martes, 25 de diciembre de 2012

¡Feliz Navidad!

por Mario A. García Romero | Miami, Florida

Nuestra patria querida Cuba ha sido muy pródiga en la música, tanto que hemos puesto a bailar a medio mundo con muchos ritmos diferentes. Creo no exagerar si dijera que de Oriente a Occidente no hay pueblo que no haya dado un cantante, un compositor, o un poeta, que haya contribuido a esa diversidad musical. Se le ha cantado a la patria, a los héroes, al amor, a la mujer, a la historia, a jornadas épicas. A la belleza de toda nuestra naturaleza, a costumbres centenarias y a todo lo imaginable. Por eso quiero destacar que también nuestro querido pueblo Santiago de Las Vegas ha hecho su aporte. Hace tiempo quería hablar algo de esto, por el amor intenso a esa música que tan dignamente nos ha representado por más de cien años, por eso quiero citar la obra que da título a este escrito.



Esta canción que nos habla de una época del año tan sensible como la Navidad, que para los cubanos siempre tuvo la gran importancia de reunir a la familia, a los vecinos, a los amigos, sin importar diferencias, lo mismo para cualquier religión, ya se sea agnóstico, o ateo, sin importar el estrato social y otros argumentos que solo hacen dividir. Su autor, Humberto Jauma Puñales, nació en Santiago de las Vegas el día 17 de diciembre de 1908. A los 15 años tocaba en el sexteto Sonora Santiaguera, integró como guitarrista el sexteto Mi Tienda, y más adelante el conjunto Azul Tropical como bajista. Salió hacia Ciudad de México a jugar baseball, pero como la música lo atraía  tanto, tocando el contrabajo tuvo la oportunidad de integrar varios grupos populares, entre ellos las orquestas de Álvaro Ruiz, Rafael Hernández, Gonzalo Curiel y Agustín Lara. En ese trabajo se dio a conocer como compositor y, por su amistad con “El Músico Poeta” (Agustín Lara) y la destacada cantante Eva Garza, quienes lo estimularon al ver su talento, se dedicó por completo a componer. Esta canción fue grabada en agosto de 1958, con el acompañamiento de la Sonora Matancera y la inconfundible voz de Celia Cruz, “La Guarachera de Cuba”, a dúo con el estelar “Flaco de Oro” (Celio González) . Además de este bolero con “La Sonora Matancera”, Celia le grabó el bolero “Cosas que pasan”, la guaracha “Madre Rumba”, también acompañada por Celio González;  y el guapachá  “No te rompas el cráneo”.

También con la Sonora Vicentico Valdés ("La Voz Elástica de Cuba") le cantó los boleros “Solo por rencor” (este número aparece inscripto junto a Rogelio Martínez hijo) y “Algo hay en ti”.

Bienvenido Granda ("El Bigote que Canta") le grabó  el son-montuno “Estás como mango” (letra de Severino Ramos); siguen las grabaciones con La Sonora Matancera en las voces de Nelson Pinedo (Col, El Almirante del Ritmo) con los boleros “Esas cositas” y “Ya es muy tarde”, y el pregón-chachachá “Sixto el Caramelero”; Alberto Pérez Sierra (Cub.) grabó la guaracha “Yo no sé qué me pasa”; Estanislao Sureda (Laíto) grabó “Este chachachá”; Carmen Delia Dipiní (P. Rico) grabó el bolero “Si no vuelves”; Bobby Capó (El Ruiseñor de Borinquen) grabó la guaracha “Ni novia ni luna”, (con letra de Severino Ramos) ; Celio González grabó los boleros “Cosas que pasan” y “Lo estoy notando”; y  el chachachá “No te quedes mirando”, además el mambo-guapacha “Mambo pa’que goce”. Otros importantes solistas y agrupaciones que grabaron su obra son: La Orquesta Aragón, “Noche y Día”, por el gran bolerista Fernando Álvarez; los boleros “Qué más da” y “Recordaré tu amor”; Roberto Faz y su Conjunto y Orlando Vallejo le grabaron separadamente “No importa Corazón”, también “Roberto Faz y su Conjunto” y “Caridad Cuervo”indistintamente le grabaron  la guaracha “Rumberito soy yo”, y el “Conjunto Casino” “Estás como mango”.

En datos tomados de la Sociedad de Autores Musicales de Cuba (a saber) aparecen muchos más números  pues su obra consta de decenas de composiciones, las cuales no he podido comprobar por mi mismo si fueron o no grabadas. De todos modos esta muestra  nos da una idea de la fecunda obra del autor santiaguero, que en unos días hubiera cumplido 104 años.

Murió en Santiago el día 22 de junio de 1971, muy enfermo de diabetes. No tuve trato con él pero sí lo ví muchas veces sentado en la puerta de su casa rasgueando su guitarra. No poseo foto de él, aunque he tratado de contactar con el Sr. Lincoln González, gran amigo santiaguero quien fue su vecino por muchos años y se preocupó por su bienestar, y es posible que por su profesión de fotógrafo le haya tomado alguna instantánea, lo cual sería de gran provecho para que los santiagueros y amigos interesados en la música cubana supieran cómo fue en vida. A Lincoln le agradezco eternamente su ayuda desinteresada, cuando el 22 de junio de 1992, acudió a un acto de recordación a nuestro compositor  y tomó algunas fotos de familiares y amigos que asistieron al mismo. Con mucho esfuerzo, se logró poner una modesta tarja de madera y una fina lámina de bronce, en recordación del lugar donde vivió sus últimos días, en la calle 6 entre 11 y 13, por la misma acera del Ayuntamiento Municipal, a la izquierda de lo que fue la Estación de Policía. Posteriormente se mejoró la tarja haciendo la base que queda incrustada en la pared  con una gruesa lámina de bronce, también muy resistente a la lluvia, pero desdichadamente, sin saber el porqué, desapareció. Entre las cosas de Humberto Jauma que recuerdo nítidamente hay un pregón-beguine “En El Manzanero” (así aparece inscrito el 24 de abril de 1959), que cantaba magistralmente nuestro fallecido trovador Raúl Zequeira, al que le debemos una crónica, al igual que a otras importantes figuras de la música que nacieron y vivieron en nuestra localidad. Esta idea me rondaba hacía tiempo, cuando un comentario de Giselle Balido, escritora y periodista santiaguera, me motivó a pensar y a escribir sobre un santiaguero ilustre. Pienso que si su padre estuviera con nosotros materialmente, enseguida me felicitaría por este trabajo, sin ser yo ni escritor ni periodista, pero que pretende dar a conocer y recordar a un compositor santiaguero, a otro hijo más de nuestra tierra querida que nos ha dado a conocer por su obra. Quiero hacer extensivo el deseo de que todos los santiagueros y amigos que lean estas líneas,  tengan una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo 2013.

P.D. Le agradezco de antemano a cualquier santiaguero que haya conocido a este artista nuestro, cualquier anécdota o información, que pueda enriquecer este trabajo. Muchas gracias, el autor.

Fuentes consultadas: “Diccionario de La Música Cubana, Biográfico y Técnico” (1981) de Helio Orovio Díaz, Q.E.P.D. “Discografía Enciclopédica  de La Música Cubana 1925-1960”, del Dr. Cristóbal Díaz Ayala, donada a FIU Libraries (Universidad Internacional de La Florida), a la cual se puede  acceder  gratuitamente. “Historia de La Sonora Matancera y sus Estrellas” (1996), Colombia, por el Dr. Héctor Ramírez Bedoya.

3 comentarios:

  1. Felicito a Mario A. García Romero por este bello relato de uno de los tantos santiagueros, de las Vegas, Humberto Jauma Puñales, que han contribuído con su talento, en este caso musicalmente. Yo en realidad lo desconocía, pero hoy, nunca es tarde, conocí de él.
    A. Roger Balbi

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  2. Me alegró mucho que Mario G. García Romero, hubiese escrito una crónica acerca de nuestro talentoso y modesto santiaguero Humberto Jauma Puñales. Yo lo conocí y fue muy amigo de mi hermano Gabrielito, músico como él y buen violinista. Yo desconocía su nombre de pila; lo conocía por el Cuso Hauman. Muchas veces conversé con él — se sentaba en la acera de la calle 6 esquina a 9 en un cajón—. Creo que en esa época trabajaba de planchador en la tintorería de Visa (donde también planchaba un empleado muy bueno que le decían Papita). Era muy modesto, aunque un inspirado músico. Yo me pregunto, como un músico con tantas composiciones vivía tan pobremente. Hoy cualquier atrevido componiendo basuras gana millones.

    Un día sentado en ese lugar, creo que estaban presente Miguín Pozo y otro amigo, él comenzó a tocar trozos de una canción que estaba componiendo. Estaba en chancletas porque tenía los pies muy inflamados. Nos dijo que él era amigo de José Antonio Méndez y que lo había ayudado a componer “La Gloria eres tú”; nos dijo además que originalmente la canción decía: “desmiento a Dios, porque al tenerte yo en vida” en lugar de: “bendigo a Dios, porque al tenerte yo en vida”. Nos dijo además que en el verso, “no necesito ir al cielo tisú”, la palabra tisú fue una metáfora forzada para servir de rima a “eres tú”. Yo le creí al Cuso porque era muy modesto y no tenía por qué mentir.

    Quedo muy agradecido de García Romero por proporcionarme información que desconocía del gran músico santiaguero.

    Leonardo Gravier

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  3. Felices fiestas a los amigos de Santiago de las Vegas,

    Una santiaguera que no olvida su pueblito lindo

    Feliz año nuevo.

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