domingo, 30 de marzo de 2008

Sigue la Controversia: El Municipio Nos Ataca

Estimado santiaguero:

Lamentamos informarle que el Municipio de Santiago de las Vegas en el Exilio, Inc., o mejor dicho, la actual Junta Directiva de esta organización radicada en Miami (que con su menguante membresía desde hace mucho tiempo ya no representa la mayoría santiaguera residente en los Estados Unidos), nos ataca una vez más, en esta ocasión desde las páginas del número septiembre-diciembre 2007 de su revista “El Cacahual”.

Como ya expresamos la última vez, nunca quisimos que nuestro sitio fuera otra cosa que un remanso de confraternidad donde recordar y conservar lo que fue nuestro querido Santiago en su época de oro, y con este fin aclaramos desde el primer día nuestro ferviente deseo de alejar toda polémica y controversia de esta comunidad virtual que estamos entre todos construyendo. Nuestra única y exclusiva meta siempre ha sido, y será, escribir entre todos, y con la participación de todos, lo que esperamos sea la mejor y más completa historia jamás escrita de Santiago de las Vegas hasta el año 1959.

¿Porqué hasta el año 1959?

Ya que esto parece ser lo que más provoca la ira de los señores directores, haremos lo posible por aclararlo una vez más. En primer lugar, porque éste es el período que nos interesa conservar para la posteridad. Punto. Así lo declaramos, y explicamos nuestra estrategia, en la portada del “blog”: “Santiago de las Vegas en Línea es un proyecto de la Fundación Altagracia, una organización cultural cuya única meta es la conservación de la historia de nuestro pueblo en su época de oro. Para que el mayor número posible de santiagueros, dondequiera que vivan, puedan acceder al sitio sin complicaciones y contribuir sus recuerdos y fotografías para su conservación, mantenemos una postura oficial apolítica”. ¿Hay algo que no se entiende?

Déjeme ponerlo más claro aún: el paso del tiempo, el clima y el descuido llevan años ya cobrando su inexorable precio, a tal punto que hoy nuestro patrimonio fotográfico y documental – el único que tenemos – se halla en un punto de deterioro crítico. Si no actuamos hoy, ahora mismo, podemos perder vitales partes de nuestra historia que jamás se recuperarán. Fue así como empezamos en el año 2000 el primer proyecto de rescatar los cientos de fotografías y documentos que yacían olvidados en la torre norte de la iglesia, algunos ya mohosos, roídos por las polillas, y tan delicados que de sólo tocarlos se hacían polvo (le ofrecemos aquí dos imágenes de José Alberto Balido Hernández y David Appell digitalizando fotografías y documentos en la iglesia).

Según se corrió la voz de lo que estábamos haciendo, se nos fueron acercando personas a contribuir sus propias fotografías, expresando siempre el deseo de no perder lo que fue Santiago. Si nuestra meta, en este proyecto, es ante todo salvar lo que podamos mientras podamos, ¿qué sentido tendría rechazar la colaboración de quien la ofrece, comparta o no nuestras creencias? Es más, al entablar esta comunicación basada en el amor compartido por nuestro pueblo, ¿quién sabe a dónde podamos llegar?

Creemos firmemente que no existe conflicto humano donde la solución sea cerrar las vías de comunicación. Esta postura infantil y contraproducente, como ya lo dicen cada vez más cubanoamericanos, no ha servido para nada más que mantener el status quo; por lo tanto, seguiremos con nuestra misión, y que cada cual opine de nosotros lo que desee, que es su derecho en una sociedad democrática.

La actual Junta Directiva del Municipio evidentemente no entiende y no comparte nuestra estrategia, y con todo su derecho, expresa su opinión en el artículo que reproducimos arriba a la derecha. Lo instamos a que lo lea (haga clic sobre la imagen para ampliarla), y que luego de leer nuestra respuesta, llegue usted a sus propias conclusiones. Como siempre, si desea expresar su opinión, puede hacerlo cómodamente mediante el enlace “¡Toma la palabra!” que aparece al principio o al final de este artículo, o simplemente puede enviarnos un correo electrónico a stgodelasvegas@aim.com.

Creemos que todos, sin importar dónde vivamos, tenemos algo que aportar, ya sean fotografías, anécdotas, libros o recuerdos, y ya hemos visto el fruto de esta estrategia: las simpáticas fotos de verbenas, carboneros y lecheros de Xiomara Vigoa, o del Banco Garrigó de Carlos Valiente, o de un desfile escolar de Mario García; las anécdotas del Dr. Alejandro Escarano, o de Amado Herrera, o de Orovio Torres Delgado; los amenos e importantes ensayos de Ana Julia Faya, o de Leonardo Gravier, o de Arsenio Alemán; en fin, de éstos y de muchos más, hemos recibido material de incalculable valor desde las cuatro esquinas del mundo, de dentro y fuera de Cuba, de personas de todos los credos, colores, y afiliaciones políticas. Crea cada cual lo que crea, lo que nos importa es la afinidad que nos une: el amor por nuestro pueblo y su rica historia, y la misión compartida de no dejar que esa historia se pierda.

Pues bien, apenas comenzamos a leer el artículo firmado por la Junta Directiva, ésta nos asegura que “representa sin duda alguna el mejor exponente del respeto a la democracia y la libertad” – y acto seguido anuncia que “no acepta que nuestra historia municipal sea separada entre antes y después de 1959, pues ésta tiene que ser una sola”.

Palabras clave: “no acepta” y “una sola”.

Nos sorprende que los señores directores del Municipio no perciban el severo lapsus logicæ de sus palabras: profesan la máxima democracia, dicen ellos, pero no aceptan otro punto de vista. La historia "tiene que ser una sola”. Porque lo dicen ellos. El que piensa así, seguro que piensa también que verdad hay una sola. Por algo los soviéticos le pusieron a su principal órgano de propaganda “Pravda” – “La Verdad”. La mía, la única. Inconcebible que haya otra, y si no estás de acuerdo, eres mi enemigo. ¿Les recuerda esta forma de pensar a alguien? Si así entienden estos señores la democracia, Dios nos libre de que algún día gobiernen algo más que el Municipio.

Nos sorprende también que los directores del Municipio expresen tan abiertamente su ignorancia de la historiografía. ¿Qué diría un historiador si le dijeramos que no puede escribir la historia del Renacimiento en Italia, época de oro de ese espléndido país? ¿Que tiene que escribir la historia completa, indivisa, desde que la mitológica loba amamantó a Rómulo y Rémulo, hasta el escándalo político de esta mañana? ¿O si no, no la “aceptamos”? ¿Qué diría?

Yendo más allá, ¿quién ha dicho que la historia “tiene que ser una sola”? Pocas veces hemos leído semejante insensatez. ¿Cuántas historias se han escrito de Cuba? ¿Y desde cuántos puntos de vista? Desde el punto de vista cubano, el colonial, republicano, comunista, español, y estadounidense, por nombrar solo unos cuantos. ¿Y cuántos cientos de historias se habrán escrito de Francia, o de España, o de Italia? ¿Qué diría el historiador al que se le dijera que “historia de Italia, sólo hay una”?

Con todo respeto a los señores directores, historias hay tantas como personas que la vivieron, pues cada ser humano lleva dentro de sí, gracias a Dios, un punto de vista único, que sólo ella o él puede expresar. No podemos pretender que un judío alemán escriba la historia de su país como un ex-nazi, ni podemos pretender que un santiaguero que se marchó de su país escriba la misma historia que uno que combatió por la Revolución.

Es por esto que creemos que Santiago de las Vegas en Línea, la historia que estamos escribiendo entre todos gracias a la maravillosa tecnología de la internet, pueda ser algún día la mejor y más completa para el período que abarca: precisamente porque todos la estamos escribiendo. Dicen los señores directores que la historia de Santiago ya “ha sido magistralmente escrita por nuestros historiadores oficiales”. Tienen toda la razón – pero esas magistrales obras están limitadas por la visión particular de sus autores, la época en que vivían, y los recursos que tenían a su disposición. El mundo ha cambiado, señores: ya no tenemos que depender del punto de vista de historiadores oficiales en un momento dado en el tiempo. La tecnología hoy nos permite a todos ser historiadores, y a dar todos una pincelada en el gran lienzo de nuestra historia.

Pero al parecer los señores directores no entienden nuestra misión y nuestra estrategia. O quizás no quieren entender. Porque, al insistir que “la historia tiene que ser una sola”, igual que la “Pravda” fue una sola y cuidado si discrepas, la Junta Directiva delata su aparente incomprensión de uno de los principios más fundamentales de la democracia: el pluralismo de opinión. Su mentalidad, de que el gobierno, ya sea de un país, de una ciudad, o de una asociación como el Municipio, puede decidir y dictar qué es la historia, es una mentalidad totalitaria que no es compatible con nuestras aspiraciones democráticas.

Lo cual explica, si es que usted alguna vez se lo ha preguntado, cómo es que nuestros sitios, www.SantiagodelasVegas.org y Santiago de las Vegas en Línea, jamás han sido mencionados en las páginas de El Cacahual, a pesar de que entregamos un breve artículo al respecto hace años, desde que publicamos las primeras fotos en el 2000. Como si no existieran. Como si no le pudieran interesar a los lectores de la revista del Municipio. Eso sí se llama tapujos, y componendas, y conveniencias personales: por no pensar como los señores directores, nos silenciaron dentro del ámbito de un Municipio que debiera ser nuestra mejor esperanza. Como en un tren a la Siberia. Eso sí se llama censura.

Pero no por esto dejamos de dormir tranquilos. Mientras el Municipio, con las tácticas de censura, agresión, y división de la actual Junta Directiva, cada vez pierde más miembros, Santiago de las Vegas en Línea crece con la fuerza y sangre fresca de santiagueros que se nos unen, entusiasmados por esta noble misión, de todas partes del mundo, cada cual a contribuir su propia pincelada; y son sus palabras de apoyo el mejor alimento que nos nutre para continuar en esta labor.

Que quede bien claro: nosotros, que sí creemos en el pluralismo, y que hemos vivido el mismo dolor de los señores directores y de todo santiaguero que tiene la desdicha de vivir lejos de su tierra; nosotros, que hemos optado, como mejor estrategia para vencer ese dolor, por la conservación de lo mejor de nuestro pasado para las generaciones futuras, nosotros sí apoyamos y aplaudimos la loable y necesaria decisión de la Junta Directiva de crear un espacio en las páginas de su revista para que los que lo deseen, puedan escribir su historia de Santiago de las Vegas del 1959 en adelante. Ésa será su misión, y la respetamos; ésta es la nuestra, y sólo pedimos la misma consideración. Las dos historias caben en el mismo planeta. Éstas dos, y muchas más. Eso se llama convivencia, respeto mutuo, pluralismo y libertad.

Y al final, más allá de conservar cómo era la torre del Ayuntamiento, o la mula del carbonero, o un baile del C.I.R., creemos que eso es lo que más debemos conservar para la posteridad.

- José Alberto Balido Hernández y el equipo de Santiago de las Vegas en Línea

PD: Si desea leer el ataque anterior a este proyecto, y nuestra respuesta, sírvase hacer clic aquí.

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