Misión cumplida: Epílogo de un recuerdo

por A. Roger Balbi Barceló | Miami, Florida

Tanto el amigo Jorge Herrera, sobrino del Rvdo. Padre Ismael Testé, como el que suscribe, nos sentimos complacidos por la aparición de familiares allegados a la niña Irma Sariego Romero, la del famoso “Recordatorio de Comunión” y poder decir “Misión cumplida”, al poder entregar este recuerdo histórico.

No pasó más de una semana, cuando recibí un correo electrónico de la señora Dinorah Romero, hija del que fue destacado santiaguero Jesús Romero, la cual reside en el estado de Georgia. Después de identificarse, me hizo saber de que familiares de ella, la esposa e hija respectivamente del señor Irving Sariego Romero, ya fallecido, único hermano de Irma, eran sus descendientes más cercanos. Ellas residen en el estado de California, a donde envié el recuerdo prometido.

Me hizo saber que ambas estaban contentas por la aparición de este recuerdo del cual desconocían y estaban ansiosas a la espera de recibirlo.

Días antes había recibido un envío electrónico del amigo Nilo Ponce Rapa, que al leer mi escrito sobre el tema tratado, se motivó a relatarme gratos recuerdos para él de Irma, retenidos en su mente.

Con sus palabras, Nilo me expone: “Irma fue la madrina y como una segunda madre de mi primo el Dr. Armando Triana Ponce, médico que ejerció su profesión por muchos años, ya fallecido; ella, con la esposa y las dos hijas de éste, vivieron en común en el Reparto Villanueva, como familia, por muchos años”.

Continúa relatando: “A Irma se le presentó una penosa enfermedad unos años después y murió al cabo de pocos meses, a fines de los ’90, falleciendo tranquilamente, con poco sufrimiento”. Agregando: “Ella siempre fué una persona muy buena y muy querida por todos los que la trataban”.

Según mis cálculos, Irma tuvo una larga vida, aproximadamente vivió más de 76 años.

Sólo me queda expresar una oración:

Descansen en la Paz del Señor, la bella niña que recibió la Sagrada Primera Comunión y el querido Sacerdote Ismael Testé Pérez, el cual la impartió, Amén.