¿Y las jimagüitas del zapote?

por Carlos Valiente Romero / Tampa, Florida

Respondiendo al magnífico artículo de nuestro amigo Roger Balbi y a la pregunta que ha hecho nuestro diligente Director José Alberto Balido, esto nos hace evocar a estas dos inolvidables jimagüitas de nuestro querido pueblo... Por lo que mi mente rememora, "las jimagüitas del zapote" eran unas mulaticas, hermanas gemelas de mediana edad, que vivían en la esquina noroeste de las calles 6 y 17, exactamente en una casa semi-derruida a la que le faltaba su frente y su sala, por lo que los cuartos posteriores eran su estrecho lugar de vivienda. 


Desde mi niñez a finales de los 1930 y ya para entonces en mi juventud a mediados de los 1950, nunca recuerdo haberlas visto caminando por el pueblo separadas la una de la otra. Su presencia siempre llamaba la atención por su forma super-estricta e idéntica de vestir, digamos a la usanza de las jóvenes de principios de los años 20: zapatos escarpines de los que se destacaba el uso de medias cortas (colegiales), casi siempre de color rosado, vestidos multicolores de talla larga, y aunque llevaban un sencillo maquillaje, siempre les sobresalía el llamado "colorete". Asimismo las recordamos por su carácter asustadizo y reservado que las hacían actuar como personas tímidas y circunspectas. Por todo lo anteriormente reseñado fue que entonces surgió en nuestro pueblo la ocurrencia chistosa y oportuna de cuando, al ver el parecido en el vestir de dos personas familiares o amigas, se hiciera popular el llamarles a manera de broma, aquello de "Oye... ¡se parecen a las jimagüitas del zapote!".

Realmente nunca hemos llegado a encontrar el origen del ¿por qué? del sobrenombre frutal de "las jimagüitas del zapote". Como tampoco sabemos de sus lazos con alguna de las conocidas familias de aquel Santiago de ayer, esta pregunta queda abierta para que algún coterráneo, amigo de la historia, nos ayude a desembrollar la intriga de esa frase tan popular y santiaguera... Hasta entonces pues, ¡ahí queda el reto!