jueves, 31 de diciembre de 2009

Nochebuena, Año Nuevo y Reyes en Santiago

por Mario A. García Romero / Miami, Florida

De mis recuerdos en las Nochebuenas cubanas del ayer, recuerdo la cantidad de comida que se preparaba, todas las golosinas, incluyendo los higos (que es una comida árabe), nueces y avellanas, las ensaladas a base de rábanos, lechuga, tomate maduro y más. En muchas casas se presentaba en la mesa puerco asado y guineo criollo en fricasé, al igual que el guanajo (que en Estados Unidos se conoce por “turkey” o pavo) también en fricasé, los tradicionales frijoles negros, arroz blanco, plátanos a puñetazos y maduros, y la yuca hervida con mucho mojo criollo. Además, aparte de la tradicional cerveza de cualquier marca, estaban los tragos duros de ron y el aguinaldo que muchos bodegueros le regalaban a todos sus marchantes de todo el año: vino de fruta bomba y algún otro vino nacional, y los turrones cubanos de maní y los boniatillos de Santiago (fabricados al doblar de mi casa por el ilustre Florentino Díaz, o sea en calle 15 entre 6 y 8, por la misma acera de la Cámara de Comercio).

Para amenizar musicalmente, en casi todas las casas ponían la radio en las principales estaciones de La Habana, donde se oía constantemente la maravillosa "Voz del Danzón" (nuestro baile nacional), "Barbarito” Diez (que el pasado 9 de diciembre hubiera cumplido 100 años) cantando el popurrí de Eliseo Grenet "La Mora", que el montuno o estribillo dice: "¿Cuándo volverá la Nochebuena, cuándo volverá?”, sin contar tantas otras que los mayores que yo recuerden mejor. Por supuesto que los “jingles” o villancicos no faltaban, incluyendo el bello "Noche de Paz", “Arbolito”, y tantos otros que interpretaban las orquestas que estaban en boga en aquel entonces.

Hay una cosa muy cierta: los cubanos éramos muy hospitalarios. Nos gustaba que los vecinos y amigos hicieran un brindis con nuestra familia y picaran algo de lo que ya estaba preparado para sentarse a la mesa ya entrada la noche, lo más cercano posible a las 12 de la noche, cuando ya era Navidad. Muchos cuando terminaban de cenar asistían a la iglesia a la Misa del Gallo, en este caso los católicos; las demás denominaciones hacían lo mismo. En Nochebuena Santiago era una ciudad se puede decir muerta, de recogimiento familiar, pues la festividad más importante ese día estaba en "Las Charangas de Bejucal", que vieron la luz en 1840, y al decir de mi fallecido amigo Helio Orovio Díaz (“Kico”, gran investigador de la música cubana y de nuestro pueblo y sus tradiciones en particular), hubo un pacto de honor entre los dos pueblos, para no opacarle la fiesta el uno al otro.

Sin fecha: El Centro de Instrucción y Recreo de Santiago de las Vegas en una noche de Parrandas. Amenizaban el baile Belisario López, Antonio Romeu y la Sonora Matancera.

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Ya en los siguientes días empezaban los preparativos para esperar el Nuevo Año, donde se engalanaba la calle 11, pues en las dos sociedades C.I.R. y C.A.S. (Centro de Instrucción y Recreo y Club Atlético Santiago, respectivamente) se celebraba un baile multitudinario, donde se cerraban las entrecalles 4 y 6 y se permitía el libre acceso a las dos sociedades, para que los bailadores disfrutaran de las orquestas que indistintamente amenizaban en tandas diferentes. También la sociedad "La Gloria" (sociedad de los negros santiagueros y la primera que se fundó en nuestro pueblo) celebraba un baile por el fin de año, y en ocasiones las mismas orquestas tocaban en los diferentes salones sociales, pues "La Gloria" se encontraba en la calle 6 entre 9 y 11 , en la acera opuesta a la bodega de Lizardo, casi frente a la carbonería que en aquel entonces existía en aquel lugar. El baile terminaba a las 4 de la madrugada, dándole paso a las carrozas, que eran una de las muestras de "Las Parrandas Santiagueras", acompañadas musicalmente por las congas santiagueras encabezadas por “Piro” Tuero (después la tradición la siguieron Tato el hijo de Piro y Manolito Tuero, hijo del primero, desgraciadamente todos fallecidos), que se paseaban por nuestras calles casi amaneciendo, en medio de fuegos artificiales y voladores (de fabricación santiaguera en el taller de Sixto “el pirotécnico” de la calle 9 esquina a 8), que los hombres iban encendiendo con un cigarrillo que llevaban en la mano previamente.

A los pocos días de despedir el Año Viejo, en las principales arterias comerciales (calles 4, 11, 13, y otros lugares) se ponían las tarimas de ventas de juguetes, anunciando el 6 de enero, día de los Reyes Magos, que según nuestra tradición católica, apostólica y romana era el día en que los Tres Reyes agasajaban al recién nacido Jesucristo. Previamente, en nuestras casas y escuelas, se nos pedía hiciéramos nuestras carticas a los Reyes Magos para hacer las peticiones que deseáramos. Ese día no había escuela, pero al otro día casi siempre comenzaba la escuela nuevamente.

En forma muy apretada he tratado de hacer un viaje al pasado de la celebración de estas fiestas tradicionales en nuestro querido Santiago, sin dudar que haya algún otro santiaguero que pudiera ahondar mucho más en estos lejanos recuerdos de infancia. Sería muy encomiable que alguien escriba más sobre este tópico tan sensible para nuestra comunidad santiaguera, donde quiera ésta se halle. ¡Feliz Año Nuevo a todos!

4 comentarios:

  1. A Todos les Deseo Un feliz Año Nuevo 2010, Aramis Gonzalez Gonzalez De La Calle 17 # 20012 Entre 14 y 16 Santiago de Las Vegas, Habana, Cuba, yo Ahora Vivo En Tampa, Florida, Estados Unidos, En Compañia De Mi Esposa Lory Gonzalez, Sin Mas Hasta La Proxima, aramisgonz@aol.com

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  2. Linda reseña de aquellas inolvidables fiestas, y a pesar de que era bastante pequeña aun las recuerdo.

    Tambien recuerdo con mucho cariño las Charangas de Bejucal a las cuales asistiamos todos los años porque mi padre trabajó muchos años en ese lindo pueblo

    Y para terminar tengo que confesar que le tenia
    pánico a Sixto el "pirotécnico", o al señor de voladores como yo le decia.

    Feliz Año Nuevo para todos.

    Cariñosamente,

    MIRIAM MEDINA

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  3. HA SIDO A MI JUICIO UNA EXCELENTE CRÓNICA DE LAS FIESTAS DE FIN DE AÑO DE NUESTRO QUERIDO PUEBLO. HE RECORDADO HECHOS, ACONTECIMIENTOS Y PERSONAJES QUE CASI HABÍA OLVIDADO.
    FELICIDADES A TODOS LOS SANTIAGUEROS Y MUCHA PROSPERIDAD EN ESTE 2010.
    J. Darío Pérez Beltrán

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  4. A proposito de las Pascuas en Santiago
    \Durante la decada de los 50, mi padre Severo Marrero se dedico a vender Puerco Asado al trozo, en la Esquina del Cafe Royalty, por la calle 13.
    Todos los domingos mi padre mataba un puerco de unas 100 libras, sazonado a la criolla : ajo, pimienta y naranja agria, alli acudian familias de la localidad y comenzaron a parar automoviles que iban de transito hacia el sur-oeste de la provincia. Asi poco a poco comenzo a coger fama el Puerco Asado de Severito, y ya habia que matar y asar 2 puercos y en ocasiones 3, poco a poco asaba ya puercos enteros y venian de las poblaciones aledanas a buscar el sabroso naero o cabezibajo de Severito. Recuerdo y aunque parezca increible el Sr. Enrique "Multicolor" Berenguer dueno del Rio Cristal Club alguna que otra vez le compraba un buen trozo de puerco o uno entero para agazajar algunos politicos del Partido Ortodoxo, especialmente a Jose Pardo Llada.
    Mi padre casi durante todo esa decada llevaba a asar los puercos al mejor asador de Santiago Angel Maria Gonzalez y a su esposa Mercedes Mas.

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