por Raúl Rodríguez Vega con Carlos Valiente Romero
San Lázaro, al que los fieles le atribuyen milagros de todo tipo, pero principalmente curas o salvaciones, es objeto en nuestra patria de una devoción que fusiona al santo católico, el viejo mendigo Lázaro de la Biblia, con Babalú Ayé, uno de los “orishas” del culto yorubá afrocubano.
Así pues, y por todos los medios disponibles, mostrando siempre mucha fuerza y gran devoción, esta heterogénea masa asiste cada año a la muy católica festividad de San Lázaro de Betania, reuniendo alrededor de su celebración a religiosos, fieles (casi todos pagadores de promesas), y vendedores en una gran romería que el 17 tiene su día más concurrido, pero que en realidad comienza a inicios de diciembre y termina con Año Nuevo.
En la histórica ruta al Santuario, nuestro Santiago siempre ha sido la antesala al paso de esta muchedumbre, principalmente desde el mediodía del 16, cuando muchos recordamos en nuestro ya lejano pasado oleadas de feligreses vestidos con ropas de sacos de yute, cumpliendo con sus promesas; otros “a pico de botellas” efectuaban su ritual, oleadas de los llamados caminantes, y cientos de pordioseros asistían al Santuario de San Lázaro, donde tradicionalmente la iglesia estaba abierta hasta las 12 de la noche del 17 recibiendo a sus creyentes. Algunos de ellos como penitentes iban remolcando una gran piedra atada a uno de sus pies, otros arrastrándose por el suelo, unos pocos trasladándose de espaldas, todos ellos haciendo el lento recorrido a traves de nuestro pueblo desde su entrada por la calle 2 y 1 hasta su salida por la 17, empleando en todo ello infinidad de tiempo para llegar al Rincón – eso sin contar que en algunas ocasiones lo que estropeaba un poco la fiesta era el frío, que a veces llega temprano en el mes de diciembre, y a lo cual el cubano nunca se llega a acostumbrar.
En todo este trayecto el Parque Juan Delgado daba descanso a extenuados caminantes. El Kiosco de Berardo, el Blue Sky y muchas improvisadas ventas ofrecían distintos tipos de refrigerios. El portal del paradero de trenes de Santiago daba seguro dormitorio a los sin techos que tenían por costumbre practicar y solicitar la caridad en tan significativa fecha. También acampaban en los portales de 2 y 7 de la antigua “Panadería de Raíces”, y en cuanto sitio fuera posible. Esta tradicional festividad aún se mantiene, pero para muchos de los que ya no somos tan jóvenes... "recordarla es volver a vivirla".
Antes de mudarse para Santiago, mis abuelos vivieron durante algunos años a la entrada de Rincon, y a pesar de que era muy pequeña recuerdo que desde la vispera de San Lazaro, y durante todo el dia 17 miles de personas comenzaban a desfilar frente a la casa.
ResponderEliminarPara mis ojos de niña esos dos dias eran como una especie de "carvanal" algunas veces un poco grotesto especialmente cuando veia pasar a los
penitentes arrastrandose,y de rodillas, algo que me ponia muy nerviosa.
Tambien recuerdo que muchos pedian permiso para usar el baño.
Algunas veces fui con mi tia a la Iglesia a escuchar la Misa, pero sentirme dentro de tantas personas me causaba un poco de claustrofia, y un dia le dije que no iba mas.
Todos los 17 de diciembre vienen a mi mente todos esos recuerdos de mi niñez, y es muy cierto que " recordar es volver a vivir"
MIRIAM
Con relacion a los vendedores callejeros en el trayecto a la iglesia del viejo Lazaro, a pesar de que era un niño siempre recuerdo que por alla por la piquera de las guaguas se ponian un señor de color fuerte y grande parecido a Lotario el de Mandrake y que exponia en su venta una paila gigante con un letrero que decia..."Gandinga, comida de guapos"....no se si era verdad pero lo cierto era que tenia una gran clientela.
ResponderEliminarCreanme amigos de Santiago de las Vegas. Tengo 52 años de edad y sali de Santiago en 1969, pero por muchos años que viva, nunca olvidaré a aquella gente que el 17 de diciembre pasaba por enfrente de mi casa, muchos arrastrándose o de rodillas en forma de promesas. Yo vivi en la calle 2 entre 1 y 3, donde ahora están dos oficinas del gobierno. Aquella imagen sigue estando muy viva en mi, y no creo que la olvide jamás.
ResponderEliminarYo naci en Santiago De Las Vegas, en la calle 5 no. 35, soy nieto de Juan Quesada miembro fundador de La Estacion Agronomica. Aunque vivi desde pequeño en La Habana, siempre visite a Santiago todas las semanas y recuerdo el desfile de fieles que iban a Ricon a visitar a San Lazaro en visperas del 17. Muchos iban caminando o arrastandose por el lado de la carretera de Habana a Rancho Boyeros a Santiago a Rincon y tambien muchos iban por la linea de tren que pasaba por Santiago a Ricon, que por cierto esta linea es una de las mas antiguas del sistema ferrocarril Cubano, habiendo sida tendida por alla por el 1849 ! Miguel Tarno Quesada mtq11@juno.com
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