viernes, 18 de abril de 2008

Vaqueros, Quimbumbia y Tinguiriche

Animado por el cuento de Junior Romero sobre la caza de cocuyos, Ismael Balido decidió compartir con nosotros hoy recuerdos de los juegos de su infancia: los "vaqueros", la quimbumbia y el tinguiriche.

"En la época de mi niñez no había tantos juguetes exóticos como hoy en día, ya que con los avances de la industria, y las nuevas tecnologías hay juguetes y manuales de instrucciones que sólo los niños son capaces de descifrar y hacerlos funcionar. En aquellos tiempos habíamos muchos niños que no teníamos juguetes y teníamos que hacérnoslos nosotros mismos o usar la imaginación, como cuando usábamos un “palo de escoba” viejo que primero era un brioso caballo, ya que le amarrábamos una soguita y nos lo poníamos entre las piernas y “a cabalgar se ha dicho”. Junto a otros niños cabalgábamos y formábamos tremendos tiroteos “matándonos” unos a otros. ¿Que cuál era el revólver? Pues nada menos que el dedo índice con el que apuntábamos al enemigo y el dedo pulgar, puesto en posición vertical, era el gatillo. Después, cuando nos cansábamos de cabalgar cogíamos ese mismo “palo de escoba”, le cortábamos un pedazo como de unas 12 ó 14 pulgadas y otro pedazo más pequeño, como de cuatro o cinco pulgadas, al cual le afilabámos ambos extremos y a jugar a la quimbumbia se ha dicho. Este juego se practicaba poniendo en el piso de la calle o sobre la acera la parte pequeña, esto es, a la que le habíamos afilado las puntas y con el palo más largo le golpeábamos una punta para que saltara en el aire y en ese momento tratábamos de acertar a darle mientras estaba en el aire. Y si lo lográbamos, cosa que casi siempre hacíamos debido a la práctica, los contrarios que se habían situado en posiciones convenientes, trataban de cogerla mientras estuviera en el aire y de lograrlo, pasaban ellos a ser los que golpeaban la quimbumbia. Si no lo lograban entonces el que había golpeado la quimbumbia pedía, basado en la distancia en que había ésta caído, una cantidad de “palos”. Esto es, dígamos que el “bateador”decía, dame cincuenta palos y si el contrario estaba conforme se los concedía. Si estimaba que no, entonces procedía a medir con el palo golpeador la distancia entre la base y el lugar donde estaba la quimbumbia golpeada. La medida la hacia poniendo el palo al principio de la base y lo iba adelantando dándole una media vuelta hasta llegar a la mencionada quimbumbia golpeada. Si en la distancia entre la base y la quimbumbia no cabían los cincuenta palos pedidos por el bateador, pues éste perdía su turno al bate y venían los contrarios a batear. Si por el contrario sí cabían, entonces esos eran cincuenta puntos que ganaba el bateador y se iban sumando hasta llegar a la meta de puntos que se hubiera fijado al comenzar el juego. La meta casi siempre era de 200 palos, pero a veces se aumentaba a 300. No había reglas en cuanto a esto. También hacíamos nuestras propias pelotas para jugar al “tinguiriche”. La pelota la hacíamos cogiendo una caja vacía de cigarros, que eran de un cartón flexible (casi siempre usábamos las de la marca “La Competidora Gaditana” ya que, por su medida, eran las que más se prestaban a nuestro propósito). Pues bien, esa caja la dividíamos en tres tiras como de una pulgada de ancho cada una; luego, de un periódico viejo, hacíamos una bola de papel a la cual le metíamos una piedra pequeña en el centro para darle peso, y la forrábamos con las tres tiras de la caja de cigarros. El “tinguiriche”era un juego que se practicaba en la calle y se ponían tres bases además de una en la pared de una de las casas; otra en el medio de la calle, la otra en la pared de otra casa en la acera opuesta y la base desde la que se bateaba con la palma de la mano esa pelota que la lanzaba un niño del equipo contrario. Cuando uno bateaba, si la pelota era atrapada por los contrarios sin que tocara el suelo, pues eras “out”; y si tocaba el suelo, quien la atrapara tenía que tirarsela al bateador (o diremos "maneador” ya que no se usaba bate, sino la mano) para darle con dicha pelota antes de que alcanzara la primera base. Si te alcanzaba, pues eras out. A los tres outs perdías el derecho a batear y los contrarios pasaban a batear. Era similar al juego de pelota, pero una versión adaptada a las condiciones por la falta de bates, guantes y pelotas".
¿Recuerda usted otros juegos de antes? ¡Escríbanos!

3 comentarios:

  1. En el juego de la "quimbumbia", el que la bateaba tenia que decir primero "LE DOY?", si los contrarios decian 'DALE", no le podian dar, la pregunta se repetia hasta que los contrarios decian "KIN DALE", si al que le correspondia batear lo hacia sin el "KIN" perdia el turno.

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  2. Hace dias estoy por buscar el juego de la quimbumbia y lo felicito por este trabajo.Recuerdo con cierta nostalgia cuando jugabamos en el parque ya pasadas las 10 de la noche, para no molestar, al "desperiyao" qu era como llamabamos al juego con la pelota fabricada con cajas de cigarro, dos de las bases eran dos bancos del parque situados de manera opuesta, como las paredes de las casa que usted menciona. De veras , lo felicito.

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  3. Sabe que?, en algun momento pense que la quimbumbia era un juego de nosotros los del "campo".Muy buena la acotacion de la persona que menciono lo de DALE.Tambien recuerdo que si la quimbumbia se movia por el suelo los que estaban "sirviendo" podian tratar de golpearla con el objetivo de regresarla lo mas posible al lugar desde conde se bateaba y asi quitarle "palos" a los contrarios.

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