito en el Banco de Boyeros , fui vecino y me crie en casa de Andito y Ofelia la gorda, oi tocar Violin a Musiu ,y segun recuerdo la letra que el le
ResponderEliminarHizo fue a Una Rosa de Francia, ya que el autor de la cancion y Musiu de jovenes eran
"FARANDULEROS"
Clemente Romero Martinez
( hijo de Nelida Martinez )
Henry Blanco,mas conocido por `chacolo. Su educacion no se si termino el 5to o 6to grado.Cuando yo estuve en Cuba a mediados de los an`os 90`s me dijeron que estaba trabajando de auto mechanico 4 y 15 al lado de La Iglesia Catolica. En aquella epoca llegar al 4to grado o 6to grado,ya era una buena educacion,leer,escribir y saber las cuatro(4)reglas que era suficiente para encontrar un buen trabajo y asi podiamos ayudar a nuestros padres. Y con esa educacion y menos,algunos ya trabajaban por su propia cuenta y nos ensen`ban el respetar a familia y amigos y el Domingo pa`la Iglesia,que bellos recuerdos.Volviendo a estebuen amigo `chacolo`,El iba Al rancho grande y decia asi`guajiro guardaraya` entonces el salia a buscar quien le estaba gritando pero no lo podia ver pues `chacolo` estaba encaramado en la mata.El a veces montaba la guagua que habia en Stgo,que creo que costaba $0.10 y cuando pasaba por la calle 7,detras de la Iglesia Methodista,decia Julian Centella,`Chacolo` cambiaba la voz y asi no lo podian reconocer,el decia mas o menos asi Juuuian cennnnteilla.Ellos salian con algo en la mano para darle,pero no sabian quien era.El hacia,tambien sus postas,creo que era en 4 y 15.`Chacolo,era un buen deportista,jugaba una 3ra base como pocos alla en la manigua entre los surcos y con la majagua en la mano era muy dificil que un pitcher dijera poncha a `chacolo.Yo lo pude ver cuando estuve en Stgo a mediados de los an`os 90`s,que fue el calle 4 entre 5 y 3 eran `Papon`,Carmona,Acela,`Moroco`,`yayo y yo.El siepre fue querido,y siempre muy agradecido en todo.En mi experiecia,yo vi algunos que jugaban asi en la calle 11 / 4 y 6 gritando a otros y se escondian y despues nos reiamos.Jamas olvidaremos tu figura,aquella tu simpatia,que desccanses en paz amigo.Henry Blanco `chacolo`.
ResponderEliminarHenry Blanco,ms conocico por`chacolo`.Un buen muchacho,alegre y jugueton a veces (nombretes)el llamaba a otros,pero creo que no era el unico,yo recuerdo en la famosa calle de nuestro(que sabemos cual era)pueblo se le gritaba a otros y familia que pasaban por alli y nos alejabamos `del griton`,y virabamos la cara,por que era bastante penoso de que nos vieran la cara.En unas de las guaguitas,que costaban $0.10 el iba en la guagua y cuando pasaba por la calle 7,paralela a la 9 donde estaba la Iglesia,decia asi y cabiaba su voz,para que no fuera conocido juuuiancientieeeella,`Julian Centella`a ceces iba al Rancho Grande y gritaba asi`guajiroguardaraya y salia con un palo o algo asi,pero no lo podia ver,pues `chacolo` estaba encaramado en un arbol muy grande.No se si termino en la escuela Intermedia.En aquellos tiempos,saber las (4) cuatros reglas leer y escribir,era suficiente y se podia encontrar un buen trabajo y mantener una familia y otros empezaban a trabajar para ayudar a sus padres,y otros podian empezar y tener su trabajo propio,todo esto se podia hacer teniendo una actitud positiva,creer en uno mismo.`Chacolo`,era un buen deportista,jugaba la 3ra base muy bien y con la majagua en la mano era muy dificil que en pitcher dijera poncha a `chacolo`.Jamas olvidaremos,aquella tu simpatica figura,descanses en paz amigo. Martin-Carreras. `cuco y `Jimmy`.
ResponderEliminarHenry Blanco`chacolo`.Nome acuerdo si termino en la escuela Intermedia,en aquella epoca eran otros tiempo,sabiendo las cuatro reglas mas poder leer y escribir era suficiente de encontrar un buen trabajo,no se pedia mucho conocimiento y se podia criar una familia mas la educacion de nuestros padres,que nos enzen`aban a respetar a nuestros mayores.Si, a veces el iba a el rancho grande el jalisco y gritaba guajiro `guardaraya` y el guajiro,creo que salia con un palo o algo asi,pero no lo veia pues `chacolo`estaba encaramado en el arbol que era muy alto.En aquellos tiempo en Stgo unas guaguitas,que cobraban $0.10 y chacolo iba en ella y cuando pasaba por la calle 7,detras de la Iglesia metodista el grataba asi,Julian Centella,pero el cambiaba la voz lo deletreaba asi iuuulan ciennnnteiya y no lo podian reconocer.Petro yo creo y estoy seguro que El no era el unico.Yo recuerdo,y principalmente en la 11 entre 4 y 6 y fin de semanas que reamos muchos que pasabamos por esa y veiamos a familia que pasaban por alli y otros jovenes le gritaban a ellos,y que era un poco penoso,pues se notaba pues no nos sonreiamos nos daba pena. `Chacolo` era un buen deportista,jugaba una tercera base como muy pocos alla en la manigua entre los surcos y con La mano era muy dificil que un pitcher dijera `ponche a `chacolo`.Stgo jamas olvidara aquella tu simpatica figura,Q.E.P. descanses AMIGO. Martin-Carreras `cuco` y hermano `Jimmy`.
ResponderEliminarUn error,al final arriba donde dice `y con la mano`es asi `y con la majagua en la mano era muy dificil,,,,,.
ResponderEliminarEn el comentario de arriba,al final `y con la mano`,y con la majauga en la mano,,,`.
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