Queridos lectores, En los días que han pasado desde que pusimos el último escrito en este Blog, hemos esperado que su participación aumentara, ya que es importante para escribir una nueva y más completa historia de cómo fue nuestro pueblo en su época de oro. Pocos se han lanzado a escribir; quizás por falta de tiempo unos, o por falta de acceso a la computadora otros; pero a los que tienen tiempo y pueden, quisiéramos pedirles de todo corazón que compartan sus memorias con nosotros, porque éstas formarán la más completa historia que se pueda escribir de cómo fue la vida en nuestro querido Santiago; repitiendo, una vez más, que no se trata de un ejercicio académico, o de un simple paseo nostálgico: nuestras memorias son la mejor tierra para que los santiagueros del futuro, al leer nuestras palabras, puedan construir un Santiago nuevo y mejor, y mantengan viva la llama de lo que fue Santiago de las Vegas. En estos días, Antonio Romero Jr. nos envío el siguiente escrito, sobre una historia muy interesante de su familia durante la Guerra de Independencia. Léanla con mucha atención, y pregúntense qué nos dice a nosotros hoy esta historia. Después que la lean, les diré cómo la interpreto yo, y espero que ustedes me respondan con sus propias interpretaciones. Dice Antonio Romero Jr.:
"Esto que les voy a contar me lo contó Edilia Díaz hija de Edelmira Trespalacios. Este relato me lo hizo hará unos siete u ocho años, tal vez diez. Mi bisabuelo por parte de madre, Don Segundo Trespalacios, nacido en Asturias y padre de mi abuela Angelina Trespalacios, tenía su fábrica de tabacos en la calle 8 esquina a 9, lo que años después fue la escuela publica # 2, donde cursé del primero al cuarto grado. Tengo entendido que le decían "la casona". La fábrica y los tabacos eran de marca "La Flor de Trespalacios". Mi bisabuelo, aunque español de nacimiento, deseaba que Cuba fuera libre como muchos españoles viviendo en la isla. Creo que además del sincero cariño que ya sentián por Cuba también estaba el hecho de que España les cobraba más impuestos a los que tuvieran negocios en la isla. Debido a esto, Segundo muy calladamente ayudaba a la tropa de Juan Delgado con dinero para la lucha de liberar a Cuba de España como muchos españoles ya hacían. En aquella época habían muchas vegas de tabaco alrededor de Santiago y por eso nuestro pueblo se llamó Santiago de las Vegas. Mi bisabuelo tenía alquilado una finca que estaba al sur de la calle 17, o sea lo que es ahora Tessie. En esta finca el cultivaba todo el tabaco que se usaba en su fábrica. Desgraciadamente unos cubanos muy radicales la cogieron con hacerle daño a todo español en la isla creyendo que iban a agilizar la libertad de Cuba, y conscientemente o inconscientemente le dieron fuego a su vega. Cuando Juan Delgado supo esto, descubrió quienes habían sido y creo que fueron ajusticiados. Mi bisabuelo se arruinó, perdió la fábrica y se enfermó; y creo, según me contó Edilia, que llego a morir del disgusto tan grande que le causó el perderlo todo."Pues sí, no se trata, en mi opinión, de un simple cuento de la vida en Santiago durante esos difíciles años. Si tuviéramos un Esopo, esta sería una fábula santiaguera, y tiene su moraleja también, ya que nos muestra que a veces, entre los que creemos ser nuestros enemigos, hay quien está de nuestro lado; y que a veces, por ignorancia, por orgullo, o por pasión desmedida e irracional, le hacemos daño al que lucha, calladamente, pero lucha, con más fuerza a veces que nosotros mismos, por nuestra causa. ¿Cuánto más hubiera podido hacer don Segundo Trespalacios por la causa de la libertad de Cuba, si no le hubieran quemado sus vegas de tabaco? Gracias, Antonio, por esta inspirante historia, tan importante hoy como lo fue en su día, y que sirva también de ejemplo del tipo de escritos que todos los santiagueros que leen este Blog pueden contribuir. Quisiera, además, que los lectores comenten sobre el escrito de Antonio: ¿qué piensan? ¿Les parece acertada la moraleja que deduje de esta anécdota? ¿O la interpretan de otra manera? Un abrazo a todos, Consuelo e Ismael
Hialeah,fl
ResponderEliminaragosto 17/07
¡Con cuánta alegría he podido disfrutar de todas estas fotos del CAS! Muchas de ellas estuvieron bajo la custodia de mi padre y luego mío, pues a la hora de la intervención del CAS mi padre, quien fue su presidente, las rescató. Con sumo placer se las entregué al Dr. Alfredo Escarano para hacer algo como lo que ustedes han hecho. Vi el quiosquito donde mi padre empezó a luchar, es recuerdo y a su vez nostalgia infinita, gracias mil.
Jorge Romero
(hijo de Jesús Romero, "Chicharrita")
Mi nombre es Mario Canales. Me ha dado mucha alegria encontrar esta pagina del pueblo donde pase mi ninez. En ese pueblo mi padre fue jefe de la policia en los anos 40s.....el teniente Buenaventura Canales. Mi crianza fue en la cruz verde. Vivimos en la calle 13 y recuerdo que mi ultima direccion fue en la calle 3. El dueno de la casa era Geraldo Castro. En esa epoca era alcade de Santiago de las Vegas y muy amigo de mi padre. Eramos tres hermanos, Oribe, Marta, y Mario. Recuerdo que en la esquina de mi casa habia una bodega que el dueno se llamaba Viro. Tambien, les envie una foto de la escuela para ver si pueden ayudarme recordar mis companeros y el maestro.
ResponderEliminarMario Canales