¡Feliz día de los enamorados!

¡Felicidades! A todo el que esté, estará, o haya estado enamorado, nuestros mejores deseos en este día de San Valentín. Para celebrar, le ofrecemos tres perspectivas sobre la celebración de este romántico día en nuestro Santiago de las Vegas:

El día de los enamorados se celebraba con alegría en Santiago, con las personas comprando regalos para su pareja. Por la noche había baile en las tres sociedades con las mejores orquestas de aquel tiempo. Los bailes de la sociedad de color, el Centro de Instrucción y Recreo y el Club Atlético eran preciosos. Todo el mundo iba bien vestido. Mi esposo y yo no nos perdíamos esos bailes. Él no sabía bailar y aprendió conmigo. Nos divertíamos cantidad. Cuando aún éramos novios, la chaperona (mi mamá) nos llevaba. El pueblo se veía con mucha alegría, toda la noche bailando, lo mismo jóvenes que viejos. Era todo muy bonito.

-Nilda de Con

***

Hoy es el día de San Valentín, pero para mí es mucho más lindo decir día de los enamorados, porque con esas palabras se dice todo. Yo recuerdo mi primer regalo del día de los enamorados. Tenía 17 años, y fue para mí tan emocionante, pues mi novio Ismael Balido Pérez me trajo un estuche de perfumes de “Evening in Paris” (parecido al que aparece abajo). El estuche era precioso, con una tapa de cartón y celofán azules. Adentro traía un pomito de perfume y otro de colonia, ambos de un azul intenso, lo que llaman azul de cobalto. También traía polvos compactos. Yo guardé esos frasquitos por años, y cuando me casé con Ismael y me mudé para la calle 2 (entre 9 y 11), los puse en la coqueta (mueble de tocador con espejo).

Muy orgullosa y muy enamorada, yo llevé mi estuche por toda la calle 14 (entre 15 y 17) y se lo enseñé a todo el mundo. Si mal no recuerdo, yo era la única muchacha en la cuadra que tenía novio en aquellos momentos, y ¡fue una sensación entre los vecinos! Figúrense, que hará unos 55 años de eso, y aún lo recuerdo como si fuera hoy.

-Consuelo Hernández Basabe

***

Santiago siempre se caracterizó por ser un pueblo alegre, feliz, y sobre todo acogedor.

Las festividades del día de los enamorados de una forma u otra eran caracterizadas por sendos bailes en las tres sociedades, que le daban a Santiago la verdadera tonalidad de un pueblo feliz y fiestero.

En febrero, en el sábado más cercano al día de los enamorados, se celebraba un tremendísimo baile, por tan señalado día. Los contratantes de las orquestas preparaban el bolsillo para llevar para su sociedad la orquesta o conjunto que brillara más, la que estuviera las 24 horas del día sonando en la radio local, la TV, y en las vitrolas de los bares.

Era característico que de ese baile del día de los enamorados, más de una parejita saliera comprometida, y fijando la fecha de la petición de la mano.

Eso sin lugar a duda era una de las características de nuestras fiestas bailables, que de ellas surgiera algún compromiso, pero serio y hasta con futuros planes de boda.

El comercio también prosperaba gracias a los bailes: La Marquesita, El Dandy, la Casa Grande, El Telar, Mary Modas, y hasta El Gallo y otras quincallas del Barrio, que en febrero hacían su agosto. Igualmente La Dominica reservaba con tiempo la comida de tan señalado día, y hasta Capelo el florero vendía más rosas y gladiolos que el año entero. En fin, Santiago celebraba el día de los enamorados a todo tren. Creo que ningún pueblo aledaño daba un baile del día de los enamorados como lo daba Santiago en sus tres sociedades.

-Jorge Marrero