La "escuelita" del barrio

por Consuelo Hernández Basabe* / Miami, Florida

¿Quién no recuerda la "escuelita" del barrio?

A mí me encantaba cuando en las vacaciones de verano nos ponían en la "escuelita". Recuerdo especialmente la de Sara Amada (nosotros los niños le decíamos de corrido "Saramada", y a mí me parecía un nombre tan exótico. Esta escuelita estaba situada en la calle 13 entre 14 y 16 y las "maestras" eran Sara Amada y su hermana Magda.

Las clases regularmente se daban en la sala de la casa y se componía de bancos, sillas y mesas de todos tipos (cualquier superficie donde apoyar la libreta para escribir). Por 25 centavos semanales, los niños de edad escolar repasábamos lo aprendido y siempre algo nuevo se pegaba. Niños pequeños también iban y era como un ensayo o preparación para la escuela. A mí me resultaba divertido, ya que la atmósfera era más relajada que en la escuela y estas maestras nos brindaban una atención más personal. Estas escuelitas cumplían una misión importante, ya que en los tres meses de vacaciones por unas horas al día los niños estaban supervisados y al mismo tiempo aprendiendo.

Cuando yo tenía 15 años, una prima mía y yo pusimos una escuelita. Yo la atendía en la mañana y Magaly, que era hija de Antonieta, una prima de Pipo, la atendía en la tarde. La verdad es que para mí fue una experiencia muy bonita, ya que pude entender lo que sienten los maestros, sobre todo de niños pequeños; contestar sus preguntas; y enseñarles las primeras letras. Yo pienso que hubiera sido una buena maestra.

*Publicado en el original sitio SantiagodelasVegas.org en el 2003.