sábado, 21 de marzo de 2015

Nota de duelo: Migdalia Agusti Quesada (1923-2015)

por Arsenio Alemán Agusti | Santiago de las Vegas

Amigos míos:

Mi hogar estuvo sustentado en dos horcones: mi padre, Arsenio J. Alemán Campos, y mi madre, Migdalia Agusti Quesada.

Ellos construyeron mi familia y a su amparo también estuvieron mis hijas. El 4 de marzo de 1978 mi padre falleció y en consecuencia todo el peso de la arquitectura familiar construida hasta entonces quedó sólo bajo la acción de mi madre.

En el tiempo transcurrido desde entonces hasta ahora, la familia creció, existieron cambios, pero el horcón que sostenía esa arquitectura, también iba, junto con la vida, envejeciendo.

El pasado día 11 de marzo de 2015 en horas de la tarde, mi señora madre falleció. Tenía 91 años de edad y había sufrido los embates más inconcebibles, desde el ciclón de 1926, cuando solo tenía 3 años de edad, la época de Machado, la debacle que sobrevino después, los desmanes de la época auténtica, el Batistato y por último la perenne revolución cubana.

De cuna pobre, se hizo paso en la vida trabajando como obrera de una fábrica textil, primero en Rancho Boyeros y más tarde en el Cotorro, en la conocida Fabrica Cubana de Tejidos FACUTE. Cubrió como suplente hasta que se hizo de una plaza fija. Rotó turnos, incluyendo madrugadas. No tuvo muchas oportunidades para estudiar. Luis Gacio Herrera, la admitió en su escuela privada, cuando aún estaba en la calle 10 frente al parque, no sin antes advertirle a su mamá América Quesada, que la admisión estaba libre de obligación de pago. Gacio no sólo fue su maestro, fue también el mío  muchos años más tarde y ella siempre le estuvo muy agradecida por tal gesto. Yo siempre aprecié y reconocí en el “maestro” como le llamábamos, su gesto altruista para con mi mamá.

Contrajo matrimonio con mi padre en 1946 y un año más tarde vine al mundo. He tenido el privilegio de disfrutar de su presencia, cuido, amor, preocupación, de sus consejos, regaños y advertencias por casi 68 años.

Disfrutó de una salud excelente hasta hace alrededor de una década, cuando ya empezó a resquebrajarse. Aún ya con achaques, mantuvo una energía inspiradora, en cualquier circunstancia. Ella, la más pequeña de 12 hermanos, pasó por el dolor de ver morir con solo 23 años a su madre y luego a su padre en 1950 y poco a poco a cada uno de sus hermanos. Enfrentó también la muerte de mi papá. A pesar de todos los pesares, su papel de horcón en la familia no se resquebrajó ni se arqueó.

Muchas veces me insistió en que a su partida me correspondería a mi sostener la arquitectura de mi familia, papel que ahora empiezo a jugar y espero que tenga la fuerza de poderlo desempeñar con la misma responsabilidad y voluntad conque ella lo hizo.

Había pedido que su muerte fuera súbita. No quería “hacer cama”, que la estuvieran intubando, que se le hicieran escaras, que tuviera que depender de otros, que su situación provocara que otras personas se vieran afectadas a causa de ella.

El 31 de enero mi hija Gianna, quien actualmente reside en Bridgewater, N.S., Canadá, acompañada de su esposo y se pequeño bebé llegaron a Cuba para una breve visita de 10 días. Mi madre conoció a su primer bisnieto y tuvo la posibilidad de compartir con mi hija esos días.

En sus muchas conversaciones con Gianna, le dijo que ya ella había rendido mucho en su vida, que había vivido demasiado, que estaba agotada, que se sentía cansada, que ya la había visto a ella y que al fin había conocido al niño, que ya ella podía morir tranquila.

El 11 de febrero mi hija regresó a Canadá. Su abuela se despidió y le expresó que ella sabía que esa sería la última vez que la vería. Que había esperado todo este tiempo para cumplir su deseo de conocer a su bisnieto y poderse despedir de ella. Que ya estaba lista para su partida.

Dos o tres días después me comentó que ya ella había soñado con todos sus hermanos y con su mamá. Que la estaban esperando. Me dijo, que su partida era ya inminente. Que sólo dependía de que vinieran a buscarla y me dio indicaciones de cosas que yo debía hacer cuando eso sucediera.

Mi mamá estuvo en pie hasta unas pocas horas antes de su deceso. Una semana antes, se había ido sola a la peluquería a arreglarse el pelo. Había mandado a buscar al jardinero para que le arreglara el jardín. El miércoles 11 de marzo de 2015, un mes exacto después del regreso de mi hija, pasó toda la tarde, hasta las 5 y 15 pm codo a codo con el jardinero, podando las matas, recogiendo la yerba cortada y le solicitó que en una esquina del jardín le sembrara embeleso azul. Yéndose el jardinero, se acostó y ya nunca más despertó. Es como sí, sabiendo que le correspondía un viaje largo, quería irse arreglada y dejar la casa bonita.

Toda la familia da gracias al Gran Arquitecto del universo, a Jesucristo Nuestro Señor, a Dios, o a como se le llame en cualquier creencia, por haberle concedido la gracia pedida de que su partida fuera como en realidad fue.

Sus familiares estamos conforme, porque sabemos que vivió muchos años intensamente, porque a su alrededor no sólo vivimos nosotros, sino que otros muchos amigos y conocidos en momentos de angustias y desesperación venían a ella a pedir el consejo sano, a confiar sus cuitas porque sabían de su discreción, honradez, honestidad, porque les irradiaba energía y les insuflaba ánimo para continuar la batalla o emprender una nueva.

Estamos conforme porque sus deseos se vieron cumplidos. Dejó estructurada una familia unida emocional y afectivamente, aunque dispersa geográficamente por azahares del destino. Cómo vivió largos años, vio y conoció de muchas cosas y por lo tanto, nos enseñó mucho también.

Estamos conforme porque durante todos estos años, en las buenas y en la malas, tuvimos a nuestro alrededor a muchas personas, a magníficos amigos tanto para ayudar a resolver un medicamento en Cuba o fuera de Cuba, o bien para curar, gestionar un especialista o un hospital donde realizar pruebas o análisis. Ellos, contemporáneos de mi mamá, míos, de mis hijas y/o de mis nietas, que nos ayudaron, que nos mostraron solidaridad, respeto, afecto, cariño infinito en el cuido y atenciones a mi mamá. A todos, nuestro mayor agradecimiento por tanto desprendimiento y tales gestos.

Atendiendo a su expreso deseo, su cadáver fue cremado y sus cenizas esparcidas en las aguas de la playa de Varadero, sitio predilecto de la mejor época de su vida. Un oficio religioso por el eterno descanso de su alma, se realizará en la Iglesia Parroquial Mayor de Santiago de las Vegas, el próximo martes 17 de marzo de 2015 a las 8 pm.

R.I.P
Migdalia Agusti Quesada
28 octubre 1923 ― 11 marzo 2015
Descansa en paz.

Suscriben este mensaje Arsenio Justino Alemán Agusti y mi esposa María Eugenia Alonso Biosca, mis hijas Gianna y Martica, mis yernos Kirby y Livan, mis nietas Magela, Gianna y Marianela y mi nieto Justin.

Marzo, 13. 2015.

10 comentarios:

  1. Mi sentido pesame para la familia Aleman-Agusti.
    Siomara Sanchez.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siomara, muchas gracias en nombre de la familia Aleman-Agusti por tan sentido pesame.
      Gianna Aleman, nieta de Migdalia y Arsenio e hija de Arsenito

      Eliminar
  2. Mi más sentido pésame para Arsenio y familia. Que bellas palabras sobre su querida madre. Yo la recuerdo en Santiago con su esposo Arsénio en casa de Josefina y Esther Lidia Alemán cuando recibía clases de piano. Y muchas veces los veía por el pueblo con Arsenito. Qué Dios le conceda descanso eterno.

    ResponderEliminar
  3. UNA SENSIBLE PERDIDA PARA LOS QUE COMO YO DESDE MUY NIÑOS TUVIMOS EL INMENSO PRIVILEGIO DE QUE LA VIDA NOS REGALARA UNA MUJER INTEGRA EN TODOS LOS ASPECTOS DE LA VIDA EJEMPLO DE MADRE DE AMIGA EN FIN EJEMPLO DE MUJER GRACIAS A LA VIDA Y A DIOS QUE NOS LA REGALO DURANTE CASI 92 AÑOS AUNQUE TODAVIA NO ESTABAMOS PREPARADOS PARA SU PARTIDA GRACIAS POR TUS CONSEJOS TUS ENSEÑANZAS EN FIN TU VIDA QUE FUE ES Y SERA LA NUESTRA DE AHORA EN ADELANTE
    ARIEL PITA

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi querido Ariel, que palabras tan bellas para mi abuela. Estate seguro que te acogio como a un hijo y que siempre te aconsejo y te guio como si hubieses salido de ella. Tu fuiste uno de sus puntales mas fuertes en sus ultimos años, su 'partner in crime' en cada uno de los proyectos que se planteaba. No hay palabras con las que pueda agradecerte tanto cariño, respeto y cuido que le diste a mi abuela. Yo no tuve el provilegio de estar geograficamente cerca de ella en los ultimos 13 años, pero me reconforta saber que ella te tuvo a ti.
      Un abrazo hermano,
      Gianna Aleman

      Eliminar
  4. Con mucha pena hemos leído acerca del fallecimiento de la señora Migdalia Agusti. La conocí desde que yo era un niño y me saludaba con su mirada de dama honesta, sencilla y sonriente. Su matrimonio con Arsenio Alemán fue un ejemplo de lo que es constituir un santo hogar. Mis padres los apreciaban mucho a ambos. Señora admirable y trabajadora, por el relato de su hijo sus últimos días antes de unirse en el Cielo con los seres queridos que la precedieron tuvieron la paz que otorga el Altísimo a las almas puras. Descanse en paz.

    Leonardo Gravier

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias en nombre de la familia Aleman-Agusti por tan sentido pesame.
    Gianna Aleman, nieta de Migdalia y Arsenio e hija de Arsenito

    ResponderEliminar
  6. Mi muy sentido pésame, para toda la familia, en especial para Arsenito y Gianna, yo también fuí, de los que crecieron con su amigable sonrisa y su presencia en los momentos difíciles de mi familia, en lo personal, teníamos una afinidad especial y una amistad, heredada de pasadas generaciones y que siempre agradecí, que en paz descanse, la incansable amiga. Un abrazo Gianna.

    ResponderEliminar
  7. De parte de las familias Balido y Hernández, nuestro más sentido pésame ante la pérdida de una dama cuya sencillez y elegancia dejó huellas en todo aquél que la conoció. Descanse en paz.

    ResponderEliminar
  8. Deseo dar mi mas sentido pésame a Arsenito Alemán Agusti y a su hija Gianna. En mi niñez fui vecina del matrimonio Aleman - Agusti en la calle 2 e/ 13 y 11 hasta que me mude para la calle17 con 10 años. Mi padre tenia en esa calle su negocio "Agencia Philco" que mas tarde se llamó "Mueblería Alpes".
    Guardo muy buenos recuerdos de esa calle y de todos sus vecinos.
    Ya le di mi pésame a Gianna y desearía comentarlo aquí también y que le llegue a Arsenito. EPD Migdalia.

    Lucia Alvarez, Madrid.

    ResponderEliminar

¡Bienvenido! En este espacio podrá publicar sus propios comentarios, recuerdos y anécdotas. Recuerde siempre poner su NOMBRE Y APELLIDO y su dirección de E-MAIL para que otros santiagueros se puedan comunicar con usted.