jueves, 30 de octubre de 2025

Helio "Kiko" Orovio Díaz: Poetas y poesía de Santiago de las Vegas


Helio "Kiko" Orovio Díaz
Foto tomada de Internet
Helio "Kiko" Orovio Díaz (Santiago de las Vegas,1938-2008). Poeta, escritor, musicólogo, periodista. Un artículo mucho más amplio relacionado con la vida y obra de Kiko fue publicado en este sitio. Ud. puede acceder a esa información haciendo click aquí.

Hoy presentamos su poesía. Integrante de la promoción de poetas nacidos a fines de la década del 30 y surgidos a la poesía a inicios de los años 60, en pleno fervor revolucionario por el triunfo de las fuerzas rebeldes que destronaron al dictador Fulgencio Batista del poder, publicó varios cuadernos de versos, a saber  Este amor, 1964; Contra la Luna, 1970; El huracán y la palma, 1980; Antología de la poesía brasileña, 1990 y La cuerda entre los dedos, 1991. Lo consideramos como un poeta de la segunda época republicana. 

Al decir de Julio E. Miranda, estos poetas se distinguen por  emplear el habla popular, rechazo de la retórica, uso de la ironía, condensación del verso, sintaxis libre.

Carmen Alemany Bay reconoce  a Helio Orovio, entre otros, como parte de  «…. una segunda oleada de poetas coloquiales, de autores que toman conciencia de la realidad del país y se comprometen hasta límites insospechados.»

»En general, lo que fundamentalmente aportaron estos poetas, al menos los más destacados, fue incorporar un discurso conversacional que fomentó el renacimiento de la sorpresa verbal y de la audacia metafórica.  Se reafirmaron en que la poesía era un arma de combate y que la presencia del “yo” tenía que dejar paso definitivamente al “nosotros”.

Y luego dice: «Helio Orovio en “Contra la Luna” (1970), al igual que José Yanes, intensificará su quehacer literario en potenciar el prosaísmo en sus textos.»

Como ha señalado Nidia Fajardo, refiriéndose a los poetas de la promoción mencionada   "…….la literatura no se alimenta sólo de literatura: los discursos, las consignas, los trabajos voluntarios, las reuniones sindicales también nutrieron una forma de hacer que desdeñaba, antes que todo, cualquier molde esteticista"

Helio suscribió la declaración Nos Pronunciamos aparecida en el No. 1 del Caimán Barbudo (1966) suplemento cultural del diario Juventud Rebelde. A los firmantes se les conoce como los “caimanes”. En el No.2 ya aparecieron sus poemas.

El ya fallecido crítico literario y notable profesor universitario Dr. Guillermo Rodríguez Rivera expresó que….«no se ha valorado suficientemente uno de los mayores logros de aquellos poetas que publicaron algunas de sus composiciones en el Caimán....., y éste es, el hecho de ser conscientes de "la necesidad de establecer un sólido vinculo entre poesía y canción, de hacer sistemático lo que hasta entonces había sido ocasional.  Y si en el manifiesto "Nos pronunciamos" afirmaban el carácter poético de la canción, no fue extraño que esa convicción cuajara en hechos más concretos"»

Waldo González López dice de Helio Orovio que….«su verso, deudor del coloquialismo responde a tal canon: sencillez, desnudez, laconismo, ironía y humor, son sus cartas credenciales.  Estos poetas desdeñan el metro y la rima, en aras de una expresión más libre y desenfadada».

Presentamos una muestra de la poesía de Kiko. Comenzamos con el poema Este Amor, que da título a su primer libro de poesía y siguen otros de esa primera hornada.


ESTE AMOR

¿De qué siglo
o clima esto que asalta
el costado izquierdo?

¿Del tiempo de Oro?
¿De los días del Átomo?
¿De la Groenlandia
o la Tierra del Fuego?

Pudiera ser....

¿De qué siglo,
de qué clima
esta flecha
que hace saltar
la rota sangre
del izquierdo rojo
corazón?

¡Atiende!

No hay que preocuparse:
con Pericles o Napoleón,
con nieve o trueno
será igual.

El tiempo de este amor
es infinito.

Los siguientes poemas son de esa primera hornada.


ALGUIEN

¿Dónde está el que pudiera decir
que pareces un ángel,
que tus ojos son como la luna
o el sol?

¿Dónde el que afirmaría
que no hay árbol caído
sobre riachuelo
que iguale tu pelo?

¿En que país el mortal
que quisiera dejar de serlo
llevándote al lienzo?

¿En qué aldea dormida
el trovador que daría serenata
a tu boca o tus piernas?

Yo, por mi parte,
no te presentaría en certamen alguno
de belleza.

Ahora bien,
quisiera que algún brujo
o ser humano cualquiera
me explicara por qué
a la hora de las estrelles
te llamo en mis sueños

HOY

Ayer
habrás sido
el chasquido de nueces
que se rompen,
el vino saltando
en la rosada copa,
el beso largo y tenso,
en aquélla, mi dulce Navidad
de todo el año.

Hoy
puedes estar segura que eres
unas cartas
y mucho plomo en el alma 
cada día.

NO ESPERES

No esperes que te diga
como Buesa:

"Así como un residuo de miel en el bagazo,
es dulce la fatiga del placer en tu abrazo"

Ni como Nervo:

"Bésame cual la ola a la playa,
cual los astros al mar...."

Ni aún siquiera como abuelo Bécquer:

"¿Qué es poesía?  ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... ¡eres tú!"

Te digo que si quieres
puedes enredarte
en la blancura de la sábana
en espera del momento

y

luego te vas,
sin mucho ruido,
o si prefieres te quedas
diciéndome adiós por la ventana
con tu pañuelito azul
y tus ojos mojados
de vanidad... herida.

Estos poemas a continuación aparecieron publicados en Los poetas de Santiago de las Vegas, alrededor de los primeros años de la década de los 70 del siglo pasado. 

AL SUR

Cada mañana Míster Goodman,
el asesor,
sacude los huesos y mira
el almanaque.  Y piensa,
regresa el soleado día aquel
en que los pájaros del valle Dien Bien Phu,
las flores de la aldea Muong Thanh,
saltaron con las voces que traía
el viento bajado de los montes.

Míster Goodman bajo el almanaque 
mira, piensa: Mayo, 1954.
sacude los huesos.

Al sur, sobre los árboles
de Thu Dau Mot, el pequeño Boi,
14 años, sonríe mirando el tiempo.
piensa en Dien Bien Phu.

Lanza una granada y otra. 

POESÍA

Cuando nací por vez segunda
sin bautizo,
ella junto a mi risa.

Al celebrar mi boda póstuma
sin juez ni cura,
ella junto a mi canto.

Sobre mi fiesta en Juan Ramón,
en Paul Eluard,
ella presente.

(Olvidaba decir
que no creo
en el suicidio necesario
                de los poetas)

  Facsímil del poemario Este Amor (1964)

De su libro El huracán y la palma, publicado por la editorial Letras Cubanas, 1980. La Habana, son los poemas que vienen a continuación.  Imposible para Kiko desvincularse de la música. Fue un musicólogo excelente y trasladó también a sus poemas sus apreciaciones musicales. Aquí también pone algunas vivencias de su infancia y como el destino modifica esas vivencias. Hay importantes mensajes subliminares, crítica fina y elegante. No señala nombres: a quién le venga el sayo, se lo ponga.


SOLO PARA LOUIS ARMSTRONG

Una trompeta suena en New Orleans
y yo la siento aquí.  Dramática, salvaje,
espejo de la violencia del siglo, alegre
y triste como un burdel sureño.
Elabora su mito, su leyenda
y el músico es aquel que viaja
hacia un tugurio a la orilla del Mississippi,
ese que camina rumbo al muelle de Brooklyn.

Proyecta Armstrong su metal clandestino
venciendo la soledad ancestral
y el aplauso es para saber que vive, aún vive
su mensaje, alzando un mundo
hecho de zapatones y esquizofrenia.

Yo lo siento junto al disco
dando vueltas loco en su carrera al gran allá,
girando contra la piel,
apretado su labio contra la nada.

Ahora ocurre una interrupción
pues empieza Florecita, trompeta
del Sexteto Habanero.  Armstrong
y Florecita tocan a dúo
en medio de cervezas y sombreros,
brilla el cielo de Jesúsmaría, la victrola
traza el puente y aparece el abuelo común soplando
caracoles sobre el río.  La nota seca,
ronca, deja espacio al ruido:
Louis y Florecita,
jazz y sexteto,
New Orleans y Jesusmaría
bailan ante el gran rey yoruba.

Al final queda Armstrong
como siempre,
su diente blanquísimo contra la noche.

EL CIEGO MARAVILLOSO

A Arsenio Rodríguez

Un hombre, de noche, sentado.
Gordo, ciego, sentado frente a la noche:
la luz de una lámpara cae sobre su cara
redonda.
Va subiendo las manos por su guitarra,
que no es de España,
descendiendo a su mundo
interior, y dice:
La vida es un sueño
y no conoce a Calderón de la Barca.
Dialoga con las cuerdas de su tres, dialoga
con la tierra, y uno siente
letras que dan a la Cuba horrible del 40, desde una silla
del Cerro,
donde un ciego maravillosamente lúcido
arranca secretos a la vida.  Habla
al oído de sueños
que se queman, pero ríe, llena
el aire de sones.

Cada noche
que oímos un conjunto de voces roncas
y metales, pensamos, irremediablemente,
en aquel hombre, de noche, sentado
con su guitarra,
que no es de España.

RETRATO DE UNA MUCHACHA POP

El cuerpo natural:
espalda, ojos,
calcañar, oreja,
la nariz sobre el labio superior,
el codo, manos,
pie.
La ropa natural:
aretes, saya y blusa, como es lógico,
pulso.

Lo único atrofiado (¿artificial?)
es la cabeza.

LA NOVELA DEL AIRE

De repente
entra por el hueco de la memoria
la onda sonora de la Novela del Aire,
el libreto de Caridad Bravo Adams,
que sentó
a esta hora bajo el influjo de la tarde
mortecina de siesta
o juego con chapitas
(Iromber, Materva, Coca Cola)
junto al muro.

Cruza la memoria
aquel vecino, que luego 
vino en el Corynthia.
Oigo los mismos ruidos, la voz
que avisa que llegó la carne o la manteca.

Ahora, metido de cabeza
y alma en esa novela, en este aire
que luciría igual y es
tan diferente.


EN LA PROPIA CALLE

A René Bedia Morales

En la propia calle
donde jugábamos a los trompos
nació un héroe.  Mientras
giraban los trompos, en su cabeza
giraba la idea de la Revolución.
Por la radio llegaban Arcaño
y sus Maravillas, las novelas
de Caignet.
Y él buscando la manera, tratando
de hacer algo.

Siempre en su oficio: pintor
de brocha gorda.  Y los libros,
la denuncia del alcalde de turno,
del presidente de turno.  Luego
el Partido Ortodoxo, el Moncada, las armas
en México,
y, qué paradoja, Alegría
de Pío.

Era único hijo.

Es. Logró pintar
de otro color
la isla.


ARPA

A Mirta Batista

Arpa, líbrame
de dolores.
Resárceme con tu magia,
ven
a mi reino.
Haz rodar
a mí
esta dama de origen proletario
que te tañe
con la nobleza antigua
del Egipto
y de la India.

MALDICIÓN DE LA CACHAZA

Nosotros,
cubanos, habitantes
de la urgencia y la cólera
de las Antillas,
anatematizamos,
execramos,
condenamos
y maldecimos la pesantez de la cachaza.

En nombre de la madre caña,
que nos da la vida, la excomulgamos
con la maldición mayor.
Que sea maldita de día y de noche,
cuando entre al ingenio y cuando salga,
que caigan sobre ella
todas las maldiciones.

Nadie debe tocarla, mirarla
o acercársele a menos de diez varas.
Nadie debe cantarle.

Del último libro de su poesía La Cuerda entre los dedos, publicado por Ediciones Unión, La Habana, 1991, presentamos una selección de poemas de lo que podríamos llamar poesía social.  En ella se vinculan situaciones de la vida cotidiana, con emociones personales, entorno socio político reinante en el país, humor, crítica fina.

Debe observarse que con mucha valentía se enfrentan disímiles problemas, sin necesidad de que resulten textos chocantes, ni la utilización de palabras soeces, ni apuntando directamente con el dedo a éste o aquel. Hay denuncias en sus poemas, pero la intención es siempre superarla buscando un mejor estado de bienestar social, alejándose de la confrontación y sembrando un consejo en el lector.

EL ÚLTIMO POSTMODERNISTA

No es fácil ser contemporáneo
en este mundo de cohetes espaciales,
corazones trasplantados
y niños en probeta,
mientras cruzan por nuestro lado muchachas
en estilo punk,
y leemos en el periódico
las noticias del conflicto en Centroamérica.
Yo impertérrito, sigo leyendo
los versos de José Zacarías Tallet,
cada mañana miro la pintura
de Carlos Enríquez, y disfruto
los sones de Ignacio Piñeiro.

Preocupado por mi anacronismo
voy tarareando, sin embargo,
las canciones de los Beatles y Pablo Milanés,
mientras camino por la Rampa.


HOMENAJE AL POETA QUE NO ASPIRA

Este homenaje
es para el poeta que no aspira,
que se conforma con respirar
y sólo quiere el tiempo para ver
el cielo azul,
el aire.
Aquel
que al levantarse no pone su pensamiento
en dar lustre a los zapatos del director,
y no dice
que es el que más dice.

Para el simple
que toma café y avanza
a realizar su tarea cotidiana.
Y vive sin aspirar,
pedir,
gesticular,
y sube a una ruta 22,
coge el viento del Malecón, aplaude
en un juego de béisbol.

Para el sencillo
que respira y come spaguettis
sin decir esta boca es mía,
es este canto.


REQUISITOS

Tener en la memoria
la silla del abuelo,
vivir de modo humano
aunque se caiga el pelo.
Dar con el alba roja
del trópico,  risa
de un viejo centenario
que vive de la brisa.

Come piña bien fría,
mamey y fruta bomba,
hacer amor con furia
demencial.  Amor, tromba
que surge en una guagua
como un dolor de muelas.
(Siempre la buena dama
te engaña y te desvelas.)

Luego leer con ganas
y romper todo esquema.
Son requisitos para
iniciar un poema.

ANATOMÍA DEL BURÓCRATA

Nadie nace burócrata.
El hombre, ente biológico
como todos los demás,
se convierte al santo rito
de la burocracia
impulsado por fuentes exógenas.
No existe un gen propulsor
de burocratismo.
Lo cierto es que el hombre, poco a poco,
deviene burócrata.
Yo mismo
he conocido personas normales
que, casi sin darse cuenta,
ha contraído el síndrome.
Interdependencias, aspiraciones
inconclusas, delirios,
tiene su parte en el asunto.
Nadie nace burócrata.

DECLARACIÓN

Quiero hacer un verso informal,
directo, fácil,
fuera de programa,
que transmita sentimientos comunes
y que se pueda cantar
como un bolero o un guaguancó.
Las flores y los incendios
suceden delante de nosotros,
los enamorados pasan cogidos de la mano,
y lo político se alza en cualquier esquina.
Siento pánico
ante la hoja en blanco,
pero mi palabra es mía
y quiero romper esquemas, reglas
establecidas,
deseo agredir, especialmente, a la metáfora,
a la imagen oscura,
al verso rebuscado, intelectual. 

DAMA IMPOSIBLE

Esta dama que tanto
me enajena
habita un país inaccesible.
Desdichadamente
su piel no será tocada
por mi mano.
Dice que mis dedos son fríos y nerviosos,
que desea una piel más cálida
para su piel.

La veré pasar
como el viento
que corre de sur a norte
y luego de norte a sur,
y mueve las hojas
a izquierda y derecha.

Caminaré tras su espalda,
tontamente,
porque así es este amor
(¡qué amor!), 
esta locura.

DIALÉCTICA

El amor
viene y se va
como las olas.

Nace en la pasión barroca
del sueño
y muere
frente al paso implacable
de los días

Surge, vertiginoso y cae,
vertiginoso.  Se alza
lleno de ardor 
y luego se diluye 
en el viento.

El amor
entra con una simple llave
y después parte
como las olas.

EXABRUPTOS PROSAICOS PARA CONTAR LO INEXPLICABLE

Los amigos no entenderán
cuando les diga
que los que más me gusta de esa mujer
es el diente que le falta.  La maldad
que le nace de los ojos
como de quien lo sabe todo,
las malas palabras
que dice con encanto inaudito.
No entenderán 
si les narro
las momentos junto al circo de Chaplin,
el estilo que adopta cuando lee a Borges,
sus salidas ―y entradas― de loca.

No entenderán
que me vaya de su lado semanas enteras
y luego toque la almohada y sueñe
de manera becqueriana que me abraza.

Pero yo sé
que en el sueño, el candor,
la incoherencia
y, sobre todo, en el diente que le falta,
está el misterio.

ESTA MUCHACHA

Esta muchacha
hace trizas los valores burgueses
que acunaron mi infancia.

Se conduce sin artificio,
sus gestos ásperos, nerviosos,
le otorgan un encanto
insospechado.  Me lleva a lo niño,
al niño que fui
y al que vuelvo ahora.

Se enlaza a mi cuerpo.  Siento 
lo eterno.  Luego me dice cosas,
diabluras.

Vamos en busca de nosotros mismos.
Y viene el temor de lo fugaz,
el presagio del mal,
pero crece
el deseo.

No me abandones nunca,
muchacha que haces trizas todos los valores,
condúceme
sin convenciones
por el mundo,
abre mis ojos al amor,
cúbreme con tu estilo desgarbado,
ingenuo.

Esta muchacha
hace trizas los valores burgueses
que acunaron mi infancia.
Junto a su cuerpo,
sin una gota de ceremoniosidad,
siento que existo.

PARAFRASIS IRREVERENTE

Me gustas cuando gritas
porque sé que estás a mi lado
y me miras con tus grandes ojos
y abres al placer tu boca.

Todo se llena de ti y de mí,
y nos llenamos de todo lo que nos rodea,
vivos y contrapuestos, contradictorios
como ordena la dialéctica.

Me gusta que me faltes el respeto
y te lamentes de mis inconsecuencias,
y hagas tu voluntad, así en el cielo
como en la tierra.

Me gusta cuando gritas
porque sé que estás a mi lado
cercana y temblorosa, enloquecida.
Y estoy alegre, alegre de que sea cierto.

Para cerrar esta muestra, hemos escogido el poema dedicado por Kiko a Santiago de las Vegas, su pueblo natal. Fue publicado circa 1970.

SANTIAGO DE LAS VEGAS
(A la memoria de mis abuelos)

Sorprendidas
en su despertar
por el asedio de las lomas,
tejas rojizas se revuelcan
en su lecho verde
como quién oye
de pronto
una sinfonía de Schoenberg
o mira asustado
una mancha picassiana.

Las cañadas
traen la voz
del farolero,
de Juan Micó y su arria,
de Vázquez y su palomar,
de las carretas retozando
sobre la piedra estéril,
de Catalino y su tambor.

¿Cuánto domingo habrá escondido
en esas campanas de la iglesia
que huyendo de su nido sacro
van a la alegría del viento?

Mas,
aunque ya la Cruz Verde
sea menos verde,
el Mirlo Blanco
sea menos blanco
y las vegas fragantes
no se postren rendidas
ante el "camino de Santiago"
aun
cuando suena el tren de la tarde
el miocardio se pone en marcha
y traspasa la espalda.

Nota de la Redacción

En su poema dedicado a Santiago de las Vegas, Kiko evoca algunos elementos que, a lo largo del tiempo, han marcado la identidad de esta localidad. Esos elementos forman parte de nuestras tradiciones, otros son leyendas que han perdurado en la memoria colectiva. También hay hechos documentados, curiosidades que sorprenden, y alguna que otra fantasía que alimenta el imaginario local. En este blog hemos abordado al menos cuatro de esos elementos: 

Si desea conocer más, puede hacer clic en el nombre correspondiente.

Fuentes consultadas: 

  1. Alemany Bay, Carmen. De cuando los "caimanes" no quisieron pasar el puente y otros asuntos: más de una década de poesía cubana. En https://dialnet.uniroja.es consultado el 15 de febrero de 2019.
  2. Fajardo, Nidia. (Selección y prólogo), en De transparencia en transparencia. Antología poética., Editorial Letras Cubanas, La Habana , 1993, p.10
  3. González López, Waldo. El esplendente oro de Helio en www.librinsula.bnjm.cu consultado el 15 de febrero de 2019.
  4. Los poetas de Santiago de las Vegas. Compilación y Prólogo de Helio Orovio Díaz. Consejo Regional de Cultura de Boyeros. Imprenta Revolucionaria. La Habana. (s.a.).
  5. Miranda, Julio E. Presentación de La más joven poesía cubana tiene un modo: prosaísmo-narrativismo.  En Poesía y Crítica Claraboya. Año IV, No.19, Enero-febrero de 1968, León, España, contenido en la revista Claraboya (1963-1968): Un episodio Fundamental en la Renovación, por Juan José Lanz Rivera en  https//books.google.com.cu»books consultado el 15 de febrero de 2019.
  6. Rodríguez Rivera, Guillermo. En Poesía y Canción en Cuba. p.159 de "En torno a la joven poesía cubana" en Ensayos Voluntarios, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1984. 








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