Alberto Fonseca y Jiménez, "El Maestro"

Alberto Fonseca y Jiménez

por Francisco Fina García*

Nació en Santiago de las Vegas el 17 de junio de 1862. Fue bautizado en esta parroquia, y como su padre estaba establecido en Regla en el giro de farmacia, fue llevado a dicho lugar.

Cuando tuvo edad escolar ingresó con sus hermanos Francisco y Manuel en las Escuelas Pías de Guanabacoa, donde cursó desde las primeras letras hasta terminar el grado de Bachiller. Aficionado a la música desde muy joven, aprendió el manejo de casi todos los instrumentos de la Orquesta Filármonica del Liceo de Regla, llegando a sustituir a su director en varias ocasiones. Más tarde ingresa en la Universidad Nacional en la facultad de medicina, cursando dos años de la carrera, abandonando sus estudios.

En 1884 su familia se traslada a Santiago de las Vegas con motivo de la persecución de que era objeto su padre por figurar como miembro de una agrupación revolucionaria, estableciéndose en esta ciudad.

En Santiago se dedicó a la enseñanza, iniciando estas actividades en el plantel del señor Tomás A. Cervantes, que más tarde pasó a ser propiedad del señor Manuel Agramonte. Años después, en sociedad con el señor José Mikleff, funda una escuela y en 1899 al reorganizarse la enseñanza pública por el gobierno interventor americano, es designado para ocupar la dirección de la escuela "F" en febrero de 1900, cargo que desempeñó hasta el año de 1923, en que se retiró voluntariamente. Hasta pocos días antes de su muerte se dedicó a dar clases particulares en su domicilio, sobre preparatoria para centros de enseñanza superior, especializado en ciencias matemáticas.

La casa de Alberto Fonseca. Abajo, la tarja conmemorativa colocada por la Asociación "Más Luz" en el año 1945.

La polifacética personalidad de Alberto Fonseca lo acredita como un positivo valor de las letras y las ciencias. Músico. Maestro. Escritor. Científico. Todos estos aspectos del saber humano los poseía en grado superlativo. Su colaboración en nuestra prensa local es copiosa, firmando sus trabajos con el pseudónimo de "Erostrato". Tan alto grado de cultura llegó a poseer, que todos le hemos proclamado, "El Maestro".

A su mente privilegiada resultaba difícil la ausencia de conocimientos, aún sobre los más áridos temas del intelecto humano. Sus aficiones principales fueron: en el campo de las artes, la música, sobre todo el violín y el piano; en el de las letras, la historia y la filosofía, cultivando esta última preferentemente; en el campo de las ciencias, la astronomía y la mecánica, llegando a adaptar y perfeccionar algunos aparatos eléctricos.

La filología tuvo en él un amante fervoroso, llegando a dominar varios idiomas, entre ellos el inglés, el francés y el alemán.

Murió en Santiago de las Vegas el día 19 de agosto de 1939.

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*En “Galería de santiagueros distinguidos”. Editorial Antena, 1943.