por Carlos Valiente Romero | Tampa, Florida
El “Día del Patrón”, la gran fiesta que todos los santiagueros celebramos cada 25 de julio, sin lugar a dudas es una de las fechas más importantes del calendario tradicional santiaguero, que a través de los siglos fueron celebradas con la singular alegría que siempre caracterizó a nuestra comunidad de todos los tiempos.
Santiago Apóstol, Santo Patrono de Santiago de las Vegas |
De todas aquellas reseñas que se han publicado en este sitio sobre la celebración de esta gran fiesta jacobea, hoy escogemos aquélla que nos narra en su libro Tradiciones y Leyendas el gran historiador municipal Francisco Fina García para recordar con gran detalle cómo se celebraba esta gran conmemoración en aquel nuestro querido Santiago de ayer.
He aquí lo que nos cuenta el historiador Paco Fina:
Las Fiestas del Patrón
De todas las tradiciones locales de carácter religioso que se celebraban con mayor esplendor, eran las fiestas patronales, en honor al Apóstol Santiago, Patrón de esta ciudad, cuya festividad tiene lugar el 25 de julio. Pero en la actualidad carecen los festejos de la magnitud y grandeza de los tiempos de nuestra infancia, por la variedad de espectáculos que se verificaban. En aquellos lejanos días, daban comienzo las fiestas patronales en la tarde del diez y seis de julio con el izamiento de la bandera del Patrón en el asta de nuestra iglesia parroquial. En el negativo del recuerdo aún están grabadas aquellas escenas del “Día del Patrón”, que tanto emocionaba nuestro infantil espíritu, y nos parece contemplar los comercios y las casas engalanadas con pencas de guano y banderas cubanas, y en los alrededores de la Iglesia y en los portales cercanos, las mesas repletas de dulces y golosinas y el sabroso lechón asado, que hacían las delicias de los visitantes; la tonada guajira de los improvisadores al compás de los laúdes; los vendedores de baratijas voceando sus mercancías y lo que llamaba en mayor grado nuestra atención, el tío vivo, tirado por caballos (más conocido como los caballitos), y los otros espectáculos que eran instalados en el parque, tales como la estrella, la silla voladora, “el palo ensebado”, “la cucaña”, la corrida de sacos y en algunas calles las carreras de cintas, en que participaban campesinos de los alrededores. Y como punto final de aquel día de diversiones, que la niñez esperaba todo el año para disfrutar a plenitud y estrenar los zapatos nuevos, el pantalón bombacho, el traje y la gorra o el sombrerito, que nuestro padre renovaba con la llegada de cada festividad, la tradicional procesión en la que eran personajes centrales la imagen de Santiago Apóstol y la de la Virgen de las Mercedes, que recorrían las calles al compás de la orquesta de Alemán, seguida por centenares de personas, que marchaban devotamente tras las imágenes en reverente silencio, poniendo un marco de extraordinaria majestad, bajo el patio estrellado de la noche. ¡Imborrable estampa de los años idos, que jamás se borrará en nuestra mente!
El Parque Juan Delgado y al fondo, nuestra tricentenaria iglesia. |
Saludos, quisiera volver a la edad de mis 5,10 o 15 anos para revivir todo aquello anos de las fiestas del Padron Lucia R Jimenez
ResponderEliminarFelicidades santiagueros...!!!
ResponderEliminarLas fiestas del Patron que esperaba llena de alegria, que bellos recuerdos de mi ninez.
ResponderEliminar